La izquierda de Israel trata de conjurar en unas primarias su maldici¨®n electoral
El veterano Peretz y el reci¨¦n llegado Gabbay disputar¨¢n la segunda vuelta. El actual l¨ªder, Herzog, queda excluido
¡°Permanecimos demasiado tiempo en el poder. Era una ¨¦poca en la que quien no estaba en el partido no ten¨ªa acceso a casi nada¡±, reconoce el diputado laborista israel¨ª Manuel Trajtenberg. ¡°Los votantes nos identificaron con el pasado, por eso comenz¨® nuestro declive¡±, explica el considerado ministro de Finanzas en la sombra de Israel ante las primarias que su partido ha celebrado este martes para elegir un l¨ªder que pueda retar al conservador Benjam¨ªn Netanyahu, que se mantiene al frente del Gobierno desde hace ocho a?os. Los militantes expresaron su profundo malestar al descartar en la primera vuelta al actual presidente, Isaac Herzog.
El Partido Laborista contaba hace 20 a?os con 300.000 militantes y simpatizantes registrados para votar en las primarias. Este martes han sido poco m¨¢s de 50.000 los que figuraban en el censo de la consulta, a las que se han presentado siete candidatos, de los que un 59% participaron efectivamente. Como era previsible, ninguno de ellos alcanz¨® el 40% de los sufragios, por lo que los dos m¨¢s votados, Amir Peretz, con el 32,6% de apoyos, y Avi Gabbay, con el 27%, tendr¨¢n que volver a medirse en una segunda vuelta el pr¨®ximo d¨ªa 10.
El actual presidente del partido, Herzog, que ha quedado excluido al alcanzar tan solo el 16,8% de los votos, aspiraba a convertirse a los 56 a?os en el primer l¨ªder en ser reelegido en m¨¢s de dos d¨¦cadas. Aliado con la exministra centrista Tzipi Livni en la coalici¨®n Uni¨®n Sionista, desaf¨ªo sin ¨¦xito a Netanyahu en las urnas en 2015. Los analistas israel¨ªes han coincidido en calificar de irrelevante su labor de oposici¨®n frente al considerado Gobierno m¨¢s derechista de la historia de Israel. Los militantes le han echado en cara adem¨¢s las negociaciones secretas que mantuvo en 2016 con el primer ministro para incorporarse al Gobierno como titular de Exteriores. Herzog aleg¨® que hab¨ªa actuado en aras del inter¨¦s nacional, ante una iniciativa negociadora con los palestinos promovida por Egipto que acab¨® frustr¨¢ndose. La cainita disputa por el poder interno que ha marcado la historia reciente del laborismo parece haber puesto fin a su trayectoria pol¨ªtica.
S¨ª ha pasado a segunda vuelta de las primarias el veterano dirigente laborista Amir Peretz, que puede estar en condiciones de culminar a los 65 a?os una carrera en la que ha recorrido casi todo el escalaf¨®n pol¨ªtico israel¨ª. Alcalde, diputado desde hace 30 a?os, titular de Defensa y de otras carteras, viceprimer ministro y, sobre todo, l¨ªder hist¨®rico del Histadrut, la poderosa central sindical del Estado hebreo. En su haber como ministro de Defensa figura el despliegue de la C¨²pula de Hierro, el escudo antimisiles de corto alcance. En el debe de su gesti¨®n se cuenta la decisi¨®n de desencadenar la llamada segunda guerra de L¨ªbano en 2006, que le acarre¨® duras cr¨ªticas.
Un reci¨¦n llegado al laborismo, el exministro de Medio Ambiente Avi Gabbay, de 50 a?os, dio la sorpresa y pasar¨¢ a segunda vuelta. Antiguo dirigente centrista, ingres¨® en el partido despu¨¦s de haber renunciado a la cartera en 2016 a ra¨ªz de un enfrentamiento pol¨ªtico con Netanyahu. Exconsejero delegado de Bezeq, uno de los principales proveedores de servicios de telecomunicaciones y de Internet en Israel, Gabbay atrae a los sectores m¨¢s j¨®venes de la izquierda, desencantados con la vieja guardia del laborismo.
La izquierda de David Ben Gurion, el primer jefe de Gobierno israel¨ª, ejerci¨® el poder de forma casi hegem¨®nica desde la creaci¨®n del Estado hebreo, en 1948, hasta la victoria electoral de la derecha del Likud, encabezado por Menajen Beguin, en 1977. Desde entonces el laborismo no ha dejado de pugnar para que sus l¨ªderes ¡ªIsaac Rabin, Sim¨®n Peres, Ehud Barak¡¡ª se mudaran a la calle de Balfour, donde se halla la residencia del primer ministro en Jerusal¨¦n, o a las sedes ministeriales en los sucesivos Gobiernos de coalici¨®n.
El declive del partido fundador del Estado jud¨ªo ha sido imparable en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. Las encuestas m¨¢s recientes le asignan apenas ocho diputados en una Knesset de 120 esca?os, en la que se ver¨ªa relegado al papel de cuarta fuerza tras el Likud, la emergente formaci¨®n centrista Yesh Atid y la coalici¨®n de la minor¨ªa ¨¢rabe Lista Conjunta.
El parlamentario Trajtenberg, nacido en Argentina en 1950 y que emigr¨® a Israel a los 16 a?os, considera que la llegada masiva de jud¨ªos procedentes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la d¨¦cada de los noventa represent¨® un vuelco demogr¨¢fico, ya que increment¨® la poblaci¨®n en un 20%, pero tambi¨¦n supuso un terremoto pol¨ªtico. "Es un sector que mantiene un rechazo visceral hacia la izquierda despu¨¦s de haber vivido bajo un r¨¦gimen comunista¡±, apunta este economista formado en la Universidad de Harvard. ¡°El asesinato de Rabin (1995) fue un mazazo para la organizaci¨®n, y los errores cometidos en la aplicaci¨®n de los Acuerdos de Oslo (1993) y tras la retirada militar de Gaza (2005) han incrementado la preocupaci¨®n ciudadana por la seguridad¡±, argumenta. "Netanyahu se ha convertido en un experto manipulador del miedo de los israel¨ªes a fin de poder ganar los tres ¨²ltimos comicios.
¡°Los candidatos que se han presentado a la primarias ser¨ªan excelentes para ocupar cargos en un Ejecutivo con un equipo de ensue?o¡±, analizaba las primarias laboristas la columnista de Yedioth Aharonot Sima Kadmon, ¡°pero ninguno es el caballo ganador que pueda apear a Netanyahu del poder. Nadie? tiene el brillo de Barak (en hebreo, luz o iluminaci¨®n), que le derrot¨® en 1999¡±. A los 75 a?os, el ex primer ministro amaga con protagonizar un tercer retorno a la pol¨ªtica, despu¨¦s de haberse retirado por primera vez en pleno estallido de la Segunda Intifada y apartarse de nuevo en 2012 tras haber pilotado dos guerras en Gaza.
El militar m¨¢s condecorado en la historia de Israel, el exjefe del Estado Mayor, el negociador que intent¨® en vano avanzar hacia la paz con los palestinos en Camp David (2000) es hoy la principal voz cr¨ªtica desde la izquierda a la gesti¨®n autoritaria y nacionalista de jefe de Gobierno del Likud. ¡°No hay que olvidar que Barak fue el jefe directo de Netanyahu en la brigada Matkal, de comandos antiterroristas (ambos intervinieron en el rescate de un avi¨®n secuestrado en 1972)¡±, destaca el columnista de Maariv Ben Caspit, ¡°y ¨¦l sabe mejor que nadie cu¨¢l es su punto d¨¦bil¡±.
¡°A pesar del crecimiento de la econom¨ªa y del casi inexistente desempleo, existe un malestar social latente en Israel desde las protestas de los j¨®venes indignados en 2011¡±, concluye el diputado Tajtenberg, ¡°pero solo desde la unidad de las fuerzas progresistas se puede conjurar la maldici¨®n electoral que sufre la izquierda¡±.
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