15.000 ca?ones a 45 segundos de Se¨²l que limitan las opciones
Pese a la escalada en la tensi¨®n, ni Corea del Norte ni EE UU tiene f¨¢cil cumplir sus amenazas de uso de la fuerza
Las espadas siguen en todo lo alto en el particular duelo entre los dos sheriff m¨¢s bravucones a ambos lados del Pac¨ªfico. Al anuncio de Corea del Norte de que ha probado un misil intercontinental, los Estados Unidos de Donald Trump han respondido, conjuntamente con Corea del Sur, con disparos de misiles en aguas cercanas a la pen¨ªnsula. Y el r¨¦gimen de Kim Jong-un ha replicado, a su vez, con el anuncio de que su proyectil puede transportar una cabeza nuclear de gran tama?o. Pero ni uno ni otro tienen grandes opciones realistas, hoy por hoy, de hacer efectivas sus amenazas de fuerza.
El anuncio norcoreano del lanzamiento con ¨¦xito de un misil Hwasong-14 ¡ªalgo que ¡°no ocurrir¨¢¡±, hab¨ªa asegurado?un desafiante Trump en enero¡ª ha introducido un elemento nuevo en la ecuaci¨®n militar entre Washington y Pyongyang y ha acrecentado el sentimiento de amenaza representado por un pa¨ªs que ya ha llevado a cabo cinco pruebas nucleares y posee m¨¢s de una decena de bombas at¨®micas. Corea del Norte ha demostrado, cuando menos, su determinaci¨®n a lograr su gran objetivo:?ser capaz de golpear una ciudad en territorio continental estadounidense. Pocas horas despu¨¦s del anuncio, el Consejo de Seguridad de la ONU convocaba una reuni¨®n extraordinaria.
En un despacho de KCNA,?la agencia oficial norcoreana, el r¨¦gimen de Kim Jong-un ha asegurado que el cohete, un ¡°regalo¡± a los ¡°bastardos norteamericanos¡± en el d¨ªa nacional de EE UU, puede cargar una ojiva nuclear y atacar cualquier punto escogido, sin miedo a desintegrarse en su ca¨ªda por el calor de la fricci¨®n con la atm¨®sfera o las intensas vibraciones. El ministro de Defensa surcoreano, Han MIn-koo, ha apuntado que el cohete podr¨ªa recorrer hasta 7.000 u 8.000 kil¨®metros, una distancia suficiente para golpear Haw¨¢i.
Estados Unidos y Corea del Sur han respondido este mi¨¦rcoles con disparos de misiles de corto alcance sobre el mar de Jap¨®n (mar del Este para Se¨²l). Ambos proyectiles alcanzaron el blanco elegido, ¡°desplegando la capacidad de un ataque de precisi¨®n contra los cuarteles del enemigo en un momento de emergencia¡±.
Si ambas partes no dejan de ense?arse los dientes, las opciones que tienen son limitadas. Aunque el Gobierno de Estados Unidos asegura que se ha acabado la ¡°paciencia estrat¨¦gica¡± de la Administraci¨®n previa de Barack Obama, la fuerza no es una opci¨®n realista. A menos que quiera romper con sus mejores aliados en la regi¨®n, Corea del Sur y Jap¨®n, necesitar¨ªa recibir su visto bueno para cualquier tipo de ataque contra el norte. Y estos dos pa¨ªses, que ser¨ªan los posibles receptores inmediatos de la represalia de Pyongyang, no van a dar su consentimiento f¨¢cilmente.
Corea del Norte cuenta ya con el suficiente armamento nuclear para alcanzar Corea del Sur y Jap¨®n. Incluso en caso de un ataque convencional, cuenta con un Ej¨¦rcito de un mill¨®n de soldados y 15.000 ca?ones y lanzaderas de cohetes en la frontera apuntando contra el vecino. Se¨²l y los 24 millones de habitantes de su ¨¢rea metropolitana quedar¨ªan alcanzados casi de inmediato. Un cohete lanzado desde la frontera tardar¨ªa apenas 45 segundos en impactar en el centro de la capital surcoreana.
En el caso de Pyongyang, es incierto cu¨¢n avanzado es realmente su programa de armamento. Pese a sus bravatas, no est¨¢ claro que haya logrado miniaturizar sus bombas nucleares lo suficiente como para instalarlas en misiles bal¨ªsticos; mucho menos, que una vez cargados sus cohetes puedan superar el choque de reingreso a la atm¨®sfera y completar con ¨¦xito su vuelo. Apenas un pu?ado de pa¨ªses cuenta ya con esa tecnolog¨ªa: Rusia, Estados Unidos, China, India, Pakist¨¢n y, posiblemente, Israel. Aunque es cuesti¨®n de tiempo que lo logre, a¨²n no cuenta con los medios para atacar territorio estadounidense.
La opci¨®n m¨¢s realista para EE UU es continuar su presi¨®n contra China, principal aliado del r¨¦gimen de Kim Jong-un
La opci¨®n m¨¢s realista para Estados Unidos es continuar su presi¨®n contra China, el principal aliado del r¨¦gimen de Kim Jong-un y que acapara el 90% del comercio internacional norcoreano: incluso la lanzadera empleada para disparar el misil del martes es, aparentemente, de procedencia china, un antiguo cami¨®n de transporte de troncos reconvertido con fines militares, seg¨²n informa Reuters.
Es la tesis por la que, pese a que China no da se?ales de ceder a la presi¨®n, parece inclinarse Washington. Desde el 20 de junio, tras anunciar por Twitter su hartazgo con el inmovilismo chino, EE UU ha vendido armas por valor de 1.400 millones de d¨®lares a Taiw¨¢n, ha sancionado a un banco chino que operaba con Corea del Norte y ha enviado un destructor a aguas que Pek¨ªn considera propias en el mar del sur de China. Este mi¨¦rcoles, enviaba una nueva andanada v¨ªa tuit: ¡°El comercio entre China y Corea del Norte creci¨® un 40% en el primer trimestre. Vaya con China colaborando con nosotros, ?pero ten¨ªamos que intentarlo!¡±
?Las opciones de Corea del Norte? No va a desprenderse de su programa de armamento, que asegura que es la ¨²nica opci¨®n con la que cuenta para defenderse de un ataque de EE UU. Pero atacar Corea del Sur, Jap¨®n o ¡ªhipot¨¦ticamente, en el futuro¡ª Estados Unidos, equivaldr¨ªa a firmar su desaparici¨®n.
Una posible alternativa, la de la negociaci¨®n, parece muy lejana en la distancia; una distancia que la terquedad de los dos sheriff no hace sino aumentar. En el despacho de KCNA, Kim Jong-un reiteraba este mi¨¦rcoles sus t¨¦rminos para hablar: que Estados Unidos ¡°ponga fin definitivamente a su pol¨ªtica hostil y su amenaza nuclear¡±. Hasta entonces, ha asegurado el l¨ªder, Corea del Norte ¡°no pondr¨¢ sus armas nucleares y cohetes bal¨ªsticos sobre la mesa¡±.?
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