Florida retoma la pena de muerte tras un a?o y medio de suspensi¨®n

Florida prev¨¦ retomar la aplicaci¨®n de la pena de muerte en agosto despu¨¦s de m¨¢s de un a?o y medio de suspensi¨®n de las ejecuciones. El gobernador republicano Rick Scott, defensor ac¨¦rrimo de la pena capital, firm¨® el lunes la orden para que Mark James Asay, de 53 a?os, reciba la inyecci¨®n letal el 24 de agosto a las seis de la tarde por un doble homicidio que cometi¨® hace 29 a?os.

En enero de 2016, el Tribunal Supremo, m¨¢xima autoridad judicial de EE UU, determin¨® que no era legal que en el Estado de Florida los jueces tuviesen la potestad de dictar la condena a muerte independientemente de la posici¨®n del jurado. Tres meses m¨¢s tarde, el congreso estatal aprob¨® un cambio legal que daba la ¨²ltima palabra al jurado y establec¨ªa que para dicha sentencia se necesitase el voto de al menos diez de sus 12 miembros. El Tribunal Supremo de Florida tambi¨¦n fren¨® esa ley, hasta que fue de nuevo retocada estipul¨¢ndose que el voto del jurado deber¨ªa ser un¨¢nime para que se validase la pena capital y que bastase un voto en contra para que la sentencia m¨¢xima que se pudiese imponer fuese la cadena perpetua.

Tras salir del atolladero judicial, Scott, bajo cuyo mandato iniciado en 2011 han sido ejecutadas 23 personas, la ¨²ltima el asesino en serie Oscar Ray Bolin Jr. en enero de 2016, pone otra vez en marcha la pena de muerte con Asay. Su caso se remonta a la ma?ana del 18 de julio de 1987, cuando despu¨¦s de una noche de alcohol en la ciudad de Jacksonville (norte de Florida) el reo fue con su hermano Robbie y con su amigo Bubba McQuinn en busca de prostitutas. Robbie se detuvo a hablar con un afroamericano llamado Robert Lee Boker. Mark se acerc¨®, comenz¨® a insultarlo y termin¨® sacando una pistola y descerraj¨¢ndole un balazo en el est¨®mago. Booker escap¨® herido y acab¨® cayendo muerto en un callej¨®n. El estallido de violencia de Asay continu¨®. Junto a McQuinn, sigui¨® en busca de sexo hasta dar con Robert McDowell, un travesti blanco. Despu¨¦s de hablar del servicio sexual que quer¨ªan y antes de que se llevase a cabo, el homicida volvi¨® a sacar el arma y mat¨® a McDowell. Seis balazos.

Asay fue capturado y condenado a muerte en 1988. En su cuerpo luc¨ªa tatuajes con s¨ªmbolos del supremacismo blanco. Si se cumple su sentencia en agosto, ser¨¢ el primer blanco ejecutado en Florida por el asesinato de un negro.

Florida es el segundo estado con m¨¢s presos en el corredor de la muerte (371) despu¨¦s de California. Desde 1976 ha ejecutado a 92 personas.

En su empe?o por hacer valer la pena de muerte, Scott mantiene un pulso con una fiscal, Aramis Ayala, que en marzo decidi¨® que en su distrito judicial (condados de Orange y Osceola) no se pedir¨ªa como m¨¢ximo castigo la pena de muerte sino la cadena perpetua. Scott reaccion¨® quit¨¢ndole 24 casos de homicidio y asign¨¢ndoselos a otro fiscal. Ayala ha demandado al gobernador ante el Tribunal Supremo de Florida acus¨¢ndolo de socavar su autoridad judicial.