El reci¨¦n llegado Avi Gabbay, elegido nuevo l¨ªder del laborismo israel¨ª

Avi Gabbay es el m¨¢s preparado para destronar a Benjamin Netanyahu. As¨ª lo han decidido el 52% de los 30.814 militantes laboristas que acudieron a las urnas este lunes. Por 1.346 votos, el que fuera ministro de Medio Ambiente con el Gobierno del primer ministro Netanyahu y exmiembro del partido Kulanu se ha impuesto en segunda vuelta al exministro de Defensa, Amir Peretz, que ha logrado el 47% de los sufragios y contaba con el respaldo del presidente saliente del partido, Isaac Herzog.

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Una segunda vuelta con una participaci¨®n m¨¢s alta de lo esperado, del 58,8%, en la que ambos contendientes compart¨ªan origen ¡ªjud¨ªos sefard¨ªes de Marruecos¡ª y experiencia en el Gobierno, pero pocas semejanzas m¨¢s. Amir Peretz pertenece a la vieja guardia, vinculado durante d¨¦cadas al laborismo y a la central obrera israel¨ª, el Histadrut, de la que lleg¨® a ser presidente. Avi Gabbay es m¨¢s conocido por ser el hombre de negocios ¡°reci¨¦n llegado¡± tras abandonar el Ejecutivo israel¨ª el a?o pasado. Dimiti¨® como protesta por el nombramiento de Avigdor Lieberman como ministro de Defensa y por discrepancias con Netanyahu sobre el rumbo de la coalici¨®n que lo mantiene en el poder.

Gabbay, que hasta 2013 estuvo al frente de Bezeq, la principal empresa de telecomunicaciones israel¨ª, recibi¨® el apoyo de la expresidenta del Partido Laborista, Shelly Yachimovich, y tambi¨¦n el espaldarazo de uno de los pesos pesados del laborismo israel¨ª, el ex primer ministro Ehud Barak. El antiguo jefe del Ejecutivo ¡ªconocido tambi¨¦n por ser el militar m¨¢s condecorado de Israel¡ª en 2007 ape¨® a Amir Peretz de los cargos de presidente del partido laborista, primero, y de ministro de Defensa, poco despu¨¦s, con lo que no era de extra?ar que, en esta ocasi¨®n, cerrara filas en torno al rival de su contrincante de hace una d¨¦cada. ¡°Gabbay gan¨® porque la gente quiere la victoria, no solo esl¨®ganes¡±, ha dicho Barak nada m¨¢s conocerse los resultados.

Ser¨¢ la primera vez que el l¨ªder del partido no podr¨¢ ejercer la oposici¨®n en la Knesset ¡ªParlamento¡ª, puesto que Gabbay no tiene esca?o en la C¨¢mara. Durante la campa?a para las primarias dijo que dejar¨ªa ese puesto para el l¨ªder laborista saliente, Isaac Herzog, pero cada vez son m¨¢s las voces dentro del partido que le piden que apueste para esa tarea por Stav Shaffir, la diputada m¨¢s joven de la Knesset en la historia de Israel.

El laborismo ha elegido l¨ªder y lo ha hecho a sabiendas de que la pr¨®xima gran batalla electoral no la decidir¨¢ el proceso de paz con los palestinos, sino que depender¨¢ de cuestiones econ¨®micas y sociales, pero sobre todo, de lo que suceda con las investigaciones policiales que penden sobre Netanyahu. ¡°Los laboristas queremos acabar con ¨¦l en las urnas, no por investigaciones policiales. Para m¨ª que gane Gabbay es una buena noticia porque ahora podemos decir que tenemos un partido abierto. Ha ganado alguien de fuera, no una de las caras de siempre¡±, dice a EL PA?S Dina Dayan, diputada ultraortodoxa laborista que tambi¨¦n se postul¨® para dirigir el partido.

¡°Gabbay no es de izquierdas, ni siquiera tiene una pol¨ªtica econ¨®mica socialista. Es m¨¢s bien de centro y neoliberal en lo econ¨®mico. Yo espero que esto ¨²ltimo cambie porque no hacer pol¨ªtica social de corte socialista podr¨ªa hacer mucho da?o al laborismo. A pesar de esto, le di mi apoyo. Creo que har¨¢ la revoluci¨®n que hace falta¡±, dice Dayan.

Ganar a Netanyahu en las urnas es un horizonte dif¨ªcil a corto plazo, hasta para los m¨¢s optimistas, pero al que los laboristas se resisten a renunciar. ¡°Seguimos siendo la segunda fuerza en Israel. La gente poco a poco se est¨¢ dando cuenta de que lo que dice Netanyahu no es as¨ª. No tenemos una situaci¨®n excepcional de seguridad gracias a ¨¦l, ni ha alejado el terrorismo¡±, afirma la parlamentaria laborista Merav Michaeli. ¡°Aunque lo importante ser¨¢n las cuestiones econ¨®micas, porque si no hay dinero, no hay salud y tampoco educaci¨®n, estoy convencida de que la mayor¨ªa de los israel¨ªes cree que la paz es posible. Nosotros debemos capitalizar eso. Somos los ¨²nicos que realmente podemos hacerlo¡±, asegura Michaeli.