La Justicia argentina acorrala al exhombre fuerte del kirchnerismo

M¨¢s informaci¨®n

Kirchner confirma que ser¨¢ candidata y remueve la pol¨ªtica argentina

Kirchner vuelve a la pol¨ªtica argentina con un ba?o de masas

Julio De Vido fue uno de los hombres m¨¢s poderosos del kirchnerismo. El ¨²nico que ocup¨® un ministerio, siempre el mismo, desde el primer d¨ªa de gobierno de N¨¦stor Kirchner, el 25 de mayo de 2003, hasta el ¨²ltimo de Cristina Fern¨¢ndez, el 10 de diciembre de 2015. Dej¨® su cargo para convertirse, sin escalas, en diputado por el Frente para la Victoria (FPV), el partido de Kirchner. Como ministro de Planificaci¨®n, Inversi¨®n P¨²blica y Servicios tuvo a su cargo durante 12 a?os el reparto de todas las inversiones del Estado en infraestructura. Fue poderoso, muy poderoso, pero hoy su suerte ha cambiado. Un juez lo proces¨® el lunes en una causa que investiga el presunto reparto irregular de subsidios al transporte, con un perjuicio para el Estado de 600 millones de pesos (35,3 millones de d¨®lares). Fue el cuarto procesamiento en su contra, luego de una semana en la que el Congreso discuti¨® si debe votar su expulsi¨®n por ¡°inhabilidad moral¡±. De Vido no es candidato, pero su eventual prisi¨®n puede ser un duro golpe para la candidatura de Cristina Kirchner en las legislativas de octubre.

Desde los primeros meses de gobierno, N¨¦stor Kirchner ide¨® un sistema de subsidios al transporte de pasajeros con el objetivo de mantener congelado el precio de los boletos. El sistema reparti¨® dinero p¨²blico de acuerdo a la cantidad de kil¨®metros recorridos por los buses y la cantidad de pasajeros, datos que cada empresa aportaba al ministerio de De Vido bajo la forma de una declaraci¨®n jurada. En 2014 se implement¨® el boleto electr¨®nico y los buses fueron equipados con GPS, un sistema de control autom¨¢tico que puso fin a las declaraciones juradas.

Fue ah¨ª cuando comenzaron los problemas. La justicia compar¨® los datos previos y posteriores a la automatizaci¨®n y encontr¨® diferencias a favor de las empresas de hasta 50%. Muchos transportistas mintieron en sus declaraciones y cobraron subsidios de por 600 millones de pesos, de los cuales 200 millones correspondieron al combustible. El juez consider¨® ahora que hay pruebas suficientes para sospechar que De Vido y otros funcionarios bajo su ¨®rbita, como el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime, ampararon la maniobra de 251 empresarios, tambi¨¦n investigados.

De Vido neg¨® siempre su presunta responsabilidad en el reparto de subsidios y vincul¨® las causas que enfrenta a una persecuci¨®n judicial. Su figura es emblema de la pol¨ªtica de promoci¨®n de la obra p¨²blica que impuls¨® el kirchnerismo, y cualquier golpe que reciba perjudica tambi¨¦n a Cristina Kirchner. El martes pasado, un fiscal pidi¨® a un juez que procese y pida la quita de los fueros legislativos que protegen al exministro en una causa que investiga la presunta malversaci¨®n de 264 millones de pesos (15 millones de d¨®lares) en el desarrollo de una mina de carb¨®n en R¨ªo Turbio, en la Patagonia argentina. Durante varios d¨ªas, los medios especularon sobre la cantidad de diputados dispuestos a retirar los fueros a De Vido y la estrategia del gobierno de Mauricio Macri para convencer a los dubitativos. Pero el viernes, el juez Luis Rodr¨ªguez no acept¨® el pedido del fiscal y todos los c¨¢lculos quedaron en nada.

Anulada la v¨ªa judicial, el oficialismo necesita ahora dos tercios de los votos en el Congreso, donde est¨¢ en minor¨ªa, si pretende expulsar a De Vido de su banca en Diputados. La estrategia ser¨¢ la de declarar su ¡°inhabilidad moral¡± para ejercer el cargo. El proceso obligar¨¢ adem¨¢s al kirchnerismo a fijar una posici¨®n pol¨ªtica. Ni Cristina Kirchner ni los diputados que le responden opinaron sobre la ¨²ltima embestida judicial contra De Vido.

El exministro tambi¨¦n est¨¢ procesado por estrago culposo en la llamada ¡°tragedia de Once¡±, un accidente ferroviario que en 2012 dej¨® 52 muertos, por la compra de vagones inservibles a Portugal y Espa?a y por irregularidades en el servicio de trenes. Cada nueva causa es tambi¨¦n una mala noticia para Cristina Kirchner.