Las inc¨®gnitas del golpe turco
Un a?o despu¨¦s de la sublevaci¨®n militar, persisten los interrogantes que a¨²n buscan respuesta
Ha pasado un a?o del fallido golpe de Estado contra el Gobierno de Turqu¨ªa, pero numerosos interrogantes pesan todav¨ªa sobre lo que sucedi¨® en aquellas horas que conmocionaron al pa¨ªs euroasi¨¢tico y que se cobraron la vida de 248 leales al Ejecutivo (en su mayor¨ªa civiles) y 34 uniformados sublevados y dejaron m¨¢s de 2.000 heridos. Los juicios en marcha contra los militares implicados y la comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n ¡ªen la que la formaci¨®n islamista gobernante, el AKP, ten¨ªa mayor¨ªa absoluta para imponer su criterio¡ª?no han hecho lo suficiente por esclarecer los hechos y, en lugar de establecer lo ocurrido entre la tarde del 15 de julio y la ma?ana siguiente, cuando el golpe fue derrotado, se ha optado por acusaciones grandilocuentes y macroprocesos judiciales de contenido pol¨ªtico.
?Qui¨¦n dirigi¨® el golpe?
El centro de operaciones de los golpistas se estableci¨® en la base de Akinci, perteneciente a las Fuerzas A¨¦reas y situada en el extrarradio de la capital turca, Ankara. Para el Gobierno islamista, quien supervis¨® la sublevaci¨®n fue Feth¨¹llah G¨¹len, un cl¨¦rigo exiliado en EE UU que dirige una vasta y secreta red de seguidores a los que durante d¨¦cadas ha infiltrado en la Administraci¨®n. Hasta 2013 fue aliado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pero desde entonces son ac¨¦rrimos enemigos. La oposici¨®n turca coincide en que los g¨¹lenistas tuvieron un papel indiscutible en el levantamiento militar, pero tambi¨¦n cree que hubo otras facciones implicadas. El partido socialdem¨®crata CHP afirma en un informe que se trat¨® de ¡°un golpe bajo control¡±: el Gobierno ten¨ªa noticia de ¨¦l , pero lo dej¨® progresar para aprovecharlo pol¨ªticamente.
?Por qu¨¦ tardaron tanto en reaccionar el Gobierno y las tropas leales?
A trav¨¦s de un oficial militar, los servicios secretos turcos supieron del plan golpista a las 14.30 hora local (las 13.30 en la Espa?a peninsular) del 15 de julio de 2016, casi siete horas antes de que los tanques salieran a la calle. Dos horas despu¨¦s, el jefe de los servicios secretos, Hakan Fidan, alert¨® a la oficina del jefe del Estado Mayor, Hulusi Akar, pero ¨¦ste tard¨® m¨¢s de tres horas en emitir una alerta a sus unidades. Tampoco se inform¨® al Gobierno hasta ca¨ªda la tarde. A las 18.00, Fidan se present¨® en el despacho del jefe de las Fuerzas Armadas, con quien estuvo reunido durante dos horas y media, tras lo cual se march¨® a su oficina con total normalidad. En torno a las 23.00, Akar fue secuestrado por los golpistas y llevado a la base de Akinci.
El comandante de las Fuerzas Especiales, Zekai Aksakalli, se pregunt¨® en una comparecencia judicial por qu¨¦ Akar no orden¨®, como indican los manuales, que todas las unidades del Ej¨¦rcito quedasen internadas en sus cuarteles y se cerrase el espacio a¨¦reo de Turqu¨ªa, de manera que cualquier movimiento sospechoso se hiciese evidente. El analista militar Metin G¨¹rcan enumera tres posibles explicaciones para la extra?a actuaci¨®n de Fidan y Akar: ¡°Una, son unos incompetentes. Dos, infravaloraron la capacidad de acci¨®n de los golpistas. Tres, demostraron una clara falta de c¨¢lculo al pensar: 'dej¨¦mosles actuar y as¨ª expondremos a los g¨¹lenistas del Ej¨¦rcito y los atraparemos con las manos en la masa¡±. A todo ello hay que a?adir una nueva pregunta: ?por qu¨¦ Fidan y Akar siguen en sus puestos un a?o despu¨¦s y no han sido imputados, ni siquiera por negligencia?
?Por qu¨¦ los encargados de capturar a Erdogan fueron incapaces de localizarlo?
Este es uno de los episodios m¨¢s rocambolescos de la noche del golpe. El presidente Erdogan se encontraba de vacaciones en el Grand Yazici Club Turban de la localidad de Marmaris (suroeste de Turqu¨ªa), algo que varias web turcas hab¨ªan publicado. Sin embargo, al grupo de 25 integrantes del Comando de Ataque Subacu¨¢tico (SAT) que fue despachado con el objetivo de capturarlo o asesinarlo no se le facilitaron las coordenadas. Es m¨¢s, para cuando llegaron al lugar, a las 3.00 de la madrugada del 16 de julio, Erdogan ya hab¨ªa abandonado el hotel para tomar el avi¨®n presidencial en direcci¨®n a Estambul. El propio l¨ªder de los SAT reconoci¨® ante los tribunales que la operaci¨®n fue una chapuza y se pregunt¨® por qu¨¦ sus superiores la dirigieron as¨ª.
El avi¨®n presidencial de Erdogan lleg¨® a Estambul sin apenas contratiempos, pese a que fue localizado por los cazas F-16 de los golpistas. El relato oficial afirma que, aunque los mantuvieron pegados al aparato durante parte del trayecto, el piloto presidencial los enga?¨® cambiando el c¨®digo de su avi¨®n por el de un vuelo comercial de la aerol¨ªnea Turkish Airlines.
?Por qu¨¦ el Gobierno y el Ej¨¦rcito ignoraron las advertencias de los servicios secretos?
En los ocho meses anteriores al golpe de Estado los servicios secretos turcos (MIT) informaron 14 veces al Gobierno sobre presuntas iniciativas golpistas en el seno de las Fuerzas Armadas, incluso se avis¨® sobre los mandos que presuntamente estaban involucrados. En marzo de 2016, ante la aparici¨®n de varios art¨ªculos de prensa que se hac¨ªan eco del ruido de sables, el Estado Mayor emiti¨® un duro comunicado desmintiendo los rumores y pidi¨® perseguir a quienes propagaban aquellos bulos.
?Por qu¨¦ el Gobierno ignor¨® durante a?os las advertencias militares sobre los g¨¹lenistas?
Anteriores mandos militares alertaron al Gobierno de Erdogan, al menos desde 2004, de que los g¨¹lenistas ten¨ªan ¡°capacidad¡± suficiente para infiltrarse en todas las instituciones y propusieron ¡°monitorizarlos¡±. Erdogan se neg¨® porque entonces quien supon¨ªa un obst¨¢culo para los islamistas turcos era el Ej¨¦rcito y no la cofrad¨ªa de G¨¹len, tambi¨¦n islamista y con la que se ali¨® para, mediante procesos falsos como Ergenekon o Balyoz, descabezar a las Fuerzas Armadas. ¡°Le advert¨ª: 'hoy vienen a por nosotros, ma?ana ir¨¢n a por vosotros'. Pero Erdogan me respondi¨® que exageraba¡±, explicar¨ªa m¨¢s tarde el exjefe del Estado Mayor, Ilker Basbug, condenado en uno de esos juicios. En enero de 2015, un informe de la inteligencia militar alertaba sobre la posibilidad de que oficiales g¨¹lenistas diesen un ¡°golpe de forma temprana e inmadura¡± y alertaba de que los asistentes del presidente Erdogan ¡°deben ser cambiados inmediatamente¡± (ahora, varios est¨¢n imputados como parte de la trama golpista). Pero entonces tampoco se actu¨®.
?Hubo participaci¨®n extranjera en el golpe?
A Turqu¨ªa le molesta lo que considera fue una tibia reacci¨®n de sus aliados occidentales durante el golpe. M¨¢s a¨²n les escama el hecho de que la inteligencia militar de la OTAN haya adoptado una l¨ªnea pr¨¢cticamente calcada a la mantenida por los g¨¹lenistas y crea que el 15-J fue un autogolpe orquestado por el propio Erdogan. En varias ocasiones los ministros turcos han dejado caer que servicios secretos occidentales estuvieron implicados en el golpe. Se se?ala especialmente los lazos de G¨¹len con ciertos miembros de la CIA (su petici¨®n de asilo en EE UU a finales de la d¨¦cada de 1990 fue patrocinada por dos exmiembros de la agencia de espionaje, George Fidas y Graham Fuller, y un exembajador estadounidense, Morton Abramowitz) y otros servicios secretos occidentales.
Asimismo, el Gobierno de Ankara critica que pa¨ªses europeos hayan acogido a presuntos implicados en el complot. Seg¨²n sus cifras, 7.700 turcos han pedido asilo en Alemania tras el golpe, de los que un tercio est¨¢n relacionados con la red g¨¹lenista. M¨¢s de 700 militares buscados por Turqu¨ªa se han refugiado en pa¨ªses extranjeros, especialmente de Europa. Por ejemplo en Grecia, donde la Justicia ha dictaminado contra la extradici¨®n de los presuntos golpistas mientras exista el riesgo de que sean torturados en su pa¨ªs de origen.
?Por qu¨¦ no hay apenas imputados ni purgados entre las filas gubernamentales?
La oposici¨®n denuncia que las detenciones y purgas por vinculaci¨®n con la cofrad¨ªa g¨¹lenista se ceban en los contrarios al Gobierno y apenas en las filas oficialistas, pese a que precisamente el partido gobernante AKP ha sido el que mayor colaboraci¨®n ha tenido con la red del cl¨¦rigo exiliado (un n¨²mero nada desde?able de diputados de su grupo parlamentario en las legislaturas entre 2007 y 2015 eran g¨¹lenistas declarados). De hecho, uno de los militares acusados de liderar la sublevaci¨®n, Mehmet Disli, es hermano de uno de los dirigentes del AKP, Saban Disli. Asimismo, los yernos de dos importantes figuras dentro del partido ¡ªel alcalde de Estambul, Kadir Topbas, y el expresidente del Parlamento, B¨¹lent Arin?¡ª?est¨¢n siendo investigados por su participaci¨®n en la estructura g¨¹lenista pero, al contrario que otros, han sido inmediatamente puestos en libertad.
?Por qu¨¦ dijo Erdogan que el golpe fue ¡°un regalo de Dios¡±?
En su primera comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n una vez derrotado el golpe, Erdogan afirm¨® que hab¨ªa sido ¡°un regalo de Dios¡±, lo que increment¨® las sospechas de quienes ven su mano tras el complot. Desde luego, en los meses siguientes, ha aprovechado la oportunidad de forma inmejorable para reprimir a la oposici¨®n y hacer aprobar una reforma constitucional que le dar¨¢ mayores poderes. Reforma que, antes del golpe, no contaba con el apoyo parlamentario y popular necesario.
Pero que se beneficiase del golpe, no significa exactamente que estuviese tras ¨¦l. Shadi Hamid, autor del libro Islamic Exceptionalism, arguye que, quiz¨¢s, la respuesta sea m¨¢s simple: ¡°Erdogan cree literalmente que [el golpe] fue un regalo de Dios¡±, puesto que su fe en el destino es inquebrantable. Desde hace d¨¦cadas ha visto cada ascenso en los pelda?os de su carrera pol¨ªtica como un voto de confianza del pueblo pero tambi¨¦n como parte de un plan divino donde ¨¦l mismo tiene asignado un papel primordial.
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