La pol¨ªtica brasile?a imagina un futuro sin Lula por primera vez en d¨¦cadas

La Avenida Paulista, principal arteria de S?o Paulo, fue, el mi¨¦rcoles por la tarde, escenario de dos manifestaciones al mismo tiempo. Una era a favor del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva ahora que Sergio Moro, un juez de primera instancia, le ha condenado a nueve a?os y medio de c¨¢rcel por corrupci¨®n. Sus pancartas: "Lula, resiste. "La prisi¨®n a Lula es un golpe de estado". La otra manifestaci¨®n, a pocos metros, era en contra del mismo hombre. Sus pancartas: "Lula, ladr¨®n". "Te lleg¨® la hora".

De forma parecida podr¨ªa describirse el ambiente en todo Brasil, que ayer recibi¨® la hist¨®rica noticia de que su pol¨ªtico m¨¢s querido, a¨²n hoy un icono de la izquierda latinoamericana, se convert¨ªa en su primer expresidente condenado por corrupci¨®n. En las redes, donde Lula fue el tema del d¨ªa con diferencia, hab¨ªa tantas reacciones aplaudiendo la noticia como lament¨¢ndola. En un pa¨ªs que acumula cinco a?os de exasperante crisis pol¨ªtica, en el que el pueblo muestra cada vez m¨¢s hartazgo con la clase dirigente, de izquierda a derecha, su mayor superviviente se puede consolar en que su ca¨ªda al menos solo ha dividido al pueblo.

Precisamente por este aguante al desgaste, muchos en la clase pol¨ªtica celebran el no tener que lidiar m¨¢s con la amenaza de Lula. Y los corrillos se han volcado en un nuevo juego: adivinar cu¨¢l ser¨¢ el futuro de Lula. La posibilidad de que el expresidente y su alargada sombra desaparezcan del mapa pol¨ªtico por primera vez en d¨¦cadas supondr¨ªa un cambio s¨ªsmico en el panorama, sobre todo de cara a las elecciones presidenciales de 2018, para las que Lula era el candidato favorito.

Sus muchos partidarios apuntan que Lula todav¨ªa puede recurrir a una segunda instancia. Entonces, o bien podr¨ªa ganar las elecciones y escudarse en el aforamiento de la presidencia antes de la nueva sentencia, o podr¨ªa ser incluso declarado inocente. Sus detractores recuerdan que tras esta a¨²n quedan otras cuatro sentencias esperando ser publicadas y que para sobrevivir a semejante bola de nieve le har¨¢ falta algo m¨¢s que capital pol¨ªtico.

De momento, el futuro inmediato del presidente est¨¢ solo en manos de tres hombres: los jueces que conforman el Tribunal Federal de la Cuarta Regi¨®n (TRF4) de Porto Alegre, encargado de estudiar la sentencia de Lula en la segunda instancia. Sus abogados ya han anunciado que piensan recurrir la decisi¨®n de Moro: ¡°Esa sentencia desprecia las pruebas de la inocencia [del expresidente]¡±, protestan en un comunicado de prensa emitido el mi¨¦rcoles por la tarde. Lula dar¨¢ una rueda de prensa el jueves a las 11 de la ma?ana, hora de Brasilia (cuatro de la tarde, hora peninsular espa?ola, nueve de la ma?ana en Ciudad de M¨¦xico), en la que, se espera, repetir¨¢ una idea parecida.

As¨ª, por ahora el juego consiste en predecir el comportamiento de ese Tribunal. Se sabe que ha recibido 48 sentencias de Moro: de esas ha confirmado algo m¨¢s de la mitad. Tambi¨¦n se sabe que tarda unos dos a?os en pronunciarse, lo que es una noticia excelente para Lula porque tendr¨ªa tiempo de llegar a las presidenciales. Pero, por otro lado, son m¨¢s raudos si las sentencias vienen de Sergio Moro: hist¨®ricamente han tardado un a?o. No hay detalle que no sirva para justificar una decisi¨®n

El panorama brasile?o sin Lula no resulta m¨¢s alentador. Su agrupaci¨®n, el Partido de los Trabajadores, no ha encontrado qui¨¦n sea capaz de recoger el testigo de Lula. Los dem¨¢s candidatos tradicionales est¨¢n pr¨¢cticamente fuera de juego en las encuestas: el actual Gobierno, una coalici¨®n de varios de ellos, tiene una aprobaci¨®n del 7% en las encuestas. As¨ª, el principal beneficiado es Jair Bolsonaro, el segundo en las encuestas, un exmilitar que ha sido apodado el Trump brasile?o por sus exabruptos machistas, sexistas y autoritarios, algo que ha disparado su popularidad en redes sociales.