Lula no renuncia a ser candidato a las elecciones brasile?as de 2018

¡°Quien crea que este es el fin de Lula se va a llevar un chasco. Solo el pueblo tiene el poder de decretar mi fin¡±, ha dicho quien es ya el primer expresidente brasile?o condenado por corrupci¨®n, por aceptar sobornos y lavar dinero. Este jueves, 24 horas despu¨¦s de conocerse la sentencia, ha hecho lo posible por recordar que sigue siendo el mismo: un icono de la izquierda brasile?a, campechano y receloso de la autoridad. La v¨ªctima de un complot, seg¨²n ¨¦l, para evitar que vuelva a la presidencia de un pa¨ªs que solo ha ido a peor sin su ayuda. Ahora tendr¨¢ que recurrir la sentencia a una segunda instancia si quiere ara?ar una posibilidad de presentarse, como desea, a las elecciones generales del a?o que viene. Pero, recuerda, sigue siendo el favorito en las encuestas. El exmandatario ha llegado a reiterar las palabras m¨¢gicas: ¡°Ser¨¦ candidato a las elecciones de 2018¡±. Ante su declaraci¨®n, la sala estall¨® en aplausos.

Lula ha intentado proyectar calma ante sus fieles, recordando que este contratiempo estaba dentro de lo esperado. ¡°Yo ya imaginaba que este proceso iba a terminar as¨ª porque lo ¨²ltimo que le importaba a las personas que me hicieron testificar era lo que yo tuviera que decirles¡±, ha lamentado. ¡°Era imposible que los que prepararon el golpe contra Dilma [Rousseff, la expresidenta destituida en agosto de 2016] se fueran a quedar de brazos cruzados para que los mismos volvamos en 2018. Pero que sepan que sigo dentro del juego¡±.

No le falta raz¨®n en que, all¨ª donde sus enemigos tienen el poder de las instituciones, ¨¦l mantiene a¨²n hoy un apoyo popular sorprendente. Cuando este mi¨¦rcoles se public¨® la noticia de la condena al pol¨ªtico m¨¢s querido de Brasil, a¨²n hoy un referente de la izquierda latinoamericana, el pa¨ªs se dividi¨® pr¨¢cticamente en dos. Se solaparon, en las calles y tambi¨¦n en las redes, las muestras de apoyo y de repudia al que fue presidente en los a?os dorado del pa¨ªs, entre 2002 y 2010.

Mientras, los analistas de Brasilia intentaban predecir lo impredecible. La ausencia del expresidente allana el camino para el segundo en las encuestas: Jair Bolsonaro, un exmilitar conocido como el Trump brasile?o por sus exabruptos machistas, sexistas y autoritarios. Este hombre, ahora un evang¨¦lico pero que ha pasado por cinco partidos en las ¨²ltimas siete legislaturas, se ha convertido en el mayor furor pol¨ªtico en redes sociales del a?o. La agrupaci¨®n de Lula, el Partido de los Trabajadores, ha sido incapaz de encontrar a alguien que recoja el testigo del expresidente, al igual que casi todos los partidos tradicionales, los cuales est¨¢n pr¨¢cticamente fuera de juego en las encuestas. Sin Lula, Brasilia es el reino de un agitador y todos los que se quemaron intentando quitarle el puesto.