Los republicanos lanzan su ataque definitivo al Obamacare

El Partido Republicano est¨¢ inmerso en una batalla interna que definir¨¢ el futuro del modelo sanitario de Estados Unidos y cu¨¢nto une a los conservadores su animadversi¨®n feroz a Obamacare, la ley impulsada por el expresidente Barack Obama. La c¨²pula republicana del Senado present¨® este jueves una nueva versi¨®n de su reforma sanitaria, que rebaja algunos de los recortes previstos inicialmente en un intento de seducir a los legisladores m¨¢s moderados. Sin embargo, dos senadores republicanos mantuvieron su oposici¨®n al texto, lo que sigue sin asegurar que cuente con los apoyos necesarios para salir adelante.

Tras siete a?os prometiendo derogar Obamacare e insistir en los ¨²ltimos meses en que la ley est¨¢ en una espiral autodestructiva, los republicanos afrontan un examen de realidad y la presi¨®n de cumplir ahora que, por primera vez en 10 a?os, controlan el poder ejecutivo y legislativo en Washington.

El debate es ¨²nicamente republicano dado que los dem¨®cratas no han sido invitados a sumarse ni lo han pedido demasiado dado que lo consideran una afrenta al legado de Obama. Tras verse obligado a retrasar sus planes, el l¨ªder conservador en el Senado, Mitch McConnell trata de buscar una soluci¨®n que satisfaga a las facciones m¨¢s moderadas y radicales de su bancada. McConnell, que se juega su fama de h¨¢bil y veterano estratega, necesita garantizarse el apoyo de 50 de los 52 senadores republicanos para poder someter a votaci¨®n la propuesta en los pr¨®ximos d¨ªas.

Sin embargo, al menos dos senadores, Susan Collins y Rand Paul, consideraron insuficientes los cambios y otros tantos se mostraron esc¨¦pticos. Las modificaciones rectifican algunas rebajas fiscales a los m¨¢s ricos incluidas en la primera propuesta de ley y aminoran ligeramente los recortes al programa semip¨²blico para personas de bajos recursos (Medicaid).

La propuesta reduce subsidios p¨²blicos y frena la expansi¨®n de Medicaid. Mantiene la obligaci¨®n de Obamacare a las aseguradoras de ofrecer un plan m¨¦dico que cueste igual a todo el mundo, independiente de los antecedentes, y que incluya unos requisitos m¨ªnimos de cobertura. Pero permite a las compa?¨ªas vender paquetes con menos requisitos, es decir planes de cobertura m¨¢s simples, que no incluyen por ejemplo medicina preventiva o salud mental. Y tambi¨¦n les da v¨ªa libre para volver, en esos planes alternativos, a pr¨¢cticas que Obamacare finiquit¨®: poner l¨ªmites de gasto a la asistencia a pacientes, denegar atenci¨®n a personas con antecedentes graves y cobrarles m¨¢s.

¡°El objetivo es estabilizar y reformar el mercado de seguros en colapso que ha dejado a demasiados sin opciones, y aspirar a hacer m¨¢s asequibles y flexibles los seguros¡±, dijo McConnell en el pleno de la C¨¢mara Alta.

La inmensa mayor¨ªa de estadounidenses recibe su cobertura sanitaria por medio de sus empleos. Para los que no lo hacen, Obamacare cre¨® un mercado de seguros privados, expandi¨® el programa Medicaid e impuso requisitos a los ciudadanos y aseguradoras con el objetivo de facilitar la cobertura sanitaria e impedir abusos. La reforma dio cobertura m¨¦dica a 22 millones de personas que no ten¨ªan. Pero la creaci¨®n del mercado privado ha provocado un aumento del coste mensual de los seguros y la reducci¨®n de la oferta de aseguradoras en algunos Estados.

La reforma republicana busca rebajar los precios y eliminar regulaciones y ayudas p¨²blicas, pero supone un varapalo para las personas pobres y con peor salud, que corren el riesgo de quedarse sin seguro o tener que pagar mucho m¨¢s. La Oficina Presupuestaria del Congreso estim¨® que la primera versi¨®n de ley del Senado har¨ªa que en 2026 hubiera 22 millones de personas m¨¢s sin seguro.

En caso de aprobarse la reforma, el Senado y la C¨¢mara de Representantes deber¨ªan llegar a una propuesta consensuada. Si fuera validada, se convertir¨ªa en ley con la firma del presidente Donald Trump. Los republicanos conseguir¨ªan su primera victoria legislativa desde la llegada del magnate inmobiliario a la Casa Blanca en enero y dar¨ªan un golpe mortal a un pilar de la presidencia de Obama.