La presencia de milicias chi¨ªes cerca de Mosul irrita a sun¨ªes y kurdos
Sus ense?as en los accesos a la ciudad revelan el peso de esos paramilitares en Irak tras la salida del ISIS
Ali Jamenei, el l¨ªder supremo de Ir¨¢n, sonr¨ªe en el puesto de control entre Tawajna y Omar Khan. Para los habitantes de estas dos aldeas iraqu¨ªes de los alrededores de Mosul, sun¨ªes hasta la m¨¦dula, la imagen del ayatol¨¢ chi¨ª es la ¨²ltima humillaci¨®n y un signo inequ¨ªvoco del peligro de volver a sus casas tras la expulsi¨®n del Estado Isl¨¢mico (ISIS). El p¨®ster, como las banderolas que ondean sobre la casamata, lo han colocado los milicianos chi¨ªes que gestionan el puesto. La presencia de estos no s¨®lo irrita a la poblaci¨®n local. Tambi¨¦n los militares kurdos se quejan del poder que les concede el Gobierno de Irak.
Raro es el control en los accesos a Mosul que no exhiba alguna ense?a chi¨ª: banderines verdes y rojos, estandartes con la imagen sin rostro de Husein, el m¨¢s venerado de los imanes de esa rama del islam, o fotos de ayatol¨¢s. La mayor¨ªa de los puestos est¨¢ en manos de las Unidades de Movilizaci¨®n Popular (UMP, o Hashd al Shaabi en ¨¢rabe), el alistamiento que anim¨® el ayatol¨¢ Ali Sistani, el l¨ªder espiritual de los chi¨ªes iraqu¨ªes, tras el avance del ISIS en 2014. A pesar de esfuerzos recientes para diversificar su composici¨®n con otras confesiones, esa estructura paramilitar sigue dominada por milicias chi¨ªes, las principales de las cuales est¨¢n respaldadas por Ir¨¢n (de ah¨ª la foto de Jamenei).
¡°Ver esto a diario, te saca de quicio¡±, afirma un joven sun¨ª poco sospechoso de simpat¨ªas con el ISIS. Se trata un universitario de Mosul que, ante el avance de ese grupo extremista sun¨ª, se refugi¨® con su familia en Erbil, la capital del Kurdist¨¢n iraqu¨ª, y ahora trabaja con una ONG que atiende a los desplazados internos. Su incomodidad es un reflejo del enorme foso de desconfianza que existe entre las distintas comunidades ¨¦tnicas y confesionales de Irak.
Aunque por motivos diferentes, a los responsables kurdos tambi¨¦n les molesta la presencia de las milicias chi¨ªes. ¡°Preguntan a la gente qui¨¦nes son, a d¨®nde van¡ ?Con qu¨¦ autoridad lo hacen?¡±, se queja el general de las fuerzas kurdas (peshmerga) Ato Barzani, vicejefe del frente de Khazar, en la linde occidental de la regi¨®n aut¨®noma de Kurdist¨¢n. Este militar, que represent¨® a los peshmerga en la ceremonia en la que el primer ministro iraqu¨ª, Haider al Abadi, proclam¨® la derrota del ISIS en Mosul, acusa al Ej¨¦rcito iraqu¨ª de entregar a las UMP el terreno liberado.
Es un hecho que las fuerzas iraqu¨ªes est¨¢n desbordadas. Delegar las tareas de seguridad en las milicias permite concentrar los efectivos militares (y unidades antiterroristas de la polic¨ªa) en el combate. Pero tambi¨¦n tiene graves implicaciones pol¨ªticas. Por un lado, alienan a las poblaciones sun¨ªes que perciben a los chi¨ªes (tres quintos de los 38 millones de iraqu¨ªes) como invasores deseosos de venganza. Por otro, merman la autoridad del Estado al establecer canales paralelos que muchas veces conducen a Teher¨¢n.
Muchos analistas temen que la actuaci¨®n de las milicias agrave los prejuicios confesionales e impida la ya de por s¨ª dif¨ªcil reconciliaci¨®n
Los kurdos se sienten traicionados. ¡°Alcanzamos un acuerdo con los integrantes de la coalici¨®n [que combate al ISIS] para cooperar con las Fuerzas Armadas iraqu¨ªes, no con los Hashd¡±, recuerda el general de los peshmerga Saman Talabani, responsable de la coordinaci¨®n con el Ej¨¦rcito iraqu¨ª para la batalla de Mosul. ¡°Insistimos en ello porque la gente local tiene un problema [con esos grupos]¡±, explica en referencia a que los habitantes de la provincia son esencialmente sun¨ªes (sean ¨¢rabes, kurdos o turcomanos) y, en menor medida, cristianos. A cambio los peshmerga se comprometieron a ¡°no entrar en la zona ¨¢rabe¡±.
De hecho, la participaci¨®n de las UMP en la toma de Mosul se ha reducido respecto a otras batallas anteriores. En principio, deb¨ªan limitarse a la margen izquierda del Tigris y mantenerse a una veintena de kil¨®metros de la ciudad. Pero el general Talabani denuncia que ¡°cuando las tropas tomaron Ali Rash [una aldea chi¨ª a menos de 10 kil¨®metros del este de Mosul] empezaron a llegar peque?os grupos de Hashd y poco a poco se extendieron hasta Qaraqosh¡±. Adem¨¢s, ya est¨¢n combatiendo en Tel Afar, donde seg¨²n los kurdos no tienen que entrar.
Muchos analistas temen que la actuaci¨®n de las milicias agrave los prejuicios confesionales, e impida la ya de por s¨ª dif¨ªcil reconciliaci¨®n. Los propios responsables de esos grupos son conscientes del peligro y han rebajado su tono sectario. Tambi¨¦n est¨¢n haciendo gestos para ganarse la confianza de sus compatriotas sun¨ªes. El pasado martes, hombres que llevaban la insignia de las UMP repart¨ªan comida en varias aldeas cercanas a Al Qayara. Resulta improbable que eso sea suficiente.
¡°La liberaci¨®n de Mosul ha extendido la ideolog¨ªa de los Hashd, que es la religi¨®n¡±, se?ala el general Barzani, antes de poner como ejemplo que cuando primer ministro Al Abadi anunci¨® la liberaci¨®n de Mosul, dio las gracias al ayatol¨¢ Sisitani. ¡°Para los militares [iraqu¨ªes], la afiliaci¨®n chi¨ª es m¨¢s importante que su pa¨ªs; incluso en sus Humvees y carros de combate llevan la bandera chi¨ª¡±, concluye.
Un cad¨¢ver en el Tigris
"Daesh", asegura el polic¨ªa encogiendo los hombros mientras un cuerpo, probablemente de un miembro del Estado Isl¨¢mico (ISIS, o Daesh en ¨¢rabe), pasa Tigris abajo a la altura del pont¨®n militar que une ambas orillas del r¨ªo en Al Munirah. Desde que hace unas semanas se intensificara la ofensiva militar para recuperar la ciudad vieja de Mosul, 40 kil¨®metros m¨¢s al norte, las aguas han estado trayendo cad¨¢veres. Los locales no se atreven a tocarlos por temor a meterse en l¨ªos. Los uniformados los ignoran en un ¨²ltimo castigo a un enemigo deshumanizado por la brutalidad de la guerra.
Pero para los musulmanes sun¨ªes de Irak, el gesto es no s¨®lo una falta de respeto hacia el fallecido, sino un ejemplo m¨¢s de la escasa humanidad de sus compatriotas chi¨ªes, que constituyen la mayor¨ªa de las fuerzas armadas.
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