Los republicanos buscan la unidad concentr¨¢ndose en la reforma fiscal

La reforma sanitaria se desmorona y los republicanos tratan ahora de recomponer su unidad mirando hacia la reforma fiscal. As¨ª se entienden las medidas que recoge la propuesta de gasto presentada por el comit¨¦ presupuestario de la C¨¢mara de Representantes, que incluye una serie de directrices a la hora de reducir los impuestos y lo vincula a que se ejecuten recortes de gasto en programas sociales muy sensibles.

Por un lado, la propuesta que est¨¢ sobre la mesa incluye destinar 621.000 millones de d¨®lares al gasto en Defensa y Seguridad durante el ejercicio 2018, que arranca en octubre. Son 18.000 millones m¨¢s de lo que solicitaba la Casa Blanca. La partida incluye fondos para el muro con M¨¦xico pero ignora recortes en el departamento de Estado.

Por el contrario, la iniciativa republicana buscar redefinir programas como la asistencia sanitaria a jubilados Medicare, las pensiones p¨²blicas o las ayudas para la compra de alimentos. El plan fiscal asume as¨ª una reducci¨®n de 203.000 millones del d¨¦ficit p¨²blico durante los pr¨®ximos 10 a?os. Es un ajuste m¨¢s agresivo que el borrador que planteaba la Administraci¨®n de Donald Trump.

Los planes de la Casa Blanca y de la C¨¢mara de Representantes, por tanto, buscan incrementar el gasto en Defensa de una manera estable hasta 2027, al tiempo que reduce otras partidas para lograr un equilibrio en las cuentas p¨²blicas gracias tambi¨¦n a una expansi¨®n m¨¢s vigorosa de la econom¨ªa. El comit¨¦ estima que la aplicaci¨®n del presupuesto elevar¨¢ el crecimiento al 2,6% de media anual.

Ese ritmo de expansi¨®n es m¨¢s suave que el 3% que se pone como objetivo Donald Trump. La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ya advirti¨® que esa tasa de crecimiento no es realista. La Oficina Presupuestaria del Congreso, por su parte, proyect¨® una cifra m¨¢s pr¨®xima al 2% y tambi¨¦n cuestion¨® as¨ª que con este crecimiento se pueda lograr el super¨¢vit fiscal.

Recortes neutros

La propuesta incluye, en paralelo, gu¨ªas para proceder a la reforma fiscal, clave para impulsar el crecimiento. Cualquier recorte de impuestos debe ser neutro, por lo que habr¨¢ que compensarlo con un alza de ingresos o con una reducci¨®n del gasto. Tambi¨¦n apoya que el sistema impositivo actual cambie a uno ¡°territorial¡±. EE UU es el ¨²nico pa¨ªs desarrollado que grava los beneficios en el exterior.

La Casa Blanca debe presentar a¨²n una propuesta detallada para proceder a la reforma fiscal. Pero los l¨ªderes republicanos quieren ir prepar¨¢ndole ya el camino. Podr¨ªa, incluso, acabar sumando a algunos miembros dem¨®cratas si se logra cambiar la din¨¢mica pol¨ªtica actual en el Capitolio. Los dos partidos comparten, por ejemplo, que se modifique el impuesto de sociedades.

La simplificaci¨®n del c¨®digo fiscal y la rebaja de impuestos, en cualquier caso, no ser¨¢ simple pese a que la filosof¨ªa sea compartida. Hay diferencias en el detalle incluso entre los republicanos. De hecho es una cuesti¨®n que se llevaba debatiendo tres d¨¦cadas en Washington sin que se haya logrado adoptar una legislaci¨®n significativa. Pero los conservadores necesitan desesperadamente superar su divisi¨®n.

El fracaso en la reforma sanitaria mete as¨ª m¨¢s presi¨®n a los republicanos para lograr pasar el presupuesto lo m¨¢s r¨¢pido posible, para que as¨ª el Gobierno disponga de fondos para seguir funcionando con normalidad a partir del 1 de octubre. Lo que est¨¢ por ver es c¨®mo reaccionan los miembros m¨¢s moderados entre los republicanos, reacios a recortes dr¨¢sticos del gasto en programas sociales.