Trump y Putin tuvieron en el G-20 una segunda reuni¨®n de la que no informaron

Faltaba la guinda. La pol¨¦mica relaci¨®n entre Donald Trump y Vlad¨ªmir Putin tuvo un cap¨ªtulo oculto a los ojos del mundo. En la cumbre del G-20 celebrada en Hamburgo, ambos presidentes mantuvieron una reuni¨®n que hasta ahora no hab¨ªa trascendido. Fue durante un cena de l¨ªderes y sus parejas celebrada el 7 de julio, horas despu¨¦s de su primer encuentro bilateral.

La segunda cita surgi¨® de forma aparentemente casual. Durante el convite nocturno, Trump ten¨ªa como compa?eros de mesa al primer ministro japon¨¦s, Shinzo Abe, y a la esposa del presidente argentino. Transcurrida una hora, les dej¨® y, seg¨²n The Washington Post, se fue a sentar junto a Putin. Entre ambos s¨®lo permaneci¨® el int¨¦rprete del l¨ªder ruso.

Lo que se dijeron qued¨® en el misterio. La Casa Blanca no ha explicado el contenido de la conversaci¨®n y el presidente, sin entrar en detalles, se ha limitado a despreciar la informaci¨®n como "deshonesta y enferma". "Hasta una cena preparada para los 20 l¨ªderes mundiales en Alemania la hacen aparecer como siniestra", tuite¨® Trump. Esta falta de transparencia est¨¢ destinada a atizar la pol¨¦mica.

La relaci¨®n entre Trump y Putin viene ensombrecida por la interferencia electoral del Kremlin. Durante la campa?a estadounidense, los servicios secretos rusos lanzaron una operaci¨®n de desprestigio contra la candidata dem¨®crata Hillary Clinton. El ataque, que incluy¨® el saqueo de los ordenadores del Partido Dem¨®crata, fue contestado por la Administraci¨®n de Barack Obama con fuertes sanciones y la apertura de una investigaci¨®n del FBI. Las pesquisas han derivado en un enorme esc¨¢ndalo en Washington y ahora est¨¢n bajo el mando de un fiscal especial, el legendario Robert Mueller, quien durante 13 a?os dirigi¨® el FBI.

En este horizonte, cualquier contacto entre ambos presidentes es mirado con lupa. As¨ª ocurri¨® con la reuni¨®n oficial que celebraron ese viernes por la ma?ana. Con una duraci¨®n prevista de 35 minutos, se alarg¨® m¨¢s de dos horas. En ella estuvieron presentes el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el ministro de Exteriores ruso, Serg¨¦i Lavrov. Durante el encuentro se acord¨® un alto el fuego parcial en Siria y se trat¨®, seg¨²n la Casa Blanca, la implicaci¨®n del Kremlin en la trama rusa.

¡°Le pregunt¨¦ a Putin dos veces si hab¨ªa interferido y las dos veces me dijo que no categ¨®ricamente. ?Qu¨¦ voy a hacer? ?Acabar a pu?etazos con ¨¦l?¡±, contar¨ªa Trump d¨ªas despu¨¦s en el avi¨®n presidencial a los periodistas. De la segunda charla nada dijo.

La reuni¨®n hab¨ªa permanecido hasta ahora inexplicamente en la sombra. La Casa Blanca ha intentado rebajar su importancia. "Durante la cena, todos los l¨ªderes se movieron por la habitaci¨®n y hablaron unos con otros l¨ªbremente. El presidente Trump convers¨® con muchos dirigentes a lo largo de la velada.Y cuando la cena estaba concluyendo, se dirigi¨® a a su esposa Melania y ah¨ª aprovech¨® para hablar con Putin", indic¨® un portavoz, quien no dio detalles del contenido de la conversaci¨®n.

Las cr¨ªticas ante esta opacidad no se han hecho esperar. Para muchos, confirma que entre Trump y Putin se ha establecido un nexo excepcional que el presidente quiere conservar a toda costa. El presidente nunca ha escondido la fascinaci¨®n que siente por el ruso. Le considera un ¡°valor seguro¡±, le ha antepuesto en p¨²blico al ¡°d¨¦bil¡± Barack Obama y le ha defendido de las acusaciones de asesinato a opositores. ¡°?Te crees que nuestro pa¨ªs es tan inocente?¡±, lleg¨® a contestar en una entrevista televisada. En las ¨²ltimas semanas, ha mantenido la misma actitud pese a que ha trascendido que su propio hijo mayor se reuni¨® en plena campa?a con supuestos emisarios del Kremlin para recibir informaci¨®n t¨®xica contra Clinton. Ahora, el descubrimiento de esta segunda reuni¨®n ahonda las sospechas.

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