El Gobierno y la Fiscal¨ªa brasile?a llevan su pulso a Washington

Se movieron por las mismas calles pero tuvieron agendas paralelas. No coincidieron en ning¨²n acto aunque se contactaron por tel¨¦fono como signo de cordialidad. El ministro de Justicia brasile?o, Torquato Jardim, y el fiscal general, Rodrigo Janot, han estado esta semana en Washington. Se han reunido por separado con las autoridades judiciales estadounidenses. Pero sobre todo han exhibido el pulso entre el poder ejecutivo y judicial sobre el futuro del presidente Michel Temer, que tiene en jaque a Brasil.

Janot es una pesadilla para Temer. El fiscal present¨® a finales de junio una denuncia formal contra el presidente por un delito de corrupci¨®n. A partir de la confesi¨®n pactada del due?o del conglomerado c¨¢rnico JBS, Joesley Batista, y posteriores comprobaciones policiales, acus¨® a Temer de acordar el pasado marzo el cobro de sobornos a cambio de favores del Gobierno. Es la primera acusaci¨®n de ese tipo a un mandatario brasile?o y lo ha puesto contra las cuerdas. La denuncia tiene que ser avalada por al menos dos tercios del Congreso y su aceptaci¨®n dejar¨ªa al pa¨ªs sin presidente.

Temer puede correr la misma suerte que su predecesora, Dilma Rousseff, de la que fue vicepresidente y luego maniobr¨® para que fuera destituida por el Congreso el a?o pasado en un proceso de impeachment. Ante la ofensiva de la Fiscal¨ªa, Temer ha contraatacado. Acusa a Janot de tener motivaciones pol¨ªticas y habla de un ¡°atentado¡± contra el pa¨ªs.

En Washington, el fiscal general ha parecido impasible. En un coloquio, el mi¨¦rcoles, en el Atlantic Council, un laboratorio de ideas, se le pregunt¨® si le preocupaban las consecuencias pol¨ªticas de sus investigaciones. ¡°Si las considero, no puedo hacer mi trabajo¡±, respondi¨® con calma. ¡°Lo que hago es aplicar la ley, si los hechos se corresponden con un delito o no. En una Rep¨²blica, cualquier persona es igual bajo la ley¡±.

Su intervenci¨®n en el centro de estudios empez¨® con una reflexi¨®n que ilustra la transformaci¨®n de Am¨¦rica Latina en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas: ¡°Ahora, es conocida por su n¨²mero de jueces y fiscales, no por los generales. Es un gran cambio. Espero que dure¡±.

No hay pa¨ªs en que esa realidad sea m¨¢s n¨ªtida que en Brasil, acechado en los ¨²ltimos a?os por un interminable goteo de casos de corrupci¨®n que han sacudido a la clase gobernante. ¡°La crisis pol¨ªtica no es causada por las investigaciones. O¨ªmos cada d¨ªa que el sistema judicial brasile?o est¨¢ criminalizando a los pol¨ªticos. No es verdad. Lo que hacemos es aplicar la ley respetando la amplia oportunidad a la defensa y buscando a delincuentes independientemente del hecho de que tengan mandatos pol¨ªticos¡±, dijo. ¡°Arrojar luz sobre la corrupci¨®n es la mejor manera de limpiarlo todo. Desempe?amos un papel importante con la sociedad civil, que se ha estado movilizando¡±.

Janot no solo ha defendido en Washington su trabajo y ha subrayado los cambios ¡°irreversibles¡± de la sociedad brasile?a ante la corrupci¨®n sino que tambi¨¦n ha lanzado advertencias impl¨ªcitas a Temer sobre la posibilidad de que pueda presentar nuevas acusaciones contra ¨¦l. ¡°El ministerio p¨²blico no tiene prisa, depende de la investigaci¨®n. Existen investigaciones en curso¡±, dijo el lunes en otro debate, en el Wilson Center.

El fiscal, en el cargo desde 2013, record¨® que su mandato termina a mediados de septiembre y que actuar¨¢ de nuevo contra el presidente dependiendo de c¨®mo evolucione la trama hasta entonces. ¡°Si tengo ese cuadro definido, no puedo dejar de practicar acto. Si no [lo tengo definido], no tengo necesidades de averiguar¡±, se?al¨®.

En la misma sala de ese think tank, Jardim hizo dos d¨ªas despu¨¦s un ejercicio de equilibrios. El titular de Justicia, que fue nombrado a finales de mayo, se present¨® como un ¡°asesor cercano¡± del presidente que ¡°est¨¢ con la Rep¨²blica¡±. Subray¨® que la investigaci¨®n de Lava Jato es una ¡°ganancia imparable¡± de la sociedad y que ¡°ocurrir¨¢ lo que tenga que ocurrir bajo la Constituci¨®n y las leyes¡±.

Pero cuando a Jardim se le pregunt¨® si fue inapropiada la conversaci¨®n entre Temer y el empresario c¨¢rnico, que propici¨® la acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa, respondi¨® con evasivas: ¡°El asunto est¨¢ en los tribunales. No soy un consejero del presidente en los tribunales¡±. Lo mismo ocurri¨® al ser inquirido sobre la posibilidad de nuevas acusaciones al presidente: ¡°Haremos lo que tengamos que hacer, veamos qu¨¦ ocurre primero¡±.

A las dos horas de que hablara Jardim en el Wilson Center, lo hac¨ªa Janot en el Atlantic Council. Les separaban pocas cuadras en el centro de Washington. ¡°Los dos viajes se planearon de forma separada¡±, aleg¨® el ministro de Justicia, que explic¨® que conoce al fiscal general desde hace a?os. ¡°Le llam¨¦ y le dije que estar¨ªa aqu¨ª. Es una coincidencia total, no fue planificado¡±.