Reino Unido acepta mantener la libre circulaci¨®n de personas tras el ¡®Brexit¡¯
El ministro euroesc¨¦ptico Michael Gove confirma que existe consenso en el Gobierno para mantener abiertas las fronteras a los ciudadanos de la UE durante un periodo de transici¨®n
Reino Unido est¨¢ dispuesto a permitir la libre circulaci¨®n de ciudadanos de la UE una vez se haya producido el Brexit, en marzo de 2019, durante un periodo transitorio de al menos dos a?os. As¨ª lo han reconocido incluso algunos de los ministros m¨¢s euroesc¨¦pticos de un Gobierno debilitado, que parece as¨ª ceder al clamor del mundo empresarial, temeroso de los efectos negativos para la econom¨ªa de una ruptura radical con el bloque.
Se trata de una victoria del sector m¨¢s moderado del Gabinete, liderado por el ministro de Econom¨ªa, Philip Hammond. Este cree contar, seg¨²n publica The Times, con el apoyo de todos los miembros del Gobierno para aplazar la entrada en vigor de un nuevo r¨¦gimen de inmigraci¨®n hasta despu¨¦s de concluido el llamado ¡°periodo de implementaci¨®n¡±. El consenso es que dicho periodo dure dos a?os, seg¨²n The Times, pero un Hammond fortalecido desea que se extienda hasta tres o cuatro a?os despu¨¦s de que se formalice la salida que, seg¨²n los plazos establecidos por el art¨ªculo 50 del Tratado de Lisboa, se producir¨¢ al final de marzo de 2019.
El batacazo electoral de Theresa May, que perdi¨® su mayor¨ªa absoluta el pasado 8 de junio, en unas elecciones que adelant¨® convencida de que reforzar¨ªan su posici¨®n, ha minado su autoridad y ha hecho aflorar las profundas diferencias que existen en el Partido Conservador y en el propio Gobierno sobre el Brexit. Muchos interpretaron el castigo en las urnas como un rechazo al Brexit duro que ven¨ªa defendiendo la primera ministra desde que lleg¨® al poder hace un a?o.
Resulta significativo que el propio Michael Gove, primer espada de la campa?a por el Brexit en el refer¨¦ndum y hoy ministro de Medio Ambiente y Agricultura, haya sido el encargado de reconocer que el Gobierno est¨¢ de acuerdo en la necesidad de un periodo transitorio con ¡°un acercamiento pragm¨¢tico¡± a la libre circulaci¨®n de personas. ¡°S¨¦ por la agricultura y otras industrias cu¨¢n importante es asegurar que seguimos teniendo acceso a la mano de obra de alta calidad de la que depende nuestra econom¨ªa¡±, ha dicho este viernes, en su primer gran discurso desde que volvi¨® al Gobierno tras las ¨²ltimas elecciones. ¡°Mientras salimos de la UE, tendremos un periodo de implementaci¨®n que garantizar¨¢ que seguimos teniendo acceso no solo a la mano de obra sino a la estabilidad econ¨®mica y la certidumbre que requieren las empresas. Eso es algo en torno a lo que el Gobierno est¨¢ unido¡±.
Ya en su carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que activ¨® el proceso de salida el pasado 29 de marzo, May habl¨® en abstracto de ¡°periodos de implementaci¨®n para ajustarse de manera suave y ordenada a los nuevos acuerdos¡±. M¨¢s recientemente, en su propuesta relativa a los derechos de los ciudadanos europeos residentes en suelo brit¨¢nico, habl¨® de un ¡°periodo de gracia¡± de dos a?os, en el que estos podr¨ªan seguir disfrutando de los mismos derechos que hasta ahora sin necesidad de realizar tr¨¢mite administrativo alguno. Pero esta es la primera vez en que, seg¨²n Gove y otros ministros citados an¨®nimamente en la prensa, existe unanimidad en el Gobierno respecto a la necesidad del periodo transitorio y a que este debe incluir la libre circulaci¨®n de personas.
La idea de un periodo transitorio siempre ha disgustado a los m¨¢s eur¨®fobos, que temen que el mismo se prolongue indefinidamente, dejando al pa¨ªs en una situaci¨®n como la de Noruega, que contribuye a las arcas de la UE y est¨¢ sujeta a la jurisdicci¨®n del Tribunal Europeo de Justicia, pero no tiene voz ni voto en Bruselas. Algunos proeuropeos, por esa misma raz¨®n, contemplan el periodo transitorio como una posibilidad de ganar tiempo para que la opini¨®n p¨²blica cambie y se llegue a frustrar el Brexit.
Ni suave ni duro: pragm¨¢tico
Los t¨¦rminos de Brexit duro o suave se utilizan para referirse a las dos modalidades de ruptura, en funci¨®n de si se prioriza, respectivamente, el control de la inmigraci¨®n o la limitaci¨®n del perjuicio econ¨®mico. El Gobierno brit¨¢nico nunca ha aceptado la terminolog¨ªa pero May, hasta las elecciones del pasado 8 de junio, se mostr¨® partidaria del Brexit duro. Rechaz¨® cualquier concesi¨®n en el control de las fronteras y acept¨® una salida limpia del mercado ¨²nico y la uni¨®n aduanera. Pero el mal resultado electoral encierra, as¨ª se ha interpretado casi un¨¢nimemente, un rechazo a la l¨ªnea dura. Ahora, el t¨¦rmino de moda es el Brexit ¡°pragm¨¢tico¡±. Michael Gove fue ayer el ¨²ltimo en sumarse a una terminolog¨ªa utilizada ya por otros ministros como el del Brexit, David Davis. El pragmatismo implica ceder, tanto en la mesa negociadora de Bruselas como en el propio Gobierno, que aglutina diferentes sensibilidades sobre el tema. Porque, para proporcionar a los Veintisiete la claridad que demandan en las negociaciones, hace falta primero claridad en seno del Gabinete.
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