Dos son multitud (Urrao, Antioquia)
En Colombia, que no es mejor ni es peor que ninguna parte, se da aquello de caerle al ca¨ªdo incluso antes de que acabe de caer
Ocurre la etapa monta?osa del Tour de Francia que va de Saint-Girons a Foix. Viernes, 14 de julio de 2017. Etapa 13. Kil¨®metro 46. Alberto Contador y Mikel Landa, que encabezan la carrera desde hace media hora, suben a buen paso el Col d¡¯Agnes, pero a un ¡°genio de Twitter¡± de aquellos ¨C¡°el genio de Twitter¡± es un arcano mayor del tarot de nuestros d¨ªas: el sincerote sin pelos en la lengua que no tiene ni idea¨C lo ¨²nico que se le ocurre decir es algo as¨ª como ¡°Nairo Quintana es la gran mentira del ciclismo del mundo de hoy¡±. Por supuesto, justo en ese momento Quintana, que en d¨ªas pasados ha reconocido que sus piernas no est¨¢n respondi¨¦ndole como ¨¦l querr¨ªa, se escapa del lote a su manera, corajuda, obstinada, resistida, en busca del primer lugar de esa ma?ana. Y qu¨¦ imb¨¦cil suena entonces haberlo descartado: a enterrar en vida al ciclista m¨¢s vivo.
Sin embargo, m¨¢s absurdo es posible. En Colombia, que no es mejor ni es peor que ninguna parte, se da aquello de caerle al ca¨ªdo incluso antes de que acabe de caer, pero tambi¨¦n se da un resabio que quiz¨¢s sea com¨²n en las sociedades monote¨ªstas nost¨¢lgicas de la monarqu¨ªa: eso de ser incapaz de hacerles fuerza a dos profesionales del mismo campo, ¡°?vamos, Nairo!¡±, ¡°?vamos, Rigo!¡±, al mismo tiempo. En plena narraci¨®n de la gesta, cuando se da cuenta de lo que est¨¢ sucediendo, el febril locutor de la radio ¨Cestoy escuchando la etapa en un atasco, en la carrera 7?, como cuando era ni?o¨C cae en cuenta de un problema que ya quisiera la gente con problemas: los colombianos vamos a tener que decidir ¨Casegura¨C si apoyamos el ataque de hoy de Nairo Quintana o la posibilidad de que Rigoberto Ur¨¢n dispute el Tour.
Ur¨¢n, de 30 a?os, est¨¢ a solo veintipico segundos de Chris Froome en la clasificaci¨®n general. Quintana, de 27, tendr¨ªa en cambio que tomarles unos cuatro minutos a todos en esa etapa empinada y azarosa para volver a convertirse en favorito.
Y entonces no es Nairo Quintana y Rigoberto Ur¨¢n, sino Nairo Quintana o Rigoberto Ur¨¢n. Uno de dos: escojan.
Ur¨¢n naci¨® rodeado de monta?as en el valle de Urrao, Antioquia: tuvo que encargarse de su familia cuando ten¨ªa 14 porque los paramilitares mataron a su padre, pero su amor por el ciclismo, que por poco deja, lo salv¨® de convertirse en otro colombiano tragado por la violencia, otra alma en pena. Desde 2006, cuando se fue a correr a Italia como aprovechando un milagro, su nombre empez¨® a repetirse en las vueltas europeas, pero fue en 2012, con la camiseta blanca del mejor joven del Giro de Italia, cuando fue claro que iba a pasar lo que pas¨®: su medalla de plata en los Ol¨ªmpicos de Londres y sus subcampeonatos en el Giro. Ur¨¢n corri¨® un par de a?os con el viento en contra ¨Cy ya: lo retiraron¨C, pero en el kil¨®metro 46 de la etapa 13, mientras Quintana se va y se sigue yendo, es evidente que va a salirle bien el Tour.
Si uno ha seguido el ciclismo desde ni?o, desde que Alfonso Fl¨®rez gan¨® el Tour de l¡¯Avenir, puede vaticinar ese 14 de julio lo que vendr¨¢: que Ur¨¢n, que no solo tiene temple sino humor, pondr¨¢ nervioso a Froome hasta en el podio; que Quintana, que no se da por derrotado ni se deja ensuciar por las mezquinas declaraciones del m¨¢nager de su equipo (¡°comenz¨® muy pronto a ser mayor¡±), no estar¨¢ bien al d¨ªa siguiente, pero se negar¨¢ a retirarse del Tour pues ¡°no se deja de cosechar porque una siembra no sali¨®¡±; que muchos caer¨¢n en la trampa de escoger, hola a Rigoberto, adi¨®s a Nairo, porque dos son multitud aqu¨ª en Colombia y con un pintor y un pol¨ªtico y un futbolista es m¨¢s que suficiente, pero muchos m¨¢s, educados en el viacrucis del ciclismo, celebrar¨¢n el domingo 23 de julio el gran segundo puesto de Ur¨¢n y la bella derrota de Quintana.
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