El Senado rechaza retirar la ley sanitaria de Obama
"Tres republicanos y 48 dem¨®cratas dejan tirado al pueblo americano", tuitea Trump
Los republicanos han descubierto esta semana a su peor enemigo: ellos mismos. Despu¨¦s de cuatro d¨ªas de extenuante pulso, el Senado de EEUU rechaz¨® en la madrugada del viernes por 51 votos contra 49 una iniciativa de m¨ªnimos para enterrar el Obamacare, el sistema que ha ampliado la cobertura m¨¦dica a 20 millones de personas desde 2010. Fue el tercer intento fallido de los conservadores y una se?al inequ¨ªvoca de que Donald Trump, pese a contar con mayor¨ªa en las C¨¢maras, es incapaz de liderar a sus propias huestes.
3 Republicans and 48 Democrats let the American people down. As I said from the beginning, let ObamaCare implode, then deal. Watch!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 28, 2017
La tramitaci¨®n de la reforma conservadora se ha vuelto un suplicio a c¨¢mara lenta. Durante siete a?os, el fin del Obamacare fue la gran bandera republicana. El pegamento que un¨ªa a una formaci¨®n estragada por el Tea Party. Un impulso com¨²n que, en caso de victoria, ten¨ªa como destino la muerte s¨²bita.
El triunfo de Trump pareci¨® asegurar ese borr¨®n y cuenta nueva. Era el deseo del presidente y de gran parte de sus parlamentarios. Pero cuando lleg¨® la hora de la verdad chocaron con su propia realidad. Los enterradores no se pon¨ªan de acuerdo en c¨®mo hacer su trabajo. Una divisi¨®n que ha quedado patente en esta vertiginosa semana parlamentaria.
McCain se agiganta
John McCain, con un tumor reci¨¦n extirpado, fue decisivo en el resultado. Sin su rechazo, la iniciativa habr¨ªa salido adelante con el voto de calidad del vicepresidente, Mike Pence. ¡°He constatado una y otra vez que uno de los grandes fracasos del Obamacare fue que los dem¨®cratas lo hicieron pasar por el Congreso sin un solo apoyo republicano. No deber¨ªamos repetir los errores del pasado¡±, declar¨® McCain, cuya estatura pol¨ªtica se ha disparado esta semana.
Opositor de primera hora de Trump y uno de los pocos republicanos que se enfrenta p¨²blicamente a sus iniciativas, su postura hab¨ªa quedado ya clara el mi¨¦rcoles cuando en un emotivo discurso record¨® que no iba a apoyar la ley. Pese a las presiones, el viernes en un gesto contundente demostr¨® que sin di¨¢logo con la oposici¨®n no dar¨¢ su brazo a torcer. Y voto no.
En tres ocasiones, la fractura entre moderados y radicales ha impedido que las votaciones prosperen. Y la presi¨®n de la Casa Blanca se ha mostrado insuficiente. ¡°Adelante senadores republicanos, lo pod¨¦is hacer. Despu¨¦s de siete a?os, esta es vuestra oportunidad de brillar¡±, hab¨ªa tuiteado Trump la v¨ªspera de la sesi¨®n. De nada sirvi¨® este entusiasmo ni tampoco el trabajo de punto fino del l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, el veterano Mitch McConnell.
Para sortear la fragmentaci¨®n, McConnell dise?¨® un texto que mataba el Obamacare, pero poco. La iniciativa eliminaba un requisito que irrita sobremanera a casi todos los republicanos: la obligaci¨®n de ciudadanos y empresas de contratar un seguro m¨¦dico. En compensaci¨®n dejaba intacto el desarrollo del Medicaid, el programa sanitario para los m¨¢s desfavorecidos, una exigencia de los senadores centristas.
Pese a su aparente lenidad, los c¨¢lculos preliminares de la Oficina Presupuestaria del Congreso concluyeron que con estas enmiendas habr¨ªa 16 millones de personas menos con seguro en una decenio y que las p¨®lizas aumentar¨ªan un 20%. El proyecto, asimismo, puso en alerta m¨¢xima a las asociaciones de m¨¦dicos y pacientes, que se?alaron que al retirar la obligaci¨®n de estar asegurado, iba a darse una fuga masiva de clientes, con el consiguiente aumento de precio de las p¨®lizas. Un argumento que han explotado las grandes firmas de seguros, uno de los grupos de presi¨®n m¨¢s fuertes y enfrentados a los republicanos.
Todo ello convergi¨® en la madrugada del viernes. Los dem¨®cratas en bloque iban a votar en contra y en las filas republicanas cinco senadores, entre ellos John McCain, hab¨ªa mostrado su rechazo a la propuesta de m¨ªnimos. Dos de ellos, presionados por McConnell, cedieron. Pero McCain, consciente de la envergadura de su decisi¨®n, se mantuvo firme. Aleg¨® la falta de consenso y tambi¨¦n su deber hacia Arizona, un estado tradicionalmente republicano pero donde los dem¨®cratas ocupan cada vez m¨¢s espacio.
Con una mayor¨ªa republicana exigua (52 contra 48), el rechazo de McCain y dos senadores m¨¢s ech¨® por tierra el ¨²ltimo y desesperado intento de consenso conservador. ¡°Tres republicanos y 48 dem¨®cratas han dejado tirado al pueblo americano. ?Como dije desde el principio, dejad que el Obamacare se hunda, entonces cerrad el acuerdo!¡±, bram¨® Trump por Twitter.
El pr¨®ximo paso de los republicanos es confuso. McConnell acept¨® el fracaso y pidi¨® no quedarse encallados. En las filas republicanas, el proyecto de abrir paso a un di¨¢logo con los dem¨®cratas ha ganado puntos. ¡°Pienso que ser¨ªa apropiado preguntarles cu¨¢les son sus ideas y ver c¨®mo podemos avanzar¡±, dijo el l¨ªder republicano. Los dem¨®cratas no rechazaron el planeamiento. Dada la polarizaci¨®n, la posibilidad de acuerdo es remota, pero sea cual sea el resultado, todo proyecto que apruebe en el Senado deber¨ªa pasar otra vez por la C¨¢mara de Representantes e iniciar un nuevo y agotador proceso negociador. El Obamacare se resiste a morir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.