Los rehenes de una guerra sin nombre

Custodiados por diversos carceleros, en las desgarradas provincias de Donetsk y Lugansk, en ciudades como Odesa, J¨¢rkov, Kiev y Mosc¨², en la anexionada Crimea y en inh¨®spitas zonas de Siberia, hay civiles y militares, activistas aguerridos y ciudadanos casuales que, con independencia de su origen (ucranianos, rusos y t¨¢rtaros sobre todo), tienen en com¨²n su condici¨®n de presos de una guerra no reconocida como tal. Esta circunstancia los convierte en ¡°rehenes¡± (con distinto valor para el intercambio y la propaganda) en una contienda en la que 10.090 personas (de ellas 2.777 civiles) perecieron y 23.966 resultaron heridas hasta el pasado 15 de mayo, seg¨²n las estimaciones del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh).

En junio, en un combate entre tropas leales a Kiev y un grupo armado de la denominada Rep¨²blica Popular de Lugansk (RPL), fue apresado V¨ªctor Ag¨¦ev, un ruso de 22 a?os, que declar¨® estar sirviendo por contrato en el Ej¨¦rcito de su pa¨ªs y pertenecer a una guarnici¨®n en la provincia de Rostov, en la frontera rusa con Ucrania. Como en ocasiones anteriores, cuando combatientes rusos han sido apresados en Ucrania, Mosc¨² neg¨® su vinculaci¨®n oficial con el detenido y la calific¨® como ¡°un invento de los propagandistas ucranianos¡±. El Ministerio de Defensa de Rusia sostiene que Ag¨¦ev acab¨® su servicio militar en 2016, pero Svetlana Ageeva, la madre del preso, confirm¨® que su hijo segu¨ªa en las Fuerzas Armadas y viaj¨® desde Rusia, para visitarlo en el calabozo de Starobelsk, en Lugansk.

En Kiev, defensores de derechos humanos y tambi¨¦n V¨ªctor Medvedchuk, el principal negociador de los intercambios de detenidos en las conversaciones de Minsk (el ¨²nico cauce de di¨¢logo entre Ucrania y sus secesionistas en el Este), esperan que el caso de Ag¨¦ev permita ¡°dar un impulso¡± al canje de presos, estancado desde septiembre pasado.

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Las autoridades ucranianas no han decidido a¨²n, pero Medvedchuk, que goza de una relaci¨®n privilegiada con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, est¨¢ ya ¡°trabajando¡± en posibles combinaciones de trueque, que puedan ¡°interesar¡± a Mosc¨² y Kiev. Como ocurri¨® en mayo de 2016, cuando la aviadora ucraniana Nadezhda S¨¢vchenko (secuestrada y condenada en Rusia), fue canjeada por dos oficiales del espionaje militar ruso, Yevgueni Yerof¨¦ev y Alexandr Alex¨¢ndrov, apresados en Ucrania en 2015.

Formalmente, los protagonistas de los canjes de prisioneros en las conversaciones de Minsk son solo dos: Kiev, por una parte, y los secesionistas de las llamadas ¡°rep¨²blicas populares¡± de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL), por la otra. En el foro de la capital bielorrusa, Rusia se posiciona como parte de la soluci¨®n y no del conflicto y como tal es aceptada oficialmente por la OSCE y Ucrania.

En las listas de presos que se manejan en Minsk, las cifras fluct¨²an seg¨²n liberaciones y nuevos apresamientos. A fecha del pasado viernes, Ucrania reclamaba 137 presos a las denominadas ¡°rep¨²blicas¡±, y los insurgentes, a su vez, entre 250 y 300 encarcelados por Kiev, seg¨²n Medvedchuk. Kiev, explicaba el negociador, tiene pruebas, ¡°confirmadas por Mosc¨²¡±, de la existencia de 85 de los 137 presos solicitados, pero los secesionistas solo reconocen la existencia de 71. En cuanto al contingente reclamado por las ¡°rep¨²blicas¡±, Ucrania se opone a la liberaci¨®n de 15 personas que fueron juzgadas por delitos graves como terrorismo y asesinato, y de otras 68, cuyos ¡°delitos¡± (en el Maid¨¢n de Kiev o en Odesa, por ejemplo), alegan, nada tienen que ver con el mandato de Minsk concentrado en el Este de Ucrania.

En su ¨²ltimo informe sobre este pa¨ªs, la ONU constata ¡°nuevos casos de castigos extrajudiciales, detenciones ilegales, torturas y malos tratos¡± en ambas partes de la l¨ªnea de contacto (entre la zona controlada por Kiev y la de los insurgentes), y expresa ¡°profunda preocupaci¨®n¡± por las informaciones sobre el ¡°uso sistem¨¢tico de torturas y malos tratos para obtener confesiones¡± por parte del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). Tambi¨¦n denuncia encarcelamientos arbitrarios, desapariciones y raptos por parte de los insurgentes del Este y la falta de garant¨ªas en los procesos contra t¨¢rtaros organizados por Rusia en Crimea.

La Cruz Roja internacional puede visitar las c¨¢rceles ucranianas y tambi¨¦n los calabozos de la RPD y RPL, aunque no todos y no siempre, pero no las prisiones de Crimea, se?alan medios diplom¨¢ticos occidentales, seg¨²n las cuales esta pen¨ªnsula es el territorio m¨¢s opaco de todos los afectados por los conflictos.

En Crimea hay 31 detenidos por motivos pol¨ªticos y en territorio de Rusia hay otros 15 presos m¨¢s que no son objeto de ning¨²n foro de negociaci¨®n, afirma la activista de derechos humanos, Maria Tomak. A los detenidos en Crimea, la mayor¨ªa t¨¢rtaros, se les imputa delitos que van desde ¡°terrorismo¡± a afiliaci¨®n a Hizb-ut-Tahrir, una organizaci¨®n islamista legal en Ucrania, pero vetada en Rusia. A Akhtem Chiygoz, vicejefe del Mejl¨ªs (¨®rgano de representaci¨®n local de los t¨¢rtaros prohibido por Rusia), se le atribuye la responsabilidad de des¨®rdenes masivos a resultas de los cuales habr¨ªan fallecido dos personas el 26 de febrero de 2014 en Simfer¨®pol, antes de la anexi¨®n. Estas acusaciones ¡°retroactivas¡± se est¨¢n ¡°desmoronando¡±, afirma la periodista Mavil¨¦, hermana de Mustaf¨¢ Degermendzhy, uno de los acusados, seg¨²n la cual los parientes de las dos supuestas v¨ªctimas no avalan la versi¨®n de los fiscales, que incriminan a siete t¨¢rtaros, ignorando otra manifestaci¨®n rusa simult¨¢nea. El fin de los fiscales es lograr confesiones para condenar a Chiygoz, dice Mavil¨¦, cuyo hermano est¨¢ en libertad provisional tras casi dos a?os en la c¨¢rcel.

Entre los presos en territorio ruso, est¨¢ el cineasta Oleg Sentsov, quien cumple una condena de 20 a?os en un penal de Yakutia (Siberia Oriental). En la c¨¢rcel de Lef¨®rtovo de Mosc¨² se encuentra el periodista Rom¨¢n Sushchenko, corresponsal de la agencia Ukrinform en Par¨ªs, acusado de espionaje cuando visitaba la capital rusa.

Al margen de que se reanuden los canjes y que alguno de estos presos pudiera ser intercambiado por Ag¨¦ev, hay que proteger a las v¨ªctimas de la guerra y reconocerlas como tales, afirma Tomak, firmante de una petici¨®n de diversas organizaciones de derechos humanos en la que se constata que Ucrania y Rusia ¡°no cumplen¡± la legislaci¨®n humanitaria internacional y se pide a Kiev que garantice el estado de los prisioneros, de acuerdo con los convenios de Ginebra. Estos convenios y sus protocolos son las normas jur¨ªdicas para regular la forma de librar conflictos armados y limitar sus efectos.