Miles de personas asisten al desfile del orgullo gay en Jerusal¨¦n entre fuertes medidas de seguridad
Centenares de polic¨ªas blindan el recorrido tras el asesinato de una joven por un ultraortodoxo en la edici¨®n de 2015
Al contrario que el multitudinario desfile del orgullo gay de Tel Aviv, al que asistieron en un ambiente festivo m¨¢s de 200.000 personas hace apenas dos meses, la marcha reivindicativa del colectivo LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) por Jerusal¨¦n estuvo en la tarde de este jueves blindada con fuertes medidas de seguridad y custodiada por centenares de agentes. La polic¨ªa detuvo a una docena de personas, una de ellas armada con un cuchillo, al comienzo del cortejo.
Los miles de asistentes que marcharon a lo largo de varias calles del centro atravesaron un recorrido cerrado, al que solo se pod¨ªa acceder por puntos autorizados, tras someterse a un proceso de control de identidad y registro de pertenencias. Hace dos a?os, un ataque ensangrent¨® la celebraci¨®n de la diversidad sexual en la Ciudad Santa. El atentado hom¨®fobo, cometido por el ultraortodoxo jud¨ªo radical Yishai Shlissel, se cobr¨® la vida de la adolescente israel¨ª Shira Banki, que muri¨® tras ser apu?alada. Shlissel hab¨ªa salido de la c¨¢rcel pocas semanas antes despu¨¦s de haber cumplido condena por un ataque similar cometido en 2005.
El recorrido desde los jardines de la Campana de la Libertad hasta el parque de la Independencia estaba acotado y vigilado por polic¨ªas uniformados y agentes de paisano mezclados entre el p¨²blico. El superintendente de Jerusal¨¦n, Dakar Eshe, declar¨® al portal digital Ynet que al menos a una persona se le hab¨ªa prohibido acceder a la ciudad tras haber lanzado amenazas contra el desfile del orgullo LGTB en su p¨¢gina en Facebook. ¡°Por ahora no hemos efectuado detenciones preventivas, pero hemos hecho llegar mensajes de advertencia a decenas de sospechosos¡±, puntualiz¨® el jefe policial.
El rabino jefe del rito jud¨ªo askenazi en Jerusal¨¦n, Aryeh Stern, hab¨ªa declarado pocas horas antes a la Radio del Ej¨¦rcito que condenaba la violencia, pero advirti¨® tambi¨¦n de que el desfile causa ¡°m¨¢s da?o que beneficio¡±, en su opini¨®n, ¡°al entrar en contradicci¨®n con el esp¨ªritu de Jerusal¨¦n como ciudad santa¡±.
La polic¨ªa concedi¨® permiso a la organizaci¨®n extremista del nacionalismo jud¨ªo Lehava para convocar una contramanifestaci¨®n a varios centenares de metros del punto de arranque de la marcha del orgullo gay. Bajo el lema Jerusal¨¦n no es Sodoma, pretend¨ªan protestar contra la concesi¨®n del derecho de adopci¨®n a las parejas homosexuales.
El alcalde de Jerusal¨¦n, el conservador Nir Barkat, tampoco asisti¨® al desfile en esta edici¨®n del desfile, que hace la n¨²mero 16 de las celebradas en la Ciudad Santa, alegando un viaje de trabajo en el inicio del fin de semana hebreo. El Ayuntamiento, no obstante, subvencion¨® con medio mill¨®n de shequels (unos 125.000 euros) a los organizadores del cortejo, entre los que destaca la ONG Jerusal¨¦n Casa Abierta para el Orgullo y la Tolerancia, que hab¨ªa convocado este a?o los actos del colectivo LGTB con el objetivo de reclamar el derecho de adopci¨®n.
La bandera del arco¨ªris se ha convertido en emblema en muchas ciudades de Israel, que aspira a convertirse en referente global para la comunidad gay. La comunidad homosexual goza en el Estado hebreo de gran libertad para expresarse en p¨²blico, especialmente en la gran ¨¢rea metropolitana costera de Tel Aviv. Fuera de esa burbuja liberal, los miembros del movimiento LGTB sufren el acoso de la intolerancia. En 2016 se denunciaron 500 casos de ataques hom¨®fobos, seg¨²n datos de la asociaci¨®n Aguda.
Las parejas homosexuales israel¨ªes tampoco pueden contraer matrimonio, a pesar de tener reconocidos derechos en la Administraci¨®n, el Ej¨¦rcito y la Seguridad Social. Claro que en Israel tampoco est¨¢ reconocido el matrimonio civil, ya que el Estado ha concedido a los rabinos el monopolio sobre las uniones conyugales entre jud¨ªos, que representan un 80% de los 8,5 millones de habitantes del pa¨ªs.
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