Detenidas 48 personas en el desfile del Orgullo Gay en Jerusal¨¦n
La fiesta, en la que muri¨® una joven en 2015, ha congregado a unas 25.000 personas
Un recorrido blindado y 2.000 polic¨ªas desplegados consiguieron este jueves que la manifestaci¨®n del orgullo gay en Jerusal¨¦n transcurriera sin incidentes, a pesar de que las fuerzas de seguridad israel¨ªes detuvieron a un total de 48 extremistas, dos de ellos armados con cuchillos.
Este a?o todo estaba pensado para que la homofobia no se adue?ase de la jornada como en la edici¨®n pasada, cuando un extremista ultrareligioso jud¨ªo,Yishai Shlissel, sesg¨® la vida de una joven israel¨ª, Shira Banki, que muri¨® apu?alada. Por eso esta vez el recorrido estaba acotado y los participantes tuvieron que pasar un estricto control de seguridad tras el que se les entregaba una pulsera con la se les permit¨ªa el acceso a la marcha.
La muerte de Shira hizo muchos decidiesen participar este a?o como homenaje a una joven que muri¨® por solidarizarse con el movimiento LGTB. La convocatoria reuni¨® a 25.000 personas procedentes de todo Israel, seg¨²n los datos de la polic¨ªa del distrito de Jerusal¨¦n. Entre ellas, no se encontraba el alcalde de la ciudad, Nir Barkat, que el d¨ªa anterior anunci¨® su ausencia para ¡°no herir los sentimientos de los religiosos¡±, dijo.
Los padres de Shira, desde el lugar donde su hija fue asesinada ¨Cque se convirti¨® en lugar de homenaje donde muchos depositaron flores¨C hicieron un llamamiento a la unidad y a la tolerancia. ¡°Para nosotros es demasiado tarde¡ Moderaci¨®n y tolerancia significa abrir los propios ojos para mirar a los dem¨¢s¡±, les dijo el padre, Uri Banki a los presentes.
Si la muerte de Shira fue el catalizador para que muchos llegasen a Jerusal¨¦n a manifestarse contra la homofobia, en el otro lado de la moneda, las declaraciones del rabino Yigal Levinstein calificando a los gays de ¡°depravados¡± surtieron el mismo efecto. El rabino, al que no se le permite arengar en las bases del ej¨¦rcito ni a los militares hasta que pida perd¨®n y se retracte de sus palabras, cosech¨® el apoyo de otros 300 rabinos que firmaron una carta p¨²blica de apoyo. La mayor¨ªa de ellos pertenecen al movimiento nacionalista religioso, un grupo que, adem¨¢s, est¨¢ vinculado al desarrollo de asentamientos en Cisjordania.
Homofobia presente
Este jueves, los dos bandos se enfrentaron cara a cara en Jerusal¨¦n. Pero a los hom¨®fobos religiosos seguidores de Levinstein tambi¨¦n se sumaron los extremistas de Lehava, la organizaci¨®n de ultraderecha israel¨ª contraria a la asimilaci¨®n de los ¨¢rabe israel¨ªes y una de las principales difusoras del odio a los homosexuales. Sus ac¨®litos, vestidos con las tradicionales camisetas negras y su emblema en amarillo, fueron uno de los principales objetivos de la polic¨ªa. Muchos de ellos fueron cacheados, a pesar de encontrarse fuera del recorrido de la marcha, y algunos se encuentran entre los arrestados.
Totalmente distinta fue la tensi¨®n de este tipo de eventos en Jerusal¨¦n con el ambiente tranquilo y festivo vivido este a?o durante marcha de Tel Aviv. Y es que aunque?Tel Aviv ha puesto en el mapa LGTB a Israel como uno de los destinos favoritos de la comunidad de gays y lesbianas a nivel mundial, lo cierto es que la tolerancia que existe en la ciudad costera israel¨ª, es m¨¢s bien una excepci¨®n.
La semana pasada pasada en Bersheba, al sur de Israel, la comunidad LGTB tuvo que cancelar la marcha del orgullo despu¨¦s de la negativa del ayuntamiento a autorizar el desfile por el centro de la localidad y de que la Corte Suprema israel¨ª respaldara la decisi¨®n del alcalde por razones de seguridad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.