Los pescadores tunecinos bloquean el paso al barco ultra del Mediterr¨¢neo

¡°Hace tiempo que segu¨ªamos con preocupaci¨®n las actividades de este grupo. Cuando supimos que ven¨ªan hacia Zarzis nos movilizamos para evitar su entrada. No queremos al barco fascista en T¨²nez¡±, relata en una conversaci¨®n telef¨®nica Shamseddin Bourasin, presidente de la asociaci¨®n de pescadores de Zarzis, integrada por unos 500 miembros. ¡°Ya hace 10 o 15 a?os que salvamos a migrantes naufragados. Por eso, no queremos que un barco que quiere que se ahoguen y que utiliza lemas fascistas y contra el islam reciba ayuda en nuestros puertos¡±, a?ade Shamseddin, que asegura que su acci¨®n cont¨® con la colaboraci¨®n de las autoridades tunecinas, cuyo comportamiento califica de ¡°ejemplar¡±.

El incidente llega en un momento de tensi¨®n entre las ONG humanitarias y las autoridades italianas, despu¨¦s de que Roma haya impuesto un nuevo c¨®digo de conducta a estas entidades que incluye mayores controles sobre sus actividades. Algunas de ellas, como M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) han rechazado firmarlo. Seg¨²n la OIM, la agencia de la ONU para las migraciones, unos 2.400 migrantes han muerto en lo que va de a?o tratando de cruzar el Mediterr¨¢neo, mientras otros 115.000 han sido rescatados y trasladados a costas europeas.

Esta cifra es sensiblemente inferior a la registrada el a?o pasado en estas mismas fechas: 261.000. Sin embargo, el hecho de que ahora Italia concentre la gran mayor¨ªa de llegadas, m¨¢s de 95.000 (un 82%), y de que varios pa¨ªses europeos se hayan negado a permitir la entrada de los migrantes rescatados en su territorio ha excitado los ¨¢nimos de la opini¨®n p¨²blica italiana.

En las ¨²ltimas semanas, Roma ha proporcionado nueva asistencia material y t¨¦cnica a los guardacostas libios con la finalidad de aumentar su capacidad de interceptar las embarcaciones de las mafias traficantes de personas y devolverlas a territorio libio. Se estima que varios centenares de miles de migrantes se hallan en Libia a la espera de intentar cruzar el Mediterr¨¢neo. Para las ONG humanitarias, esta no es una soluci¨®n a la crisis actual, ya que la ONU ha revelado en sus informes que las condiciones de vida en los centros de detenci¨®n en Libia son dur¨ªsimas, y las violaciones de derechos humanos sistem¨¢ticas.

Esta cuesti¨®n no parece preocupar a la xen¨®foba Generaci¨®n Identitaria, un grupo creado en Francia pero que re¨²ne a activistas de varios pa¨ªses europeos. En la p¨¢gina web de su proyecto Defend Europe, asegura que su intenci¨®n es que los migrantes salvados en el mar sean conducidos a Libia y no a Europa. Asimismo, en sus textos acusan a las ONG que llevan a cabo operaciones de rescate entre las costas italianas y las libias de ¡°trabajar en acuerdo con los criminales¡± que trafican con personas. Esta visi¨®n goza de una cierta popularidad en Italia, donde algunos pol¨ªticos han llegado a calificar a las entidades humanitarias de ¡°taxis¡± de migrantes.

"No tenemos ning¨²n contacto, negociaci¨®n o intercambio de informaci¨®n con las redes de tr¨¢ficantes en ning¨²n lugar", ha afirmado en un comunicado MSF . Antes de dirigirse hacia T¨²nez el domingo, el C-Star se acerc¨® al buque Aquarius, perteneciente a eta ONG, mientras se encontraba en aguas internacionales. De acuerdo con la versi¨®n de Lauren King, responsable de comunicaci¨®n de MSF, tras un breve intercambio de mensajes entre ambas tripulaciones, el Aquarius se alej¨® del C-Star, pero este le sigui¨® durante aproximadamente una hora. Sus responsables no han respondido a las peticiones de entrevista de EL PA?S.

Hasta el momento, el periplo del C-Star, financiado gracias a la recaudaci¨®n de m¨¢s de 160.000 euros en donaciones, se ha visto plagado de contratiempos. Tras permanecer retenido varias horas en el canal de Suez, atrac¨® en un puerto turcochipriota, donde parte de la tripulaci¨®n, proveniente de Sri Lanka, pidi¨® asilo asegurando que hab¨ªan pagado dinero a traficantes para llegar a Europa. Tras llevar a cabo una investigaci¨®n, la polic¨ªa turcochipriota dej¨® partir a los j¨®venes activistas de extrema derecha del C-Star, que vieron c¨®mo activistas progresistas les imped¨ªan atracar en Grecia y Sicilia. Ahora, lo mismo les podr¨ªa suceder en T¨²nez. ¡°Estamos en contacto con los pescadores de Sfax, y de otras ciudades para impedirles la entrada¡±, afirma Bourasin.