Angola se prepara para vivir sin Dos Santos
El presidente, en el poder desde 1979, abandona el cargo tras las elecciones de este mi¨¦rcoles
Las inmensas banderas rojinegras ondean con la brisa fresca en la ¨¢rida capital, Luanda. Colgadas de los puentes, de las farolas, en la playa, los colores del Movimiento Popular por la Liberaci¨®n de Angola?(MPLA) ¡ªque son los mismos que los de la bandera nacional¡ª ti?en la ciudad en las horas previas a las elecciones de este mi¨¦rcoles que no apuntan a cambio pol¨ªtico, pero que ser¨¢n una hist¨®rica y sonada despedida: la del presidente Jos¨¦ Eduardo Dos Santos, en el poder desde hace 38 a?os.
¡°Cuando yo nac¨ª, Dos Santos ya estaba al frente¡±. Como Pedro, que habla pidiendo el anonimato, toda la juventud de Angola (25,7 millones de habitantes, seg¨²n el censo de 2014) solo conoce su pa¨ªs en manos de Dos Santos, de 74 a?os, y ha vivido siempre bajo un sistema dirigido y controlado por un solo hombre. Junto con Teodoro Obiang, el presidente de Guinea Ecuatorial, en el poder desde 1979, Jos¨¦ Eduardo Dos Santos es el mandatario africano con m¨¢s a?os a los mandos de un gobierno, por encima del camer¨²nes Paul Biya (35 a?os) o del zimbabuense Robert Mugabe (29 a?os). Ahora, Dos Santos, fr¨¢gil de salud (ha estado en una cl¨ªnica de Barcelona dos veces en el ¨²ltimo a?o), entrega voluntariamente la segunda posici¨®n del podio, en un gesto pol¨ªtico sabio que le alejar¨¢ de la primera l¨ªnea, aunque no necesariamente del poder.
La Constituci¨®n aprobada en 2010 prev¨¦ la celebraci¨®n de elecciones generales cada cinco a?os. Con los sufragios se eligen 130 diputados de ¨¢mbito nacional y otros cinco diputados por los c¨ªrculos electorales de cada una de las 18 provincias del pa¨ªs. Solo puede ser presidente del pa¨ªs el cabeza de lista de ¨¢mbito nacional que sea m¨¢s votado.?De los 220 diputados de la Asamblea, 175 est¨¢n en manos del MPLA. Casi 10 millones de angole?os est¨¢n convocados a las urnas este mi¨¦rcoles.
¡°Este pa¨ªs necesita el cambio¡±, afirma Abel Chivukuvuku, el candidato de uno de los principales partidos de la oposici¨®n (CASA-CE), en su ¨²ltimo mitin, invocando un elixir que cala entre la juventud, ansiosa de apertura, pero que no hace temer a la poderosa estructura del MPLA.
Los rascacielos cortan el elegante perfil de la costa de Luanda, haciendo sombra a una ciudad envuelta por los barrios de casas de chapa. Los recursos minerales, como los diamantes y sobre todo el boom del petr¨®leo, han permitido al Estado reconstruir una parte de las infraestructuras totalmente destrozadas por la guerra, que termin¨® en 2002. Trece a?os de lucha por la independencia de Portugal, m¨¢s 27 de guerra civil, dejaron el pa¨ªs cicatrizado por las bombas, los desplazados, los heridos e hipotecado por las minas antipersonas ¡ªAngola est¨¢ entre los cinco pa¨ªses m¨¢s minados del mundo¡ª. Hay 88.000 personas viviendo con heridas debido a esas explosiones. El desplome del precio del petr¨®leo fren¨® el desarrollo econ¨®mico del pa¨ªs, que ha entrado en recesi¨®n por primera vez desde 2002.
Todo es caro en Luanda, menos los candongueiros, esos transportes blancos y azules que permiten el movimiento a las clases populares de la capital. Uno de ellos entra a todo gas por la lengua de tierra de Ilha, que cierra la laguna con el puerto deportivo y algunos de los clubes m¨¢s exquisitos de la ciudad. El ayudante del conductor, colgado en la puerta que abre a cada frenazo para recoger a gente, saca con delicadeza la bandera amarilla de CASA-CE por la ventana. En una de las paradas, enfrente de un camino de arena con un hervidero del MPLA, las mujeres con paraguas, gorras y camisetas rojinegras le indican que se equivoca de partido.
En la calle, las divergencias son suaves, amables y cordiales. Pero expresar una opini¨®n contraria al MPLA puede tener graves consecuencias, como bien sabe el reducido grupo de angole?os que osa se?alar, condenar y denunciar los excesos del partido y de la familia del presidente. El periodista y activista Rafael Marques de Morais ha estado en la c¨¢rcel, ha sido amenazado y acusado por las autoridades por ¡°injuria contra la autoridad p¨²blica¡±. Pero, a pocas horas de los comicios, sigue sin miedo a hablar.
Para Marques, Joao Louren?o, ministro de Defensa y a sus 63 a?os relevo de Jose Eduardo Dos Santos, no augura una apertura del sistema, ni siquiera dentro de las filas del MPLA, sino m¨¢s bien al contrario. ¡°No es un hombre de di¨¢logo¡±, cuenta. ¡°El presidente Dos Santos ha encontrado con los a?os una manera de usar la corrupci¨®n como represi¨®n, en vez de la violencia. El resultado para la poblaci¨®n es el mismo: mueren por falta de medicamentos y ausencia de los servicios b¨¢sicos, pero al menos ha sido capaz de absorber a la mayor¨ªa de la oposici¨®n".
El nuevo candidato es, en cambio, ¡°un hombre con una visi¨®n m¨¢s radical del poder, e intentar¨¢ imponerse no a trav¨¦s del di¨¢logo o la tolerancia, sino mostrando qui¨¦n est¨¢ al cargo¡±, seg¨²n Marques. Hace dos d¨¦cadas que Marques denuncia con nombres y apellidos los negocios fraudulentos de la familia Dos Santos y de la c¨²pula de ¡°los generales¡±, que combinan el poder pol¨ªtico y econ¨®mico de Angola. ¡°El presidente Dos Santos ha privatizado el Estado, los principales bienes del pa¨ªs ¡ªel sector diamant¨ªfero, el petr¨®leo, y el sector bancario¡ª est¨¢n en manos de sus hijos¡±, denuncia. La hija mayor, Isabel Dos Santos, se ha convertido en la primera mujer multimillonaria de ?frica. Seg¨²n el Centro de Investigaci¨®n Cient¨ªfica de la Universidad Cat¨®lica de Angola, entre 2002 y 2015, 24.000 millones de euros del presupuesto del Gobierno han desaparecido.
Entre el amarillo y el rojiblanco, que viste Luanda, asoma tambi¨¦n el gallo del gran enemigo hist¨®rico, la UNITA, el partido opositor con mayor representaci¨®n en el Parlamento actual. El grupo armado del c¨¦lebre Jonas Savimbi, contra quien el MPLA jug¨® la feroz guerra civil, y que solo despu¨¦s de la muerte de Savimbi, convirti¨® su oposici¨®n de armada a pol¨ªtica.
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