Hillary Clinton confiesa su incomodidad con Trump en un debate: ¡°Vete para atr¨¢s, asqueroso¡±

A viva voz, Hillary Clinton cuenta con calma c¨®mo se sinti¨® en el segundo debate presidencial, el pasado octubre en San Luis, cuando Donald Trump se situ¨® en varias ocasiones detr¨¢s de ella. ¡°All¨ª donde anduviera, ¨¦l me segu¨ªa, mir¨¢ndome, haciendo caras. Fue incre¨ªblemente inc¨®modo. Estaba literalmente respirando en mi cuello. Mi piel se eriz¨®. Fue uno de esos momentos en los que deseas poder dar al bot¨®n de pausa y preguntar a todo el mundo que est¨¢ mirando 'Bueno, ?qu¨¦ har¨ªa usted?'¡±, dijo la exsecretaria de Estado en una grabaci¨®n para la cadena MSNBC de varios extractos de su pr¨®ximo libro sobre su inesperada derrota electoral.

¡°?Te mantienes calmada, sigues sonriendo y continuas como si no estuviera invadiendo de manera repetida tu espacio? ?O te giras, le miras a los ojos y le dices alto y claro: 'Vete para atr¨¢s, asqueroso. Al¨¦jate de m¨ª. S¨¦ que te encanta intimidar a las mujeres, pero no puedes intimidarme a m¨ª, as¨ª que vete'. Escog¨ª la opci¨®n A¡±, agreg¨® la excandidata dem¨®crata en su libro What Happened (Qu¨¦ ocurri¨®), que sale a la venta el 12 de septiembre. Pero se pregunta si deber¨ªa haber plantado cara a Trump y si aplic¨® en exceso la ¡°lecci¨®n de mantener la calma".

El debate presidencial en Misuri se celebr¨® a los dos d¨ªas de que se difundiera un v¨ªdeo de 2005 en que Trump denigraba a las mujeres. Se jactaba de que, siendo una ¡°estrella¡±, pod¨ªa hacer ¡°cualquier cosa¡± con mujeres, como ¡°agarrarlas¡± por sus genitales. El v¨ªdeo desat¨® una tormenta pol¨ªtica y una oleada de republicanos se desmarcaron de su candidato. Trump esgrimi¨® que era ¡°lenguaje de vestuario¡±, pero el caso creci¨® y varias mujeres denunciaron p¨²blicamente haberse sentido acosadas en el pasado por el multimillonario neoyorquino.

Un par de horas antes del debate, Trump decidi¨® contraatacar: se reuni¨® con tres mujeres que han acusado a Bill Clinton, el esposo de Hillary, de acoso sexual. Las tres junto a otra mujer, que fue violada por un hombre al que Hillary Clinton represent¨® legalmente, asistieron al evento. Y en el debate, el republicano sugiri¨® que, de ser presidente, podr¨ªa pedir encarcelar a la dem¨®crata, algo que ha desistido de hacer.

En los extractos del libro, Clinton asegura que no tiene todas las ¡°respuestas¡± sobre su derrota, que no anticipaban las encuestas, en las elecciones del pasado 8 de noviembre y que el juicio deben hacerlo los expertos y el tiempo.

Desde entonces, la ex primera dama apenas ha entonado un mea culpa y ha achacado gran parte de la responsabilidad al anuncio del FBI, a 10 d¨ªas de las elecciones, de que reabr¨ªa la investigaci¨®n sobre su servidor privado. Tambi¨¦n al robo de correos del Partido Dem¨®crata que EE UU atribuye a una campa?a de Rusia para ayudar a Trump a ganar los comicios.

¡°Escribir esto no fue f¨¢cil. Cada d¨ªa que fui candidata a presidenta, supe que millones de personas contaban conmigo y no pod¨ªa soportar la idea de fallarles. Pero lo hice. No pude completar el trabajo. Y tendr¨¦ que vivir con ello el resto de vida¡±, cuenta Clinton sobre el libro. ¡°Escribo sobre momentos de la campa?a en que deseo que pudiera ir atr¨¢s y modificarlos. Si los rusos pudieran piratear mi subconsciente, encontrar¨ªan una larga lista¡±, dice con iron¨ªa.