Trump culpa a los republicanos del Congreso de los problemas con el techo de deuda
La brecha entre el presidente y el n¨²cleo duro de su partido se agrava con las crisis de este verano
La mala relaci¨®n entre Donald Trump y su partido se ha topado con un nuevo motivo de disputa, esta vez, un viejo problema que asedi¨® a otros presidentes: el techo de deuda, la capacidad m¨¢xima que tiene la Administraci¨®n estadounidense para tomar dinero prestado y poner en marcha su enorme maquinaria. El mandatario acus¨® este jueves a los l¨ªderes republicanos en el Congreso de haber provocado problemas para la aprobaci¨®n de este l¨ªmite, al rehusar darle luz verde dentro de una legislaci¨®n sobre veteranos. Ahora se tendr¨¢ que negociar en septiembre y, dadas las dificultades con dem¨®cratas y con sus propios congresistas, no ser¨¢ sencillo.
Estados Unidos no puede endeudarse de forma ilimitada, sino que el Congreso fija un techo de deuda m¨¢ximo anual. Cuando el tope se alcanza, los legisladores republicanos y dem¨®cratas tienen que ponerse de acuerdo para elevar el m¨¢ximo y as¨ª mantener la Administraci¨®n en marcha. Este proceso lleg¨® a resultar ag¨®nico para Barack Obama, que en 2013 tuvo que cerrar la Administraci¨®n y vio cerca la fecha l¨ªmite para una suspensi¨®n de pagos en el pa¨ªs m¨¢s rico del planeta.
Ahora tambi¨¦n vienen curvas, pero esta vez, con luchas intestinas de por medio. Trump ya amenaz¨® el martes con un ¡°cierre¡± del Gobierno si el Congreso no daba luz verde a la partida presupuestaria que asegure la construcci¨®n del pol¨¦mico muro en la frontera de M¨¦xico, una infraestructura que el presidente ha prometido acabar¨¢ yendo a cargo del vecino del sur, pero que, en una primera instancia, tendr¨¢ que pagarse con dinero de los contribuyentes estadounidenses.
Y este jueves, en su cuenta de Twitter, atac¨® a los suyos al explicar que hab¨ªa propuesto a los l¨ªderes del Senado y de la C¨¢mara de Representantes (los conservadores Mitch McConnell y Paul Ryan, respectivamente) incluir el nuevo techo de la deuda federal en otro proyecto de ley sobre veteranos, que obtuvo luz verde con relativa sencillez. "No lo hicieron as¨ª, por lo que ahora tenemos un gran problema con los dem¨®cratas (como de costumbre) para la aprobaci¨®n del techo de la deuda. Podr¨ªa haber sido tan f¨¢cil y ?ahora un desastre!", escribi¨® el presidente.
Trump y el establishment republicano no han logrado enderezar su relaci¨®n despu¨¦s de seis meses gobernando en la Casa Blanca. El resquemor del empresario neoyorquino ha crecido por los fracasos que sus iniciativas han sufrido en las c¨¢maras -no ha logrado sustituir la reforma sanitaria de Obama y a¨²n no hay noticias de la reforma fiscal-. Al mismo tiempo, las pol¨¦micas que ha provocado el presidente -como la reciente crisis racista de Charllottesville- han puesto a los conservadores en una situaci¨®n muy inc¨®moda.
Este mayor distanciamiento de los pesos pesados del partido -m¨¢s all¨¢ del cisma con los dem¨®cratas- supone una dificultad a?adida para las negociaciones que afronta el Congreso en cuanto pasen sus vacaciones de verano, y que pasan por alumbrar la mil veces prometida reforma fiscal, el presupuesto federal de 2018 o por amarrar el techo de deuda. El nuevo curso legislativo comienza el 5 de septiembre y el acuerdo sobre el techo de deuda debe llegar antes de que acabe ese mes.
Curso legislativo complicado
The New York Times public¨® un extenso art¨ªculo esta semana en el que daba la relaci¨®n entre Trump y McConell por desintegrada, asegurando que no hab¨ªan mantenido contacto alguno desde una crispada conversaci¨®n telef¨®nica entre ambos el pasado 9 de agosto.El l¨ªder conservador del Senado, seg¨²n aquella informaci¨®n, "hab¨ªa manifestado en privado ¡°sus dudas sobre la capacidad de Trump de salvar su Administraci¨®n¡± despu¨¦s de las crisis del verano.
Tanto la Casa Blanca como McConell desmintieron la ruptura, pero los desacuerdos entre ambos han sido p¨²blicos y notorios, empezando por las cr¨ªticas de este jueves en Twitter. Adem¨¢s, en declaraciones p¨²blicas, el presidente lleg¨® a sugerir que McConnell deber¨ªa dimitir si en los pr¨®ximos meses no logra la aprobaci¨®n de la reforma sanitaria o un plan de infraestructuras.
Este es pedregoso terreno por el que deben caminar las negociaciones. Pero los conservadores, con la vista puesta en las elecciones legislativas de 2018, son los primeros interesados en entenderse con su presidente. Por primera vez en muchos a?os controlan Gobierno y c¨¢maras, as¨ª que el votante no entender¨¢ que muchas iniciativas se queden ahora bloqueadas, como, por ejemplo, la elevaci¨®n del techo de deuda.
Fitch, la agencia de calificaci¨®n de riesgos, ha advertido de que revisar¨¢ la nota de solvencia de Estados Unidos -ahora de triple A, un sobresaliente- si este l¨ªmite no se negocia a tiempo. Un empeoramiento de la calificaci¨®n se traduce en unos intereses m¨¢s altos que pagar por endeudarse, lo que retroalimenta cualquier problema de pasivo. "Un cierre parcial del Gobierno no tendr¨ªa un impacto directo en nuestra calificaci¨®n, pero dejar¨ªa en evidencia que las divisiones pol¨ªticas representan un riesgo para el proceso presupuestario", dijo la agencia. La fractura pol¨ªtica empieza a molestar en el mercado.
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