Una sentencia del Constitucional reabre el debate en Colombia sobre la vacuna del Papiloma
La Corte solicita a las autoridades sanitarias mejorar los protocolos de seguridad del tratamiento para evitar el c¨¢ncer del cuello de ¨²tero entre las mujeres
La Corte Constitucional de Colombia ha publicado una sentencia que se limita a recordarle al Ministerio de Salud que debe informar a las familias que tienen el derecho a negarse a vacunar del virus del Papiloma Humano a sus hijas de entre nueve y 17 a?os. El organismo judicial emite este veredicto como respuesta a la solicitud de tutela de la madre de una joven de 15 a?os de la ciudad de Cali. La ni?a sufri¨® "fuertes dolores en el lado derecho de su cuerpo y en sus extremidades superiores e inferiores" un mes despu¨¦s de que en su colegio le pusieran la ¨²ltima de las tres dosis de esta vacuna. Las dolencias han evolucionado en una enfermedad.
"Es la causa n¨²mero 1 de mortalidad entre las mujeres de 15 y 45 a?os en el mundo", ha asegurado el doctor Carlos Castro, director m¨¦dico de la Liga Colombiana de Lucha contra el C¨¢ncer. "Cada a?o 5.000 mujeres son diagnosticadas, 2.000 mueren por este tipo de c¨¢ncer". Con estos argumentos el especialista ha defendido la campa?a de vacunaci¨®n que desde 2012 llega de manera obligatoria a todos los colegios p¨²blicos y privados de Colombia, adem¨¢s de a las instituciones sanitarias encargadas de vacunar a la poblaci¨®n.
Adem¨¢s, el Constitucional le ha solicitado a las autoridades sanitarias que, en caso de que no se pueda garantizar la seguridad en la vacunaci¨®n, "procedan a suspender la misma teniendo en cuenta los efectos colaterales, seg¨²n el principio m¨¦dico 'primero que todo no hacer da?o".
La decisi¨®n de la Corte no cuestiona la seguridad de la vacuna ni la campa?a que desde 2012 lleva a cabo el Ministerio de Salud para vacunar de manera gratuita a todas las ni?as colombianas. A¨²n as¨ª, se ha generado un debate p¨²blico en el pa¨ªs porque la sentencia se ha interpretado desde varios sectores, sobre todo los conservadores, como el freno definitivo a un tratamiento que previene el c¨¢ncer de cuello uterino entre la poblaci¨®n femenina.
Ante la pol¨¦mica, las autoridades sanitarias colombianas han tenido que recordar en rueda de prensa que "no existe ning¨²n estudio a nivel internacional que relacione el tratamiento del virus del Papiloma Humano con el desarrollo de enfermedades autoinmunes". Los especialistas colombianos no niegan el caso de la joven cale?a, como tampoco infravaloran a las 15 ni?as que se desmayaron en un colegio de Carmen de Bol¨ªvar, en el interior del Caribe colombiano, tras recibir la vacuna.
"La ley de 2013 no solo garantiz¨® la obligatoriedad", ha explicado el doctor Diego Alejandro Garc¨ªa Londo?o, m¨¦dico pediatra y coordinador nacional de vacunaci¨®n del Ministerio de Salud. "Tambi¨¦n se estableci¨® un documento de elegibilidad para que aquellos padres que se negaran a vacunar a sus hijas lo firmaran, lo presentaran en el colegio y en la secretar¨ªa de salud correspondientes y as¨ª asumieran los riesgos de su decisi¨®n".
Es decir, en Colombia todas las instituciones educativas y sanitarias tienen la obligaci¨®n de suministrar de manera gratuita esta vacuna que se administra en tres dosis. La poblaci¨®n con el derecho a recibirla son ni?as de entre nueve y 17 a?os vayan o no al colegio. Y sus padres pueden negarse al tratamiento siempre que firmen un documento. "Ojal¨¢ un d¨ªa podamos vacunar tambi¨¦n a ni?os, as¨ª se erradicar¨ªa esta enfermedad como ha sucedido con otras como el polio", ha ejemplificado Carlos Castro.
Una vacuna con metales
En 2012, una joven de Cali, como el resto de sus compa?eras de colegio, recibi¨® las tres dosis de la vacuna del Papiloma que se establecen en el tratamiento y con el consentimiento de su familia. Un mes despu¨¦s comenz¨® a tener dolores en las articulaciones. Las molestias continuaron, acudieron al m¨¦dico y fue diagnosticada con una artritis reactiva poliarticular. El tratamiento a esta patolog¨ªa no funcion¨® y su familia acudi¨® a unos laboratorios en Estados Unidos para que le hicieran unos an¨¢lisis de pelo en busca de una respuesta concreta. "El resultado concluy¨® que presentaba una intoxicaci¨®n por metales pesados (plomo, aluminio, cadmio, titanio y plata)", seg¨²n se lee en la sentencia. El mismo veredicto le dieron en un hospital de Bogot¨¢.?
Ante esta situaci¨®n, la familia denunci¨® al Ministerio de Salud y otros organismos sanitarios por los supuestos efectos secundarios de la vacuna del Papiloma, tambi¨¦n incluy¨® a la empresa aseguradora que, seg¨²n su versi¨®n, no dio el tratamiento adecuado a su hija.
"Los programas de inmunizaci¨®n se han enfrentado a la p¨¦rdida de credibilidad por parte de los usuarios debido al crecimiento de la publicidad negativa relacionada con sus resultados. Aunque se han manifestado preocupaciones de seguridad sobre las vacunas, estas han sido investigadas de manera sistem¨¢tica a la fecha. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomienda la inclusi¨®n de la vacunaci¨®n en los programas nacionales de inmunizaci¨®n en los que la prevenci¨®n del c¨¢ncer cervicouterno sea una prioridad de la salud p¨²blica y que la inclusi¨®n sea factible en t¨¦rminos del programa¡±, se lee en la sentencia.
Toda la documentaci¨®n que incluye la sentencia de la Corte se dirige a mejorar los protocolos de administraci¨®n de la vacuna, las campa?as informativas a familias, profesores e instituciones, pero en ning¨²n momento relaciona la composici¨®n del tratamiento con la intoxicaci¨®n, ni los dolores musculares.
La Corte ha incluido la opini¨®n de varios m¨¦dicos: "Si bien es cierto que estas vacunas contienen un aditivo de aluminio y fragmentos residuales de ADN, no existe un motivo suficiente que permita determinar un v¨ªnculo causal de dichas lesiones por la aplicaci¨®n de esta vacuna".
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