Las ideas en la guerra
El resultado del refer¨¦ndum invita a preguntarse si la mitad de los consultados est¨¢ por la prolongaci¨®n de la guerra
Susan Sontag observa en su ensayo Ante el dolor de los dem¨¢s: ¡°En el centro de las esperanzas y de la sensibilidad ¨¦tica modernas est¨¢ la convicci¨®n de que la guerra, aunque inevitable, es una aberraci¨®n. De que la paz, si bien inalcanzable, es la norma. Desde luego, no es as¨ª como se ha considerado la guerra a lo largo de la historia. La guerra ha sido la norma, y la paz, la excepci¨®n¡±.
En Colombia se ha firmado un acuerdo de paz que puso fin a casi siete d¨¦cadas de atroz conflicto armado que dej¨® m¨¢s de seis millones de v¨ªctimas y centenares de miles de muertos. Otra ¡°cifra dura¡±, equiparable a la de las v¨ªctimas, es la opini¨®n del 50,23% de los 12.779.402 ciudadanos consultados en el refer¨¦ndum de 2016. Ellos dijeron ¡°no¡± al acuerdo alcanzado por las FARC y el Gobierno colombiano.
El resultado del refer¨¦ndum, favorable por un pelo al ¡°no¡±, aunque carente de fuerza jur¨ªdica, invita a preguntarse si la mitad de los consultados est¨¢ por la prolongaci¨®n de la guerra. Tal como en Colombia alude a ellos la conversaci¨®n p¨²blica, lo rechazado son los t¨¦rminos del acuerdo, y no la idea del retorno a la paz.
Tampoco ning¨²n pol¨ªtico colombiano y casi ning¨²n columnista de prensa opuesto a los acuerdos se ha manifestado, que yo sepa, abiertamente partidario de que el Estado siga en pie de guerra hasta que no quede un f¨®quin guerrillero de las Farc sobre la tierra.¡±La paz, s¨ª, pero no a cualquier precio¡± es el motivo com¨²n de sus alegatos y lo ha sido, tambi¨¦n, y muy acusadamente, de la precampa?a electoral.
Sin embargo, a otra mucha gente nos intriga la tibieza con que la sociedad colombiana, en su conjunto, ha recibido el advenimiento de lo que se anuncia como retorno a la norma que echa de menos la Sontag: la paz.
?Qu¨¦ idea se han hecho los colombianos de la paz y de las muchas cosas buenas, tangibles o no, que ella permitir¨¢ alcanzar, ahora que los funcionarios de la ONU, supervisores del desarme se han marchado, dej¨¢ndonos su visto bueno?
Ahora que las FARC anuncian campanudamente, con un congreso ideol¨®gico y hasta spots publicitarios, su decisi¨®n de participar en unas elecciones ateni¨¦ndose a las reglas de lo que durante muchas d¨¦cadas se fulmin¨® como obscena farsa burguesa, ?qu¨¦ ser¨¢ del aplastante c¨²mulo de ideas en favor de la guerra revolucionaria que Colombia ha producido desde el siglo pasado? Si la paz ha llegado al fin, ?importa conocer de esa ideas?
Tal es el tema de uno de los libros m¨¢s originales, mejor averiguados y arbsorbentemente bien escritos que haya producido la vasta literatura colombiana sobre el conflicto armado.
Nadie que lea ¡°Las ideas en la guerra¡± (Debate, 2015), del fil¨®sofo colombiano Jorge Giraldo Ram¨ªrez, podr¨¢ conformarse despu¨¦s con el relato period¨ªstico al uso que reduce las Farc, y al medio centenar de organizaciones armadas que signaron para mal la vida de los colombianos durante m¨¢s de medio siglo, a una inevitable consecuencia de la desigualdad social o de la asfixia pol¨ªtica.
En un pa¨ªs prol¨ªfico en rudas cr¨®nicas de la guerra y en entusiastas alegatos en pro de la violencia que discurren con una mezcla de aquiescencia hacia los sofismas de los violentos e hip¨®crita consternaci¨®n ante el sufrimiento de las v¨ªctimas, Giraldo recorre la ruta de las ideas equivocadas sobre los fines y los medios que hicieron de Colombia un infierno de muerte y de odios.
Me gustar¨¢ mucho comentar ese aleccionador libro en mi pr¨®xima entrega, la semana que viene.
@ibsenmartinez
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