Estonia ofrece residencia virtual y ventajas fiscales a emprendedores de todo el mundo
Unos 21.000 extranjeros tienen ya un documento de identidad estonio que les permite operar en el pa¨ªs
En Estonia solo existen tres gestiones administrativas que no se puedan hacer por Internet: casarse, divorciarse y comprar una casa. Exagerado o no, el Gobierno estonio ha construido este eslogan para vender por el mundo las bondades del pa¨ªs, uno de los menos poblados de la UE (1,3 millones de habitantes). Este Estado b¨¢ltico ha convertido la revoluci¨®n electr¨®nica en su modo de vida y busca rentabilizarla. El proyecto estrella para lograrlo es la e-residencia, que proporciona una identidad en el pa¨ªs a cualquier ciudadano del mundo que la solicite online (y re¨²na los requisitos).
Cerca de 21.000 emprendedores se han afincado ¡ªal menos virtualmente¡ª en el pa¨ªs gracias a la e-residencia, que da derecho, desde finales de 2014, a un carn¨¦ de identidad para operar en territorio estonio. La oferta persigue generar ingresos, no solo para las arcas del Estado (cuesta 100 euros), sino tambi¨¦n para el sector privado. Una peque?a parte de quienes la solicitan crean empresas en el pa¨ªs (se han registrado 1.600, seg¨²n datos del Gobierno estonio). La mayor¨ªa (consultores, inform¨¢ticos, vendedores por Internet¡) desarrolla desde Tallin una actividad que podr¨ªa prestar desde cualquier otro lugar del mundo. Hacerlo en este peque?o Estado, uno de los m¨¢s septentrionales de la UE, proporciona una ventaja nada despreciable: la fiscalidad es muy inferior a la media del club comunitario.
Cerca de 21.000 emprendedores han obtenido la e-residencia en Estonia
El Gobierno niega que su objetivo sea recaudar impuestos que deber¨ªan pagarse en otros Estados. ¡°Para nosotros, la motivaci¨®n es generar ingresos para servicios como bancos o asesores¡±, explica Siim Sikkut, jefe de comunicaci¨®n del Ejecutivo estonio, en un reciente viaje al que fue invitado EL PA?S. Pero lo cierto es que las empresas all¨ª residenciadas no pagan un solo euro de impuesto de sociedades si reinvierten los beneficios. Y si deciden cobrarlos, abonan al fisco como m¨¢ximo un 20% de la ganancia. Nada que ver con el 34% de Francia y B¨¦lgica o el 30% de Alemania.
"Yo lo solicit¨¦ en septiembre del a?o pasado y para octubre ya lo ten¨ªa. En noviembre abr¨ª mi empresa en Estonia", explica Avijit Sarkar, de nacionalidad india. Sarkar ha obtenido tambi¨¦n el permiso de residencia en Estonia y toda su familia se ha mudado ahora con ¨¦l. Su objetivo es desarrollar la empresa de servicios financieros que ha constituido y dirigirse a clientes principalmente de pa¨ªses angl¨®fonos. "Consegu¨ª mi tarjeta y tengo acceso a todos los servicios de la Administraci¨®n estonia. Nunca he visto tanta transparencia", valora.
La procedencia geogr¨¢fica de los e-residentes de Estonia revela que la fiscalidad es solo uno de los motivos para solicitar este estatus. La nacionalidad m¨¢s com¨²n de las 138 presentes en la lista de residentes digitales es la finlandesa (el 15% del total). Finlandia, vecino del norte de Estonia y con un idioma similar, es uno de los Estados m¨¢s pr¨®speros (y con una fiscalidad m¨¢s elevada de la UE, aunque el tope del impuesto de sociedades es tambi¨¦n un 20%). Asentarse en la peque?a Estonia les permite prestar servicios con pocos tr¨¢mites ¡ªla empresa est¨¢ lista en un mes¡ª y a¨²n menos impuestos.
Rusos y ucranios
Las motivaciones son diferentes para las otras dos nacionalidades con m¨¢s peso en el registro: rusos (7,5%) y ucranios (casi el 6%). Para ellos supone poner un pie en la UE y ahorrarse tr¨¢mites para prestar servicios, aunque ese carn¨¦ de identidad no otorga derechos de ciudadan¨ªa, aclaran en el Ejecutivo estonio. La inmensa mayor¨ªa de quienes prueban suerte en el pa¨ªs b¨¢ltico son hombres (88%), en general menores de 50 a?os.
La ofensiva estonia para atraer empresas y emprendedores se produce en un momento en que la Uni¨®n Europea trata de luchar contra la fiscalidad a la carta. Los abusos de grandes compa?¨ªas que se asientan en un pa¨ªs de la UE ¡ªgeneralmente con la fiscalidad m¨¢s reducida¡ª para aligerar su factura tributaria han llevado a la Comisi¨®n Europea a tratar de revertir la tendencia por dos v¨ªas. La primera, perseguir esos trajes a medida que ofrecen muchos Estados para pagar menos impuestos, una estrategia que ensayan las autoridades de competencia. La segunda, promover legislaci¨®n que obligue a pagar el impuesto de sociedades all¨ª donde se genera el beneficio.
¡°No tenemos problema en cambiar eso si hay un acuerdo en el Consejo Europeo¡±, replica el portavoz del Gobierno. Pero los Estados miembros se resisten a profundizar en esa v¨ªa. Lo m¨¢s probable es que Estonia, que ejerce este semestre la presidencia semestral de la UE, pueda seguir ofreciendo durante mucho tiempo tarifa cero a los empresarios que puedan exhibir su e-residencia. El objetivo es que acaben 10 millones de personas en 2025. Eso supondr¨ªa tener casi 10 residentes virtuales por cada ciudadano f¨ªsico. Una proeza compleja incluso para los m¨¢s avezados en las estrategias electr¨®nicas.
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