Condenado 42 a?os despu¨¦s por raptar y asesinar a dos ni?as en EE UU
Un hombre admite que particip¨® en el secuestro de dos hermanas en un suburbio de Washington en 1975, pero su confesi¨®n no resuelve todos los misterios del caso
Al mediod¨ªa del 25 de marzo de 1975, las hermanas Katherine y Sheila Lyon, de 10 y 12 a?os, salieron de su casa en Kensington (Maryland), un suburbio de Washington. Hab¨ªan acordado con su madre que iban a volver a las 4 de la tarde. Pero nunca lo hicieron.
Se esfumaron del centro comercial al que anduvieron, a unos 800 metros de distancia, para almorzar y pasear con unas amigas. All¨ª fue donde se las vio por ¨²ltima vez. Nunca se supo qu¨¦ les ocurri¨® exactamente. Es de los sucesos m¨¢s misteriosos de la historia reciente de Estados Unidos.
Hasta que este martes se hizo por primera vez justicia. Cuarenta y dos a?os despu¨¦s, Lloyd Lee Welch, un hombre de 60 a?os preso por violaci¨®n, se declar¨® culpable de dos acusaciones de asesinato de primer grado al admitir que particip¨® en el secuestro de las hermanas. Welch, que en 1975 ten¨ªa 18 a?os, no reconoci¨® haberlas matado pero se le atribuyen las muertes bajo el supuesto de asesinato ¡°en la comisi¨®n de una abducci¨®n con intenci¨®n de profanar¡±. Pese a la confesi¨®n, a¨²n quedan muchos flecos por resolver. Por ejemplo, si otra persona particip¨® en el crimen, como Welch asegura.
El hombre fue condenado a 48 a?os de prisi¨®n como parte de un acuerdo con la Fiscal¨ªa. Actualmente, ya est¨¢ encarcelado por una agresi¨®n sexual a una ni?a de 10 a?os, por lo que presumiblemente se pasar¨¢ el resto de sus d¨ªas entre rejas.
Seg¨²n la versi¨®n de Fiscal¨ªa, las hermanas Lyon fueron raptadas del centro comercial y asesinadas. Welch se llev¨® los restos de una o las dos ni?as para quemarlos en una finca familiar en una zona rural de Virginia, a 340 kil¨®metros al sur de Kensington.
Tras en¨¦simos carpetazos y falta de pruebas, las pesquisas del caso dieron un giro hace cinco a?os, cuando los investigadores de la polic¨ªa de Maryland decidieron empezar a indagar desde cero.
Tardaron poco en encontrar una pista clave. Descubrieron una ficha policial, escrita una semana despu¨¦s de la desaparici¨®n de las ni?as, en la que se explicaba que Welch, de 18 a?os, se hab¨ªa acercado a hablar con un guarda de seguridad del centro comercial. Le cont¨® que estuvo en el complejo el d¨ªa del suceso y que vio a un hombre, al que se hab¨ªa citado como sospechoso en la prensa, que habl¨®, con una grabadora en la mano, con las hermanas. El guarda decidi¨® llamar a la polic¨ªa, que interrog¨® a Welch pero le consider¨® un testigo poco fiable. Su nombre desapareci¨® por completo de las pesquisas.
Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, los nuevos investigadores descubrieron que ese mismo hombre hab¨ªa cometido varios delitos m¨¢s adelante. Uno de ellos era una detenci¨®n por robo en 1977, dos a?os despu¨¦s de la desaparici¨®n de las ni?as, en una casa ubicada a ocho cuadras del centro comercial. Examinaron la fotograf¨ªa del detenido. Y algo les llam¨® la atenci¨®n: se parec¨ªa al retrato robot que se hizo en 1975 de un hombre que estaba en el centro comercial despu¨¦s de que un testigo asegurara que estuvo mirando mucho rato a las hermanas Lyon, hasta el punto de que una amiga de ellas le increp¨®.
Tras el hallazgo, los investigadores decidieron ir a visitar a Welch en la c¨¢rcel de Delaware en la que cumple condena. Y ¨¦l no tuvo reparos en hablar. Reconoci¨® que estuvo en el centro comercial de Maryland el d¨ªa de la desaparici¨®n y que cre¨ªa que las ni?as fueron ¡°raptadas, violadas y quemadas¡±, seg¨²n las notas policiales citadas por el diario The Washington Post.
Las entrevistas continuaron y una de ellas, en mayo de 2015, fue determinante. Welch, que tuvo una infancia problem¨¢tica, dio los nombres de familiares suyos que supuestamente hab¨ªa visto c¨®mo raptaban a las ni?as. Tambi¨¦n asegur¨® que presenci¨® c¨®mo su padre y su t¨ªo mataban y se deshac¨ªan de los restos de una de las menores en el s¨®tano de una casa que ten¨ªan a las afueras de Washington. Uno de ellos, sostuvo, le amenaz¨® y le oblig¨® a limpiar los restos humanos y llevarlos a la finca familiar en Virginia.
Los agentes visitaron esa casa a las afueras de la capital estadounidense y vieron que el s¨®tano coincid¨ªa con la descripci¨®n que hab¨ªa hecho Welch. Encontraron unos restos que pod¨ªan ser de sangre y en los que se hall¨® ADN humano, pero se consideraron de demasiada mala calidad para poder determinar su identidad.
A ra¨ªz del testimonio, la polic¨ªa tambi¨¦n investig¨® al t¨ªo de Welch pero no descubrieron nada que corroborara la acusaci¨®n y la Fiscal¨ªa consider¨® que no hab¨ªa pruebas para pedir una imputaci¨®n. El padre de Welch muri¨® en 1998. Los secretos y quiz¨¢ la verdad completa del caso se los llev¨® a la tumba.
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