A la caza del trabajador en el para¨ªso del pleno empleo
Facilidades para conciliar, buenos sueldos. Los departamentos de recursos humanos b¨¢varos pelean por la escasa mano de obra disponible en un mercado laboral boyante
Charlotte Jakobi-von M¨¹ller acude a las ferias de trabajo como quien va de caza a la sabana en busca de una especie en extinci¨®n. Es jefa de recursos humanos de la empresa municipal de transportes de M¨²nich y busca desesperadamente trabajadores. Les hacen falta 200 conductores que hablen alem¨¢n y est¨¦n dispuestos a cobrar 2.580 euros brutos. Jakobi-von M¨¹ller sabe bien que la competencia por la mano de obra en Baviera es feroz. En la bandeja de entrada de su buz¨®n de correo no se amontona ning¨²n curr¨ªculum. Es ella la que tiene que salir a la calle a buscar candidatos. ¡°Aqu¨ª nadie busca empleo porque todos tienen. Es muy dif¨ªcil encontrar trabajadores¡±. Su misi¨®n, explica, es a la fuerza muy creativa. Una madrugada orden¨® cubrir los sillines de los cientos de miles de bicicletas aparcadas en la calle con un forro en el que se le¨ªa: ¡°Te necesitamos a ti¡±. Otra de sus creaciones es un v¨ªdeo en el que un conductor cuenta lo feliz que es al volante de su autob¨²s. Pero en la decena de ferias de trabajo que se celebran cada a?o en M¨²nich es donde de verdad se la juega.
La falta de mano de obra cualificada en ciertos sectores es un problema que afecta a toda Alemania, un pa¨ªs en el que la econom¨ªa crece, mientras la pir¨¢mide demogr¨¢fica envejece. Nunca antes desde la reunificaci¨®n alemana el desempleo hab¨ªa sido tan bajo ¨C 5,8% ¨C en un mercado laboral que se encuentra en plena expansi¨®n. Junto a las luces, se acumulan las sombras. Las diferencias entre el Este y el oeste, tambi¨¦n en empleo siguen siendo profundas. La temporalidad y los bajos salarios de los millones de alemanes que trabajan con los pol¨¦micos minijobs son preocupantes. A¨²n as¨ª, la gran mayor¨ªa de los alemanes segura en las encuestas vivir una ¨¦poca de bonanza que tiene mucho que ver con el acceso al trabajo. La canciller Angela Merkel, considerada por muchos alemanes art¨ªfice de esta era de bienestar, aspira a un cuarto mandato dentro de una semana. Todos los sondeos coinciden en que lo lograr¨¢.
¡°Aqu¨ª nadie busca trabajo porque todos tienen", dice una jefa de recursos humanos
Una coyuntura econ¨®mica internacional favorable y la bater¨ªa de reformas laborales puestas en marcha por el Gerhard Schroeder son a juicio de numerosos expertos algunas de las calves del ¨¦xito laboral alem¨¢n y a la vez la causa de sus debilidades. La demanda de trabajadores cualificados es uno de los da?os colaterales del crecimiento alem¨¢n. En agosto, Berl¨ªn aprob¨® un plan para paliar ese d¨¦ficit, que seg¨²n estimaciones con las que trabaja el Gobierno, Alemania necesitar¨¢ tres millones de trabajadores cualificados en 2030.
En la boyante Baviera, con un 3,2% de desempleo, la escasez de trabajadores es especialmente aguda. Seg¨²n las predicciones de la c¨¢mara de comercio b¨¢vara, ahora necesitan 230.000 trabajadores. Y el doble para 2030. Por eso, este Estado federado se ha convertido en una suerte de laboratorio de recursos humanos.
La competencia entre los empleadores es despiadada. Ofrecer horarios ultraflexibles y todo tipo de medidas de conciliaci¨®n a madres para que se animen a dejar la media jornada o la dilatada baja de maternidad es solo un punto de partida. Hay empresas que regalan bonos de gimnasio a sus trabajadores o un coche. Se ofrecen tambi¨¦n viajes y actividades de ocio con los compa?eros de trabajo o ayuda para encontrar casa a buen precio. Otros empleadores se esfuerzan para convencer a los m¨¢s mayores para que permanezcan en sus puestos de trabajo m¨¢s all¨¢ de la edad de jubilaci¨®n.
¡°Para nuestros empresarios, el problema n¨²mero uno es la falta de trabajadores cualificados¡±, constata Robert Obermeier, economista jefe en la C¨¢mara de Comercio e Industria de M¨²nich y Alta Baviera. Una encuesta reciente de su instituci¨®n refleja que el 55% de los empresarios preguntados cree que la falta de mano de obra cualificada es el principal riesgo empresarial al que se enfrentan. ¡°Cada a?o es m¨¢s dif¨ªcil y el problema solo empeorar¨¢ porque el panorama demogr¨¢fico no va a mejorar¡±, dice Obermeier. Este experto explica que por un lado cada a?o salen menos ni?os de las escuelas y que adem¨¢s, cada vez m¨¢s optan por ir a la universidad y menos por la afamada formaci¨®n profesional alemana. Obermeier asegura que faltan contables, secretarios, t¨¦cnicos medios, casi de todo. Hace poco hac¨ªan falta por ejemplo 100 socorristas para las piscinas municipales.En Baviera tienen sede muchas grandes empresas como Siemens, BMW, Allianz o Audi y tambi¨¦n por eso la competencia es enorme.
Pensar que la llegada de m¨¢s de un mill¨®n de refugiados en los ¨²ltimos dos a?os ayudar¨¢ a aliviar el problema no es realista al menos a corto y medio plazo. Aprender el idioma lleva tiempo y hace falta que los perfiles que llegan sean compatibles con los que se ofrecen, coinciden los analistas. De momento, solo en torno a un 10% de los llegados desde 2015 tiene trabajo, seg¨²n cifras oficiales. Adem¨¢s, esos empleos, a menudo en la hosteler¨ªa o la construcci¨®n no solucionan la situaci¨®n de muchos otros sectores.
Para un joven espa?ol lo que cuentan la jefa de recursos humanos y el economista de la c¨¢mara de comercio podr¨ªa parecer una broma de mal gusto, pero Estefan¨ªa D¨¢vila (35) y David Redondo (31) saben bien que es una realidad. Los dos trabajan de enfermeros en el gran hospital de M¨²nich. En Espa?a, ella encadenaba contratos de 24 horas y sustituciones en vacaciones cuando sal¨ªan. ¡°Pero me cans¨¦ de tantos contratos. O¨ª que hab¨ªa un curso de alem¨¢n que pagabas con tus primeros sueldos y me apunt¨¦¡±. Ahora trabaja en M¨²nich y asegura que su experiencia es muy buena. ¡°Aqu¨ª tienes estabilidad y calidad de vida¡±.
Redondo cuenta que despu¨¦s de apuntarse a todas las bolsas de trabajo de las comunidades aut¨®nomas espa?olas, en un a?o y medio no le llam¨® nadie. Aqu¨ª, dice, hablando bien alem¨¢n, el trabajo sobra. ¡°Yo se?alo con el dedo donde quiero trabajar y voy. Aqu¨ª estamos muy bien valorados¡±. Alfred Holderied, su jefe al frente del departamento de enfermer¨ªa del hospital, asiente: ¡°Los espa?oles vienen muy bien formados".
Faltan contables, secretarios, t¨¦cnicos medios, casi de todo, aseguran desde la C¨¢mara de Comercio e Industria de M¨²nich y Alta Baviera
Aunque no todas las experiencias de trabajadores venidos de fuera son tan exitosas. Muchos j¨®venes acaban volvi¨¦ndose porque no encajan o a?oran su pa¨ªs. Lo corrobora Michael Holzinger, que regenta un lujoso hotel tur¨ªstico en Garmisch-Partenkirchen, al sur de Baviera y que ha dicho a di¨®s a unos cuantos espa?oles que "echaban de menos a su madre y a su padre".
Holderied, el jefe de enfermer¨ªa no desiste. Realiza expediciones peri¨®dicas a Espa?a para reclutar a enfermeros. Ha tra¨ªdo ya a 54 trabajadores a M¨²nich. Italia, Filipinas o China son otros de los pa¨ªses a los que ha viajado en busca de enfermeros para un departamento que parece la ONU. Hay empleados de Croacia, Bosnia, Turqu¨ªa¡ ¡°Los alemanes se hacen mayores y alguien tiene que atenderles en los hospitales. Pero los j¨®venes alemanes prefieren trabajar en otras cosas. Tenemos un problema muy gordo¡±. Explica que ahora tienen 100 puestos vacantes y que hay camas que no se pueden usar porque no hay personal para atenderlas. En el hospital ofrecen formaci¨®n interna y flexibilidad horaria para los padres con ni?os peque?os. Pueden elegir trabajar desde 3,5 horas a la semana hasta 40. A¨²n as¨ª, Holderied sigue condenado a patearse el mundo en busca de enfermeros. ¡°Los pol¨ªticos conocen bien el problema, pero no ofrecen soluciones concretas. Dicen que s¨ª, que hay que hacer atractiva la profesi¨®n, pero¡¡±.
¡®Minijobs¡¯ y parados de larga duraci¨®n
No todo son luces de ne¨®n en el mercado de trabajo alem¨¢n. Pese a las buenas cifras, Sabine Klinger, del Instituto para la investigaci¨®n el mercado laboral (IAB) advierte de que "hay problemas estructurales que se vuelven m¨¢s visibles precisamente cuando baja el desempleo". Explica por ejemplo que la demanda laboral no acaba de encajar con la cualificaci¨®n de la mano de obra disponible y asegura que un tercio de los parados son de larga duraci¨®n (m¨¢s de doce meses). Habla tambi¨¦n de la brecha salarial, que ha mejorado ligeramente desde 2010, aunque los sueldos m¨¢s altos y los m¨¢s bajos est¨¢n lejos de converger. El trabajo a tiempo parcial y la temporalidad son otros de los puntos d¨¦biles del sistema. Hasta 6,5 millones de personas trabajan con minijobs, un tipo de contrato a tiempo parcial con un sueldo m¨¢ximo de 450 euros.
El mercado alem¨¢n debe adem¨¢s adaptarse a una demograf¨ªa cambiante. La poblaci¨®n envejece a la vez que se incorporan cientos de miles de extranjeros. ¡°Por un lado hay que proporcionar m¨¢s flexibilidad a los trabajadores mayores para que se queden m¨¢s tiempo en sus puesto de trabajo y a la vez hay que hacer un gran esfuerzo para formar a los migrantes¡±, sostiene Klinger.
Este reportaje forma parte de 'La Alemania de la era Merkel', una serie de cinco art¨ªculos que dibujan un retrato pol¨ªtico, econ¨®mico y social de la potencia europea en los d¨ªas previos a las elecciones generales del pr¨®ximo 24 de septiembre.