Qu¨¦ es ser alem¨¢n hoy
La identidad cultural y el patriotismo irrumpen con fuerza en la campa?a electoral
Hay pocas cosas m¨¢s alemanas que un Verein, una de las m¨¢s de 600.000 asociaciones en las que los alemanes invierten su tiempo libre. Y hay pocas tan tradicionales como un Sch¨¹tzenverein, las sociedades de tiro nacidas en el medievo y repartidas por todo el pa¨ªs. En una de ellas practicaba y socializaba Mithat Gedik hasta que un buen d¨ªa hace tres a?os gan¨® el t¨ªtulo de Rey de la Hermandad con su afinada punter¨ªa. Su tino fue a la vez su desgracia. Gedik destap¨® la caja de los truenos del conservadurismo alem¨¢n y resucit¨® un debate nacional peliagudo. Los estatutos de la organizaci¨®n paraguas de las ancestrales hermandades de tiro establecen que solo los cristianos pueden ser coronados. Gedik es musulm¨¢n. ¡°Estamos en 2017, parece mentira que nos enfrentemos todav¨ªa a estos problemas¡±, reflexiona en el jard¨ªn de su casa, en un pueblecito al noroeste del pa¨ªs.
Gedik naci¨® y creci¨® en Alemania. Sus padres son turcos. Estudi¨® bachillerato en una escuela cat¨®lica y su mujer es cat¨®lica. Pero nada de eso pareci¨® suficiente para la tradicional¨ªsima Hermandad Hist¨®rica de tiro de Alemania (BHDS). El caso ha tardado tres a?os en resolverse mediante complej¨ªsimas deliberaciones y ha suscitado un considerable debate que a una semana de las elecciones arrecia. ?Cu¨¢ndo pasa a ser considerado un verdadero alem¨¢n un migrante o una persona de origen extranjero? ?Deben o pueden adaptarse las tradiciones y las se?as de identidad nacionales a la nueva realidad social multicultural? ?O son los que vienen los que deben adaptarse? En la era de las pol¨ªticas identitarias que avanzan en Europa y EE UU, el debate cala en Alemania y tiende como en el resto de pa¨ªses, a la toxicidad.
¡®Leitkultur¡¯, cultura dominante,? se utiliza por los m¨¢s conservadores para exigir la asimilaci¨®n cultural de inmigrantes y refugiados. O se adaptan, o deben marcharse.
El tema de la integraci¨®n y de la identidad cultural ha entrado de lleno en una campa?a electoral, en la que la extrema derecha aspira a monopolizar el patriotismo y la xenofobia y en la que el resto de partidos se resiste a ceder a los extremistas un terreno con el que saben que es f¨¢cil pescar votos. Los colores de la bandera nacional decoran los carteles de la conservadora CDU de Angela Merkel, el partido que seg¨²n las encuestas repetir¨ªa por cuarta vez. La llegada de m¨¢s de un mill¨®n de refugiados en los dos ¨²ltimos dos a?os no ha hecho m¨¢s que exacerbar el debate. Y mientras, una palabra pol¨¦mica se ha vuelto omnipresente en la campa?a: Leitkultur.
Leitkultur se refiere a la cultura de referencia o la dominante y es un t¨¦rmino que se utiliza sobre todo desde las filas m¨¢s conservadoras para exigir la asimilaci¨®n cultural de los inmigrantes y refugiados. O se adaptan, o deben marcharse. El t¨¦rmino emergi¨® a principios del a?o 2000, con la reforma de la ley de ciudadan¨ªa y ahora regresa con fuerza.
Naika Foroutan, vicedirectora del instituto para la integraci¨®n y la investigaci¨®n de las migraciones ha propuesto junto con otros expertos la creaci¨®n de una comisi¨®n que ayude a definir el ¡°nosotros¡± alem¨¢n al margen de coyunturas e intereses pol¨ªticos. ¡°El debate sobre qu¨¦ es ser realmente alem¨¢n es muy complejo. Los pol¨ªticos alemanes apelan a un conjunto de emociones y miran al pasado en lugar de crear una narrativa que mire al futuro y a c¨®mo queremos organizarnos. Los canadienses por ejemplo, hablan de la unidad en la diversidad¡±.
Alemania es un pa¨ªs en el que en las escuelas abundan los nombres extranjeros, en el que en los trenes se escuchan infinidad de idiomas y en el que las pieles oscuras o las chicas con velo pueblan los centros comerciales. La multiculturalidad es una realidad que reflejan tambi¨¦n las cifras. En 2016 hab¨ªa 18,5 millones de habitantes en Alemania nacidos en un pa¨ªs extranjero o con origen extranjero (de un total de 82,67), seg¨²n datos de la oficina oficial de estad¨ªstica. La cuesti¨®n es saber hasta qu¨¦ punto esas personas no solo tienen los mismos derechos que el resto de los alemanes, o incluso un trabajo, sino si de verdad forman parte de la vida comunitaria del pa¨ªs. ¡°Con la ley de ciudadan¨ªa se resolvi¨® qui¨¦n pod¨ªa ser alem¨¢n, pero a la vez el debate sobre qui¨¦n pertenece culturalmente a este pa¨ªs, qui¨¦n es realmente alem¨¢n, se volvi¨® m¨¢s ¨¢spero¡±, sostiene Foroutan.
Los Sch¨¹tzenvereine se remontan a la edad media. Entonces eran una suerte de ej¨¦rcito ciudadano con la misi¨®n de defender la ciudad cuando los hombres part¨ªan a la guerra. Hoy son clubs de tiro, que tienen m¨¢s bien una funci¨®n social y recreativa. En la Hermandad disparan, pero tambi¨¦n se juntan para rehabilitar parques, organizar comidas o hacer deporte. Los Vereine son un veh¨ªculo fundamental de socializaci¨®n en Alemania, donde el ocio y los encuentros no se improvisan, se organizan. En S?nnern, donde vive Gedik, la sociedad tiene unos 200 miembros y una vez al mes entrenan con dianas en un puesto de tiro en el pueblo. Es un pueblecito como otro cualquiera del Estado de Renania del Norte-Westfalia, en el que viven agricultores y muchos vecinos trabajan en las exitosas pymes de la zona.
La sorpresa de Gedik cuando la poderosa BHDS, con cerca de medio millon de miembros, decret¨® que no pod¨ªa ser coronado rey por ser musulm¨¢n fue may¨²scula. Su caso llen¨® p¨¢ginas de peri¨®dicos. S?nnern, su pueblo se volc¨® y comenz¨® un intenso lobby para que Gedik pudiera ser coronado.
¡°Cuando los pol¨ªticos hablan de integraci¨®n, lo ¨²nico que quieren es mejorar sus posibilidades electorales¡±, dice Mithat Gedik
Hoy es s¨¢bado y el programa de actividades comunitarias de Gedik es intenso. ?l ir¨¢ con el ni?o al partido de f¨²tbol local. La madre ir¨¢ con los otros tres peque?os al picnic vecinal. ¡°Hablan mucho de integraci¨®n, pero yo estoy totalmente integrado y me encuentro con estos obst¨¢culos absurdos en el camino¡±, piensa. ¡°Cuando los pol¨ªticos alemanes hablan de integraci¨®n, lo ¨²nico que quieren es mejorar sus posibilidades electorales exacerbando las diferencias¡±. No ha terminado de hablar el rey del tiro, cuando el vecino aparece detr¨¢s del seto con un trozo de tarta. Es el ritual de todos los s¨¢bados y los hijos de Gedik corren veloces a por su trozo de pastel.
La BHDS termin¨® por darle la raz¨®n en marzo de este a?o. En un solemne y alambicado comunicado explicaron que hab¨ªan decidido modificar sus estatutos y abrirse a la realidad multicultural. ¡°La apertura del proceso de la hermandad hist¨®rica alemana de tiro iniciada con el debate sobre si un musulm¨¢n puede ser rey guardi¨¢n ha adoptado ahora forma concreta. Por un lado, reforzamos nuestro compromiso claro con las ra¨ªces cristianas y las tradiciones, pero tambi¨¦n mostramos una amplia voluntad para cooperar con los reci¨¦n llegados de otras culturas¡±.
Para Gedik ha sido una victoria agridulce. Sus cuatro hijos tienen nombre turco. ?l celebra el ayuno de Ramad¨¢n y no bebe alcohol. Pero desde luego no es ning¨²n reci¨¦n llegado. ¡°Si para m¨ª, que estoy integrado es dif¨ªcil, no quiero ni imaginarme c¨®mo tiene que ser para los que no hablan bien el idioma o no tienen contactos¡±. Gedik se disculpa y se despide. Tiene que salir pitando al partido del club de f¨²tbol de su hijo.
¡°Patriotismo ilustrado¡±
A principios del verano, el sensacionalista y archile¨ªdo Bild publicaba un art¨ªculo en el que la canciller y candidata electoral, Angela Merkel, explicaba en qu¨¦ consist¨ªa ser alem¨¢n de la A a la Z. Arrancaba con la Constituci¨®n, para despu¨¦s mencionar al Ej¨¦rcito, las salchichas, la responsabilidad alemana en el Holocausto, el sistema dual de formaci¨®n profesional o el federalismo. La tradici¨®n judeocristiana aparec¨ªa en tercer lugar para la l¨ªder del bloque conservador, cuyo partido hermano, al CSU ¨CUni¨®n Social Cristiana¨C hace del catolicismo una de sus se?as de identidad.
Los esfuerzos pol¨ªticos por incorporar el asunto de la identidad nacional a la primera l¨ªnea del debate son m¨¢s que evidentes. El ministro de Interior, Thomas de Maizi¨¨re, dedic¨® tambi¨¦n recientemente una amplia entrevista a analizar qu¨¦ significa la Leitkultur, un t¨¦rmino que dijo apreciar, y en la que se adentr¨® en terrenos muy pantanosos hablando del "nosotros" frente a "ellos" y en la que defendi¨® un "patriotismo ilustrado".
El ¨²ltimo altercado identitario lo protagoniz¨® sin embargo la extrema derecha (Afd). La secretaria de Estado de integraci¨®n alemana, Aydan ?zoguz se pregunt¨® en una entrevista qu¨¦ es exactamente la cultura alemana. D¨ªas despu¨¦s, en un mitin, Alexander Gauland, col¨ªder de Afd pidi¨® ¡°deshacerse de ella en Anatolia¡±.
Este reportaje forma parte de 'La Alemania de la era Merkel', una serie de cinco art¨ªculos que dibujan un retrato pol¨ªtico, econ¨®mico y social de la potencia europea en los d¨ªas previos a las elecciones generales del pr¨®ximo 24 de septiembre.
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