M¨¦xico busca hacerse justicia con una fiscal¨ªa independiente

M¨¦xico afronta su gran catarsis, un cambio de ra¨ªz en el sistema. La creaci¨®n de una Fiscal¨ªa General, un organismo independiente del Gobierno y de un nuevo sistema de procuraci¨®n de justicia, asoma al pa¨ªs ante un desaf¨ªo in¨¦dito: eval¨²a la altura de la clase pol¨ªtica, con una credibilidad bajo m¨ªnimos ante la opini¨®n p¨²blica y enfrascada en la batalla por las presidenciales del pr¨®ximo a?o; calibra la fuerza de la sociedad civil y, en definitiva, mide la capacidad del Estado para paliar un d¨¦ficit estructural en un pa¨ªs donde el 98% de los cr¨ªmenes quedan impunes.

Si el reto es may¨²sculo, la incertidumbre sobre si llegar¨¢ a buen puerto no le va a la zaga. Hace tres a?os el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto acord¨® con la mayor¨ªa de fuerzas opositoras, al amparo del Pacto por M¨¦xico, una reforma pol¨ªtica que pondr¨ªa fin a la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR), el ¨®rgano encargado de investigar y perseguir delitos, que depende del Ejecutivo y cuya credibilidad est¨¢ en entredicho permanentemente. ¡°La falta de independencia de la PGR y las fiscal¨ªas son el coraz¨®n de la impunidad en M¨¦xico. La capacidad del Gobierno por desarrollar investigaciones criminales es muy d¨¦bil, por usar un eufemismo¡±, afirma Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). ¡°La falta de una procuraci¨®n de justicia imparcial explica la ausencia de un verdadero Estado de derecho, la disfuncionalidad de M¨¦xico; es la madre de todas las batallas¡±, completa la polit¨®loga y analista Denise Dresser.

La falta de consenso ha impedido, tres a?os despu¨¦s, el desarrollo de la ley que prev¨¦ dotar al futuro fiscal general de un poder pr¨¢cticamente omn¨ªmodo: un mandato de nueve a?os, tres m¨¢s que el del presidente e independencia absoluta del Ejecutivo. Adem¨¢s, ser¨¢ el encargado de nombrar al fiscal que combata a la corrupci¨®n, una de las lacras que asola el pa¨ªs y, junto a la violencia, la principal preocupaci¨®n de los ciudadanos. Muchos ven en Brasil, donde la Operaci¨®n Lava Jato ha puesto patas arriba el sistema, el espejo de lo que M¨¦xico debe aspirar. Seg¨²n el relator de la ONU para los Derechos Humanos, el 98% de los cr¨ªmenes quedan impunes en M¨¦xico.

La necesidad de renovar el sistema es un¨¢nime. La propia PGR, que desde el a?o pasado dirige Ra¨²l Cervantes, present¨® a principios de a?o un informe al Senado en el que recalcaba la necesidad de que el nuevo modelo tenga total autonom¨ªa y evidenciaba las deficiencias actuales, entre ellas, el nulo esfuerzo destinado a la capacitaci¨®n de los funcionarios y los salarios poco competitivos, que lejos de incentivar su trabajo, los condiciona a realizar labores ateniendo a los intereses ajenos. ¡°Hoy toda la estructura depende del poder Ejecutivo, es necesario que su carrera dependa del nivel de sus investigaciones, no de la subordinaci¨®n a un superior¡±, opina Pardinas.

En paralelo a decenas de organizaciones civiles, desde febrero hasta finales de agosto, la PGR, junto a otras instituciones -entre las que se encuentra el centro de estudios jur¨ªdicos de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM)-, han desarrollado una suerte de hoja de ruta del futuro sistema que presentar¨¢n ante diputados y senadores el pr¨®ximo octubre a modo de insumo. En el informe presentado en febrero, la PGR aseguraba que es necesario que los peritos de las distintas procuradur¨ªas trabajen de forma independiente del Ministerio P¨²blico y de la polic¨ªa. Adem¨¢s, consideraba determinante empoderar ante la sociedad el nuevo sistema penal acusatorio e insiste en dejar de lado la idea de que ¡°prisi¨®n es sin¨®nimo de justicia¡±.

El debate sobre si es m¨¢s importante el cuerpo o hay que darle prioridad a qui¨¦n es la cabeza de la nueva instituci¨®n, no obstante, ha marcado la actualidad las ¨²ltimas semanas. La reforma de 2014 establece el pase autom¨¢tico del procurador al cargo de fiscal, por lo que le corresponder¨ªa a Ra¨²l Cervantes ocupar el nuevo cargo. Su proximidad a Pe?a Nieto y su vinculaci¨®n con el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que fue diputado durante seis a?os, ha puesto en pie de guerra ha diversos sectores pol¨ªticos y civiles, que buscan impedir que nazca viciada una figura crucial. Temen que Cervantes no sea imparcial a la hora de juzgar casos de corrupci¨®n vinculados a la actual Administraci¨®n en el futuro. En los ¨²ltimos d¨ªas, ante la presi¨®n, el PRI ha cedido para eliminar ese pase autom¨¢tico, frente a las cr¨ªticas internas de quienes consideran que todos los partidos votaron hace tres a?os a favor de la norma, a sabiendas de que exist¨ªa ese pase autom¨¢tico. ¡°A este paso vamos a tener una fiscal¨ªa sin fiscal, un nuevo hallazgo¡±, comentaba estos d¨ªas, no sin sorna, un alto dirigente del PRI.

La presi¨®n de la sociedad civil ha jugado un papel determinante. Dos asociaciones que aglutinan a unas 300 organizaciones, entre ellas la patronal empresarial Coparmex, se han movilizado como hac¨ªa tiempo no se ve¨ªa en M¨¦xico. Esta semana presentar¨¢n a las formaciones pol¨ªticas su hoja de ruta para el nuevo organismo. ¡°Es t¨¦cnicamente sofisticada, podr¨ªa estar lista ma?ana¡±, defiende Dresser. Si la norma que regule la fiscal¨ªa no est¨¢ lista para diciembre, antes de que termine el ¨²ltimo periodo de sesiones de este Gobierno, es muy probable que se prolongue hasta la formaci¨®n de un nuevo Ejecutivo, lo que agudizar¨ªa la crisis institucional.

Muchos analistas dan por sentado que el PRI buscar¨¢ la manera de sacar adelante la nueva ley antes del cambio de gobierno y tratar de colocar a alguien de su confianza al frente de la futura fiscal¨ªa. Mientras, el temor a que el frente opositor -creado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano- aproveche la coyuntura para hacer de la futura fiscal¨ªa una de sus banderas electorales y postergue su legislaci¨®n, es latente. "La clase pol¨ªtica no tiene incentivos m¨¢s que para hacer un maquillaje del actual sistema, si se muestran partidarios de m¨¢s es por un c¨¢lculo pol¨ªtico, porque sus intereses se al¨ªan con una buena causa", considera Dresser, quien advierte: ¡°Si lo hacemos mal y tarde nos va a llevar 20 a?os solucionarlo. No podemos regarla [estropearlo]¡±, asegura. ¡°Si esto no se resuelve institucionalmente, se va a votar electoralmente¡±, asume Pardinas, quien urge a lograr una salida antes de que acabe el a?o e insiste, como tantos otros, en la trascendencia que tiene lo que se est¨¢ debatiendo para el futuro de M¨¦xico: ¡°Esto no es un tema de Gobierno, es un tema de Estado¡±.