¡°Vamos a reconstruir Puerto Rico desde la devastaci¨®n¡±

Un hurac¨¢n monstruoso ha arrasado Puerto Rico. Y entre las ruinas y los ¨¢rboles muertos, en medio de la cat¨¢strofe con mil luces enfoc¨¢ndolo, hay un experto en c¨¦lulas madre de 38 a?os que corre con una gorra de polic¨ªa de la costa a las monta?as, de la capital, San Juan, a los ranchos aislados, cruzando en furgoneta carreteras destrozadas, sobrevolando el abismo tropical en helic¨®ptero.

Es el gobernador de la isla, Ricardo Rossell¨®, que este domingo en el Centro de Convenciones Pedro Rossell¨® ¨Cnombrado por su padre, exgobernador, y estos d¨ªas su centro de comando de la mayor crisis de la historia de Puerto Rico¨C atendi¨® por la tarde a EL PA?S tan exhausto como activo, barba de dos o tres d¨ªas, con el cicl¨®n Mar¨ªa titilando todav¨ªa en sus ojos verdes.

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Pregunta. ?C¨®mo se encuentra?

Respuesta. Con una mezcla de emociones. Con dolor, por saber que han perdido la vida al menos 10 puertorrique?os [hoy la cifra oficial ha subido a 16] y por ver lo destruidas que han quedado las infraestructuras; y al mismo tiempo energizado, porque tengo que hacerme cargo de la situaci¨®n y veo la posibilidad de construir un nuevo Puerto Rico.

P. ?Cu¨¢ntas horas ha dormido esta semana?

R. [R¨ªe] Yo creo que no llegan a dos o tres.

P. Diarias.

R. No. En la semana, en total.

P. Desde el lunes pasado.

R. Desde el lunes pasado.

P. Describa en una frase c¨®mo ha visto a su pais.

R. Devastado pero con esperanzas de superar este gran reto.

P. La palabra ser¨ªa devastado.

R. S¨ª, he sobrevolado toda la isla y est¨¢ devastada.

P. ?Qu¨¦ se ve desde el cielo?

R. Las construcciones de madera destruidas y las m¨¢s robustas, con da?os. Inundaciones, deslizamientos. E incidentes como la ruptura de la represa de Guajataca.

P. ?El embalse puede estallar?

R. Asumimos que s¨ª.

P. ?El ¨¢rea est¨¢ despejada de vecinos?

R. El ¨¢rea cercana, s¨ª. Llevamos advirtiendo del problema desde el mismo momento en que surgi¨® la fisura. No queremos correr riesgos. Prefiero que digan que saqu¨¦ a la gente y que luego no pas¨® nada a no actuar y tener que lamentarlo [la presa contin¨²a a estas horas en riesgo de romperse].

P. Un detalle que le haya quedado grabado hasta ahora.

R. El jueves de madrugada, cuando fui con la Guardia Nacional a rescatar personas en el municipio de Toa Baja, ver a familias con ni?os peque?os ayud¨¢ndose a subirse a los techos bajo la lluvia y con todo totalmente inundado. Esa madrugada rescatamos a 2.000 personas que estaban en los techos, para que vea la magnitud de esto.

P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa en estos momento?

R. Que los ciudadanos piensen que ya hemos pasado la situaci¨®n de emergencia, porque no es as¨ª, y la ansiedad que genera esta situaci¨®n, en la que hay gente que varios d¨ªas despu¨¦s del hurac¨¢n a¨²n no se ha podido comunicar con los suyos.

P. ?C¨®mo se puede ayudar a Puerto Rico desde el exterior?

R. Con dinero, recursos de primera necesidad y generadores el¨¦ctricos.

Antes del hurac¨¢n, Rossell¨® ya era un mandatario que braceaba por salir de un agujero, la bancarrota de Puerto Rico: 73.000 millones de d¨®lares de deuda con acreedores y 50.000 millones de impagos del fondo de pensiones, con dificultades para sostener los sistemas de salud y educaci¨®n y un ¨¦xodo masivo hacia EE UU en busca de oportunidad que en la ¨²ltima d¨¦cada le ha quitado a este pa¨ªs de tres millones y medio de habitantes alrededor de medio mill¨®n de personas en plena edad laboral. Desde que tom¨® posesi¨®n en enero, Rossell¨®, un liberal de centro del Partido Nuevo Progresista, ha apostado por redefinir la relaci¨®n de la isla con EE UU ¨Cahora de Estado Libre Asociado, entre la autonom¨ªa y la dependencia de Washington¨C sosteniendo que lo mejor ser¨ªa que Puerto Rico se convirtiese en el estado 51 para poder tener los mismos derechos y recursos que los estados americanos. Pero el mazazo demoledor del hurac¨¢n Mar¨ªa ha pasado esa batalla a segundo plano. Lo primero, hoy, es que la isla se mantenga a flote.

P. ?C¨®mo reconstruir un pais con tanta deuda y arrasado por un cicl¨®n?

R. Uno puede quedarse en el colapso o tener la visi¨®n de partir de la devastaci¨®n para reconstruir y desarrollar a Puerto Rico, para dejarlo mejor que antes.

P. ?Cu¨¢nto dinero se necesita para eso?

R. Decenas de miles de millones de d¨®lares.

P. ?Qu¨¦ leccion le ha dejado el hurac¨¢n?

R. La importancia de estar preparado. Nuestro equipo desarroll¨® unos protocolos que han servido para salvar vidas. Y otra es la importancia de ser bien agresivos en alertar a la gente del impacto que supone un hurac¨¢n de esta ¨ªndole.

P. ?Cu¨¢ndo vendr¨¢ Trump?

R. No s¨¦ el d¨ªa, pero sospecho que esta semana o la proxima.

P. ?Cree que la intensidad de la temporada de huracanes tiene que ver con el cambio clim¨¢tico?

R. Yo no te puedo decir si esto ha tenido que ver con eso, pero en general no tengo ninguna duda que el calentamiento tiene efectos. Hay evidencia cient¨ªfica.

P. ?Contempla la posibilidad de que en los pr¨®ximos d¨ªas llegue otro cicl¨®n como Irma o Mar¨ªa?

R. Por supuesto, y un cuarto y un quinto, porque todav¨ªa ha pasado solamente un 25% de la fase punta de huracanas. Falta el otro 75%.

P. ?Se siente con fuerza para lo que venga?

R. S¨ª, y esa fuerza me la da el corazon que est¨¢ demostrando el pueblo de Puerto Rico.

Antes de despedirse y volver a la labor fren¨¦tica, el gobernador Ricardo Rossell¨®, de pie, sonr¨ªe y promete: "Hoy dormir¨¦ un poquito m¨¢s".