La socialdemocracia pierde terreno en toda Europa

La socialdemocracia se desdibuja en toda Europa. Las pol¨ªticas de austeridad que aplicaron ¡ªtambi¨¦n¡ª Gobiernos socialistas y la irrupci¨®n de opciones populistas en el mapa pol¨ªtico han alejado al votante de la izquierda moderada. Solo Portugal parece escapar a esa maldici¨®n, que en pocos a?os ha desbancado a los socialistas del poder en los principales pa¨ªses de la UE. Para recuperarlo, esos partidos de izquierda ensayan un dif¨ªcil equilibrio que les permita abandonar la tierra de nadie en que viven. Consiste en distanciarse de las pol¨ªticas conservadoras sin caer en la ret¨®rica antisistema.

El tradicional color rojo de la socialdemocracia te?¨ªa hace poco buena parte del n¨²cleo duro europeo. Francia, Alemania, B¨¦lgica y Holanda ten¨ªan en sus Ejecutivos (en solitario o en coalici¨®n) a fuerzas progresistas. Tras el hurac¨¢n de la Gran Recesi¨®n y la crisis migratoria, de entre los grandes pa¨ªses solo queda Italia. Pero las perspectivas de futuro de este Ejecutivo quedaron muy tocadas tras el refer¨¦ndum que perdi¨® el ex primer ministro Matteo Renzi en 2016. Y el Movimiento 5 Estrellas, antieuro y populista, le gana en intenci¨®n de voto, aunque sus resultados defraudaron en las ¨²ltimas elecciones municipales.

Algo m¨¢s lejos de ese grupo de pa¨ªses fundadores resiste Austria, aunque los pron¨®sticos apuntan a que los socialdem¨®cratas, muy lastrados por la crisis de refugiados, pueden perder el poder en las elecciones del 15 de octubre. Tambi¨¦n se mantienen ¡ªcon vaivenes¡ª Suecia y dos Ejecutivos por los que los socialistas europeos evitan sacar pecho. Se trata de Rep¨²blica Checa, donde gobiernan en coalici¨®n, y de Eslovaquia. Esos dos pa¨ªses han contestado con dureza una pol¨ªtica abanderada por la izquierda: la acogida de refugiados en la UE.

Debates como la migraci¨®n o la mundializaci¨®n han debilitado a los socialdem¨®cratas frente a sus electores tradicionales. ¡°La globalizaci¨®n se ha presentado como un debate entre apertura y cierre. Los liberales lo tienen claro: hay que abrirse al mundo y los populistas tambi¨¦n, en el bando contrario. Pero los socialdem¨®cratas se han mostrado tibios o ambiguos¡±, argumenta Ania Skrzypek, investigadora de la Foundation for European Progressive Studies, una casa de an¨¢lisis de corte progresista. Esta experta considera que el caso de Portugal puede servir como ejemplo porque el Gobierno ¡°ha aplicado pol¨ªticas progresistas sin la inclinaci¨®n de ser radical¡±.

Otra figura que despunta en el desierto de la socialdemocracia es la de Jeremy Corbyn en Reino Unido. Con su liderazgo, el Partido Laborista qued¨® a poca distancia de los tories en las ¨²ltimas elecciones generales. Aun as¨ª, en este ascenso influye enormemente el caos del Brexit, un cap¨ªtulo con vida propia en la pol¨ªtica europea y dif¨ªcilmente trasladable a otros debates nacionales.