Arabia Saud¨ª corteja a Rusia tras el desenga?o con EE UU
La visita de Salm¨¢n a Mosc¨² refleja el nuevo enfoque de la diplomacia del reino
La visita del rey Salm¨¢n a Mosc¨², la primera de un monarca saud¨ª a Rusia, va m¨¢s all¨¢ del simbolismo habitual. Su reuni¨®n con el presidente Vladimir Putin no s¨®lo confirma el acercamiento de los dos mayores exportadores de petr¨®leo (necesitados de frenar la ca¨ªda del precio del barril), sino que proyecta el deseo de ambos de profundizar la cooperaci¨®n a pesar de las diferencias que mantienen sobre el futuro de Siria y el papel de Ir¨¢n en Oriente Pr¨®ximo.
Aunque la Uni¨®n Sovi¨¦tica reconoci¨® en 1926 el Reino de Hiyaz y Nachd, como hasta 1932 se llam¨® el Estado saud¨ª, los lazos se interrumpieron en 1938 y no volvieron a reanudarse hasta que se estableci¨® la Federaci¨®n Rusa en 1991. Aun as¨ª las relaciones fueron limitadas debido a la prioridad que Riad daba a Estados Unidos.
El distanciamiento de Washington desde principios de este siglo (a ra¨ªz del 11-S, la autosuficiencia energ¨¦tica estadounidense por el petr¨®leo de esquisto o la distinta actitud ante las primaveras ¨¢rabes, entre otros desencuentros) y la llegada al trono de Salm¨¢n (apoyado en su hijo Mohamed Bin Salm¨¢n, heredero y verdadero hombre fuerte del reino) se han traducido en una mayor asertividad de Arabia Saud¨ª. El estilo discreto e indirecto con el que los saud¨ªes atacaban las crisis regionales ha dado paso a una controvertida intervenci¨®n militar en Yemen y alineamientos pol¨ªticos m¨¢s expl¨ªcitos frente a Ir¨¢n e incluso Qatar.
En ese contexto, el viaje de Salm¨¢n a Rusia, calificado de ¡°punto de inflexi¨®n¡± en las relaciones bilaterales por la prensa saud¨ª, refleja la r¨¢pida profundizaci¨®n de los v¨ªnculos a partir de la visita del pr¨ªncipe Mohamed en 2015. En aquel primer paso del acercamiento, el fondo soberano saud¨ª se comprometi¨® a invertir 10.000 millones de d¨®lares en Rusia, un gesto que ahora se ampl¨ªa con la firma de contratos energ¨¦ticos y de armas.
Ambos pa¨ªses tambi¨¦n han mostrado su sinton¨ªa al copatrocinar el acuerdo entre el cartel petrolero OPEP y los exportadores de fuera de ¨¦l que?recort¨® la producci¨®n de crudo hasta el pr¨®ximo marzo. Sin embargo, tambi¨¦n afrontan dificultades al defender intereses contrapuestos en Oriente Pr¨®ximo. Mientras Riad apoya a los rebeldes sirios, Mosc¨² se alinea con su mayor rival regional, Ir¨¢n, en el respaldo al r¨¦gimen de Bachar el Asad.
Arabia Saud¨ª, la mayor econom¨ªa ¨¢rabe y embarcada en un ambicioso programa de diversificaci¨®n, conf¨ªa en que el aumento de las inversiones y el comercio con Rusia le ayuden a lidiar con lo que considera intervencionismo iran¨ª. De paso, le permite reducir su dependencia de EE UU, de quien no termina de fiarse a pesar de que las relaciones hayan mejorado con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Aunque el reino sigue manteniendo que ¡°no hay lugar para El Asad en el futuro de Siria¡±, le interesa asegurarse un aliado en caso de que el resultado sea otro.?
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