Merkel pacta un objetivo m¨¢ximo de 200.000 refugiados al a?o
El acuerdo con sus socios b¨¢varos permite a la canciller lanzar las negociaciones con otros partidos
La sangre no lleg¨® finalmente al r¨ªo y la escenificaci¨®n de la reconciliaci¨®n entre las dos almas del bloque conservador alem¨¢n se produjo el lunes con el anuncio de un acuerdo sobre los refugiados. La Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) de Angela Merkel y la Uni¨®n Socialcristiana (CSU) de Horst Seehofer han pactado la entrada de un m¨¢ximo de 200.000 refugiados al a?o, como exig¨ªa el b¨¢varo, pero que sin embargo no ser¨¢ vinculante como defend¨ªa la canciller. Es decir, Berl¨ªn podr¨ªa ajustar al alza la cifra pactada si cambian las circunstancias y en ning¨²n caso limitar¨¢ el derecho de asilo.
Poner o no l¨ªmites al flujo de llegadas es desde hace m¨¢s de un a?o el asunto que separa a los partidos ganadores de las elecciones de septiembre. La renovada paz permite inaugurar las conversaciones para formar una coalici¨®n con liberales y Verdes, las otras fuerzas necesarias para alcanzar una mayor¨ªa de gobierno. Merkel anunci¨® en conferencia de prensa conjunta con Seehofer que las negociaciones arrancar¨¢n formalmente el mi¨¦rcoles de la semana que viene. ¡°Ahora ya tenemos una buena base para ir a las negociaciones de coalici¨®n¡±, dijo la canciller.
¡°La situaci¨®n de 2015 no se puede y no se volver¨¢ a repetir¡±, ha dicho el lunes Merkel en alusi¨®n al a?o en el que se registr¨® una fuerte subida de solicitudes de asilo. La llegada de m¨¢s de 1,3 millones de refugiados a Alemania en dos a?os ha sido explotada con ¨¦xito pol¨ªtico por la extrema derecha (Afd), que ha entrado por primera vez al Parlamento. El bloque conservador de Merkel ha visto como un mill¨®n de sus votantes emigraron el pasado septiembre a la ultraderecha. Tambi¨¦n en Baviera, el Estado de la CSU, que el a?o que viene celebra elecciones.
En ese contexto, el acuerdo alcanzado el domingo tras diez horas de negociaci¨®n tiene bastante m¨¢s de maquillaje pol¨ªtico que de medida efectiva. Los malabarismos pol¨ªticos y ling¨¹¨ªstico del texto permiten a ambos l¨ªderes salvar la cara y cumplir con sus promesas. A Merkel le permite presumir de que no ha traicionado su compromiso de no fijar un tope r¨ªgido de refugiados que impida conceder el asilo a quien lo necesite; una medida que vulnerar¨ªa la legislaci¨®n internacional y que no aparece mencionada en el pacto. Mientras que a la CSU, el partido-guardi¨¢n de las esencias m¨¢s conservadoras de la Uni¨®n, le permite decir que ha cumplido su programa electoral, en el que promet¨ªa fijar una cifra m¨¢xima de refugiados anuales.
La cifra de 200.000 pactada entre la CDU y la CSU se refiere a un total anual de refugiados ¨Clos que llegan menos los que se repatr¨ªa o salen voluntariamente- y excluye a los llamados migrantes econ¨®micos, incluido otros trabajadores de otros pa¨ªses de la UE. Para esta ¨²ltima categor¨ªa, el bloque conservador alem¨¢n propone aprobar una nueva ley de migraci¨®n, que de tambi¨¦n respuesta a la escasez de mano de obra cualificada que padece el pa¨ªs. Berl¨ªn aprob¨® un plan este verano para paliar ese d¨¦ficit, que seg¨²n estimaciones con las que trabaja el Gobierno, Alemania necesitar¨¢ tres millones de trabajadores cualificados en 2030. ¡°Ning¨²n puesto de trabajo debe quedar sin ser ocupado por falta de personal cualificado¡±, indica un extracto del documento distribuido en la conferencia de prensa conjunta de Merkel y Seehofer.
El acuerdo es algo tramposo. Porque aunque fija un tope de 200.000 refugiados, establece tambi¨¦n la posibilidad de que ese l¨ªmite no se respete y que por lo tanto se convierta en papel mojado. CDU y CSU trabajan sin embargo con la hip¨®tesis de que el desembarco de cientos de miles de demandantes de asilo en 2015 no se repetir¨¢ y para ello el documento detalla en una serie de medidas con las aspiran a reducir el n¨²mero de llegadas. Entre ellas, proponen luchar contra las causas de la migraci¨®n en los pa¨ªses de origen. Se comprometen tambi¨¦n a mantener la suspensi¨®n de ciertas reunificaciones familiares, a acelerar las deportaciones y los regresos voluntarios y a ampliar la lista de pa¨ªses seguros a los que los solicitantes pueden ser devueltos, incluidos Marruecos, Argelia y T¨²nez. Anuncian tambi¨¦n la firma de acuerdos a imagen y semejanza del alcanzado con Turqu¨ªa para evitar que los refugiados se embarquen rumbo a Europa. Y por ¨²ltimo aspiran a reformar el sistema de asilo europeo y el reglamento de Dubl¨ªn que obliga a solicitar asilo en el primer pa¨ªs por el que se accede a la UE.
El n¨²mero de llegadas ha descendido dr¨¢sticamente en el ¨²ltimo a?o y medio, principalmente como consecuencia del acuerdo firmado entre la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa. En la primera mitad de este a?o, cerca de 100.000 personas han solicitado asilo en Alemania, muy lejos de las 722.000 del a?o pasado, seg¨²n las cifras oficiales.
Coalici¨®n Jamaica
Tecnicismos y realidades aparte, lo cierto es que despejado el obst¨¢culo de las fisuras internas entre la CDU y la CSU, ahora ya s¨ª pueden dar comienzo las complejas negociaciones para formar Gobierno, que en principio deber¨ªan desembocar en una coalici¨®n tripartita (conservadores, verdes y Liberales, m¨¢s conocida como Jamaica por los colores de la bandera de la isla caribe?a).
Los Verdes se oponen a cualquier tope de refugiados. En las ¨²ltimas horas ya se han escuchado las primeras cr¨ªticas al acuerdo. "No hubiera estado mal si la CSU y la CDU hubieran llevado a cabo su proceso de definici¨®n y autoafirmaci¨®n antes de las elecciones, para que los votantes hubieran podido elegir sobre esta f¨®rmula", ha dicho Katrin G?ring-Eckardt, co l¨ªder de Los Verdes. "Ambos saben que no aguantar¨¢ m¨¢s all¨¢ de la primera ronda de negociaciones con los Verdes y los Liberales", advirti¨®.
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