Cuando ya nadie les sue?a
Es triste descubrir que lo j¨®venes, en vez de ser modernos, pacifistas y abiertos al mundo, parecen preferir la retaguardia de los m¨¢s conservadores y autoritarios
Algunas familias empiezan a estar ¡°espantadas¡±, como escribi¨® un catedr¨¢tico de Filosof¨ªa en las redes sociales, de que sus hijos se est¨¦n yendo a la ultraderecha. La noticia publicada d¨ªas atr¨¢s, en este diario de que el 61% de los seguidores de Jair Bolsonaro son j¨®venes ha hecho saltar las alarmas. Ello lleva a preguntarnos qu¨¦ le est¨¢ pasando a esos j¨®venes y qu¨¦ les estamos ofreciendo.
?Se estar¨¢n despertando viejos los j¨®venes, antes de haber tenido tiempo de so?ar?
Es triste, en efecto, descubrir que, en vez de ser como exigir¨ªa su edad, de vanguardia, modernos, pacifistas, abiertos al mundo, los j¨®venes parecen preferir la retaguardia de los m¨¢s conservadores y autoritarios. ?Se estar¨¢n despertando viejos, antes de haber tenido tiempo de so?ar? ?A qui¨¦n culpar?
Mi mujer Roseana, apasionada de la educaci¨®n, me record¨® a este prop¨®sito el documental ideado por Ricardo Henriques y Thiago Borba y dirigido por Cacau Rhoden, que aborda el tema de la educaci¨®n en la escuela p¨²blica brasile?a, donde se forman el 85% de los j¨®venes.
El t¨ªtulo de este largomentraje, Nunca me sonharam?(Nunca me so?aran), es una frase del estudiante Felipe Lima, de Nova Olinda, en el interior de Cear¨¢. Est¨¢ pronunciada sin sujeto, quiz¨¢s para que se lo pongamos nosotros. ?Qui¨¦nes, seg¨²n ¨¦l, nunca lo so?aron? ?Qui¨¦nes no fueron capaces de interpretar sus esperanzas de futuro, de apostar por ellos? ?Qu¨¦ es lo que les est¨¢ empujando hacia la vieja derecha castradora de sue?os?
Es la sociedad la que hoy parece vac¨ªa de ideas tansformadoras que transmitir a esa generaci¨®n
?Habr¨¢n sido sus padres, distra¨ªdos o demasiado ocupados, quienes no entendieron que sus hijos necesitaban ser escuchados y sobre todo aceptados con su mundo en el que se est¨¢n abriendo a la vida, a veces hostil y cruel, y a veces capaz de ofrecerles nuevas utop¨ªas, ya que las viejas no les entusiasman?
?Ser¨¢n los pol¨ªticos, los educadores, la sociedad, quienes no saben hacer so?ar a los j¨®venes, o lo que es peor, quienes est¨¢n provocando que se marchite lo mejor y m¨¢s genuino de su edad como lo son la creatividad, la rebeld¨ªa, el deseo de superarse, de querer cambiar el mundo?
En ese mismo documental, una joven, sentada en la escalera de una escuela a las afueras de S?o Paulo, se pregunta ¡°si sobrar¨¢ algo en esta sociedad para su generaci¨®n¡±. La pregunta encierra la dolorosa constataci¨®n de que ya no conf¨ªan en que sepamos ofrecerles algo capaz de entusiasmarles a su edad.
Ser¨ªa un buen programa para alg¨²n candidato a la presidencia prometer a los j¨®venes horizontes en los que hayan desaparecido los demonios de la corrupci¨®n
Es la sociedad la que hoy parece vac¨ªa de ideas tansformadoras que transmitir a esa generaci¨®n. Nos olvidamos que los j¨®venes, a pesar de su fuerza vital, son un fr¨¢gil cristal ante un futuro desconocido que les infunde temor. Son un diamante en bruto que necesita ser pulido con delicadeza y atenci¨®n para que no se rompa antes de que pueda relucir.
La psicolog¨ªa nos ense?a que cuando los padres o la escuela aplastan la sensibilidad del joven con el martillazo del ¡°t¨² qu¨¦ sabes¡± o ¡°ya la vida te ense?ar¨¢¡± los estamos condenando a su propia suerte. ?No nos extra?ar¨¢ entonces descubrir que en medio a esa soledad la vida les est¨¢ empujando al conformismo y a la aceptaci¨®n acr¨ªtica de una sociedad que les usa en vez de convertirles en protagonistas del cambio? Quiero hacer m¨ªas las palabras que el analista internacional Marcos Faustini escribi¨® en un art¨ªculo del diario O Globo, al joven que inspir¨® el t¨ªtulo del filme?Nunca me sonharam: ¡°Si nunca te so?aron, tu sue?o es libre. Sue?a t¨² a Brasil. El pa¨ªs necesita de otras personas con otros sue?os. No desistas¡±.
Ser¨ªa un buen programa para alg¨²n candidato a la presidencia prometer a los j¨®venes horizontes en los que hayan desaparecido los demonios del esc¨¢ndalo de la corrupci¨®n que les est¨¢n ofreciendo tantos pol¨ªticos. En el que se les ayude a dise?ar la construcci¨®n de una sociedad en la que a ellos, que son el futuro del pa¨ªs, no se les ofrezca el plato de comida rancia de los desenga?ados. En el que les haga protagonistas de un Brasil regenerado que abra espacios para poder volver a so?ar en libertad.
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