¡°La paciencia de la regi¨®n con Venezuela tiene un l¨ªmite¡±

Thomas Shannon es el gran referente de Latinoam¨¦rica dentro del Departamento de Estado. Diplom¨¢tico de carrera, embajador, subsecretario con George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump, su visi¨®n destila a?os de conocimiento directo del hemisferio. Con ese bagaje, habla con prudencia, pero sin titubeos sobre Venezuela, Cuba, el muro de M¨¦xico, los dreamers y el propio Trump. Es mi¨¦rcoles en Nueva York y Shannon acaba de participar en el Foro de Econom¨ªa Global, organizado por la C¨¢mara de Comercio Espa?a-EE UU y EL PA?S.

Pregunta. El presidente Trump quiere construir un muro fronterizo con M¨¦xico y que lo paguen los mexicanos. En amplios sectores de M¨¦xico esto se percibe como una agresi¨®n.

Respuesta. El presidente no lo entiende como un acto de agresi¨®n sino como una manera de asegurar al pueblo americano que, despu¨¦s de d¨¦cadas de inmigraci¨®n ilegal, tenemos la capacidad de saber qui¨¦n est¨¢ entrando en los EE UU y por qu¨¦. No es un rechazo al migrante, sino que queremos tener capacidad de asegurar nuestras fronteras y que la migraci¨®n sea ordenada, segura y predecible. Entiendo las sensibilidades y las respeto. El asunto, de hecho, tiene su controversia en el Congreso de EE UU.

P. Al Congreso le ha pedido el presidente que financie el muro con M¨¦xico a cambio de regularizar a los dreamers.

R. Hasta cierto punto todos somos dreamers. El propio presidente Trump ha mostrado su cari?o y respeto hacia ellos. Pero insisto, necesitamos pol¨ªticas sostenibles. Si no hay apoyo del Congreso, si estamos gobernando por decreto, todo lo que hace un Ejecutivo puede ser derribado por el pr¨®ximo. Nuestro sistema empuja al acuerdo en las pol¨ªticas m¨¢s importantes. Si queremos tener una estrategia de migraci¨®n, en este caso para los dreamers, es el Congreso el que debe buscar un pacto. El presidente est¨¢ en el lugar correcto: est¨¢ forzando al Congreso a tomar las medidas necesarias.

P. ?Y en el caso del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte? ?Qu¨¦ pasa si fracasa la negociaci¨®n?

R. Despu¨¦s de d¨¦cadas de Tratado se han formado unas impresionantes cadenas de valor que realmente conectan los mercados de Norteam¨¦rica. Deshacerlas ser¨ªa obra de H¨¦rcules. Por eso los tres pa¨ªses tienen buenas razones para acercarse en la renegociaci¨®n, y hacerlo con mucha seriedad y con el prop¨®sito de tener ¨¦xito.

P. Venezuela es el punto m¨¢s caliente de Latinoam¨¦rica. ?Despu¨¦s de las sanciones, cu¨¢l es el siguiente paso de EE UU?

R. Habr¨¢ que esperar a ver qu¨¦ pasa con las elecciones regionales. Pueden representar otro empuj¨®n para sentar al Gobierno en la mesa y que busque con la oposici¨®n una salida pac¨ªfica y democr¨¢tica a la crisis. Nuestra pol¨ªtica y nuestras sanciones tratan de forzar un acuerdo. Dicho metaf¨®ricamente: cuando uno est¨¢ fundiendo acero, necesita mucho calor en el crisol. Pero al final del d¨ªa son los venezolanos quienes tienen que encontrar una soluci¨®n. Fue el expresidente espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero quien dijo que el problema de Venezuela es de convivencia. Y el mismo presidente de la Asamblea, Julio Borges, afirm¨® una vez que los venezolanos son los que deben decidir si quieren reconciliarse o pelear.

P. Pero el presidente de EE UU ha llegado a apelar a la opci¨®n militar.

R. El presidente mantuvo una serie de reuniones y llamadas telef¨®nicas con todos los l¨ªderes del hemisferio y estos le comunicaron la importancia de la no intervenci¨®n. Pero lo que el presidente est¨¢ expresando es que la paciencia de la regi¨®n tiene un l¨ªmite. No se trata de una amenaza, sino de decir que Venezuela es un pa¨ªs demasiado importante para dejarlo a la deriva por a?os. Mire, el pueblo venezolano ha mostrado una resiliencia y una fuerza para superar la adversidad impresionantes, y eso ha permitido al pa¨ªs atravesar momentos de escasez que hubieran causado explosiones en otros lugares. Pero ser¨ªa un error pensar que la paciencia y capacidad del pueblo venezolano representan la apat¨ªa. No es as¨ª. Es un pa¨ªs que requiere una soluci¨®n a su crisis pol¨ªtica.

P. ?Hay peligro de golpe interno por parte de los militares?

R. Desde 1958, las fuerzas armadas venezolanas no se han metido en pol¨ªtica dom¨¦stica. Y es muy importante que, con todos los problemas que les aquejan, incluidas las acusaciones de corrupci¨®n, mantengan una posici¨®n institucional y constitucional.

P. Cuba se ha vuelto otro foco de crisis. ?Por qu¨¦ han expulsado a diplom¨¢ticos cubanos por los ataques s¨®nicos si no saben si fueron ellos los culpables?

R. Tuvimos que expulsar a diplom¨¢ticos cubanos para subrayar la importancia del problema. Hemos sufrido unos 50 ataques contra 21 cargos de nuestra embajada. Todo ello ha ocurrido en un pa¨ªs que controla el movimiento de nuestros diplom¨¢ticos. Es cierto que no hemos identificado al culpable, pero Cuba es el responsable del bienestar y la seguridad de los diplom¨¢ticos. En un Estado como el cubano y con unos servicios de seguridad como los que tiene y que controlan a nuestros cargos, ellos deben saber lo que est¨¢ pasando. Es dif¨ªcil que no lo sepan.

P. ?Y qui¨¦n podr¨ªa ser?

R. No lo sabemos.

P. En febrero, Ra¨²l Castro se retira. ?Temen alg¨²n cambio en la relaci¨®n con EE UU?

R. Si uno lee el ¨²ltimo discurso del vicepresidente, Miguel D¨ªaz-Canel, fue de tono fidelista e indica que dentro del partido comunista hay tendencias. Cualquier persona que quiera sustituir a los Castro tendr¨¢ que sustituir a los Castro, es decir, a los dos. Pero este es un tema cubano, no tenemos mayor influencia.