Trump-Tsipras: una pareja (no tan antag¨®nica) en la Casa Blanca
Los considerados arquetipos de populismo de derecha e izquierda celebran su primera reuni¨®n bilateral
Dos extremos se dieron este martes la mano en la Casa Blanca. El considerado arquetipo del populismo de derechas, Donald Trump, se reuni¨® con el anta?o adalid de la izquierda radical, Alexis Tsipras. Pero entre el presidente estadounidense y el primer ministro griego hay m¨¢s coincidencias de las que puede aparentar: comparten intereses diplom¨¢ticos, ret¨®rica y trayectoria pol¨ªtica.
Era su primera reuni¨®n bilateral y la recepci¨®n fue c¨¢lida. Trump, de 71 a?os, almorz¨® con Tsipras, de 43, y luego celebraron una rueda de prensa conjunta. La cercan¨ªa en asuntos econ¨®micos, militares y geopol¨ªticos pareci¨® enterrar las tensiones del pasado.
En marzo de 2016, Tsipras llam¨® ¡°diablo¡± a Trump, entonces precandidato republicano a la Casa Blanca. Este martes, preguntado al respecto, el primer ministro aleg¨® que ¡°en ning¨²n momento se sinti¨® amenazado¡±, se declar¨® ¡°muy optimista¡± sobre la relaci¨®n bilateral y destac¨® que muchos estadounidenses de origen griego apoyan a Trump. El republicano a?adi¨® con sorna que puede entender que hubiese pa¨ªses nerviosos con su presidencia porque ya no iba a dejar que se ¡°aprovecharan¡± de EE UU.
Trump describi¨® a Tsipras como un ¡°hombre especial¡± y elogi¨® los esfuerzos econ¨®micos de Grecia. ¡°Reafirmamos totalmente nuestro apoyo a un plan responsable de alivio de la deuda¡±, dijo, en un espaldarazo a la petici¨®n de Atenas a sus acreedores internacionales.
Tambi¨¦n alab¨® que, pese a sus estrecheces, Grecia destine al menos del 2% de su PIB en defensa. De hecho, es el segundo pa¨ªs de la OTAN, tras EE UU, en porcentaje de gasto. Trump ha convertido la inversi¨®n en defensa en una cruzada diplom¨¢tica. Grecia tambi¨¦n busca reforzar su cooperaci¨®n militar con EE UU y aprovecharse de la creciente tensi¨®n de la primera potencia con Turqu¨ªa.
Uno es un pol¨ªtico de derechas y el otro de izquierdas, pero tanto Trump como Tsipras llegaron al poder gracias a un mensaje rupturista. Ambos recelan de los organismos multilaterales. Para Trump y los suyos, la ONU y el FMI ejemplifican un globalismo peyorativo, excesivamente intervencionista y burocr¨¢tico. Para Tsipras, el FMI, la Comisi¨®n Europea y el BCE son culpables de la austeridad galopante impuesta a Grecia a cambio de sucesivas rondas de rescate econ¨®mico.
Hay m¨¢s similitudes. Ambos hicieron promesas ambiciosas pero una vez en las salas de decisiones de sus pa¨ªses tuvieron que rectificar y virar hacia la ortodoxia y el pragmatismo contra el que clamaban poco antes.
Tsipras, el abanderado contra la austeridad en Europa, acab¨® aceptando en 2015 las condiciones impuestas por Europa en el tercer rescate pese a que justo antes hab¨ªa convocado y ganado un refer¨¦ndum en contra de esos requisitos.
Antes de asumir la presidencia, Trump prometi¨® salir del acuerdo nuclear iran¨ª, amenaz¨® con incumplir la cl¨¢usula de defensa de la OTAN, reconocer diplom¨¢ticamente a Taiw¨¢n y romper relaciones con Cuba, etc. Sin embargo, no ha hecho nada de eso en sus nueve meses en el Despacho Oval aunque s¨ª ha cumplido otras promesas, como retirarse del Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico y no ratificar el pacto de libre comercio con otros 11 pa¨ªses del Pac¨ªfico.
Trump carece de principios ideol¨®gicos puros. Abraza pol¨ªticas de la derecha m¨¢s extrema, como demonizar a los inmigrantes latinoamericanos y musulmanes e imponer medidas restrictivas contra ellos. Pero, al mismo tiempo, arremete contra el libre comercio y defiende iniciativas proteccionistas, como hace el ala m¨¢s escorada del Partido Dem¨®crata en EE UU y el populismo europeo.
Una diferencia entre ellos es que Tsipras, que lleva casi tres a?os en el poder, ten¨ªa experiencia pol¨ªtica antes de su llegada al Gobierno y que proviene del establishment pol¨ªtico, que denosta Trump. El estadounidense nunca hab¨ªa ostentado ning¨²n cargo legislativo o pol¨ªtico en su larga carrera como empresario inmobiliario y showman televisivo.
Simpat¨ªa de la Casa Blanca
Tsipras ha encontrado en los ¨²ltimos a?os en la Casa Blanca simpat¨ªas que no hall¨® inicialmente en las capitales europeas. El Gobierno de Barack Obama defendi¨® una reestructuraci¨®n de la deuda griega, como reclama Atenas pero recela Berl¨ªn. Su vicepresidente, Joe Biden, se reuni¨® varias veces con Tsipras y el propio Obama viaj¨® el pasado noviembre a Grecia, en su ¨²ltima gira internacional como presidente y lo que se interpret¨® como un aval al primer ministro.
En Atenas, cuna de la democracia, Obama alert¨® contra el auge del nacionalismo ¨¦tnico e hizo una encendida defensa del sistema democr¨¢tico. Fue imposible no leer sus palabras como referencias veladas a Trump que hab¨ªa ganado las elecciones una semana antes.
Tsipras ha vuelto a encontrar en la Casa Blanca afinidad econ¨®mica con el respaldo de Trump, aunque ausente de detalles, a una quita de la deuda helena. Grecia aspira a volver a acceder en 2018 a los mercados de cr¨¦dito internacionales para poder financiar sus operaciones y dejar de depender de la ayuda externa. Pero se mantiene el temor de que sea imposible poder pagar la totalidad del pasivo griego, que asciende al 180% del PIB, si los acreedores no aceptan una rebaja.
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