Mauricio Macri multiplica la obra p¨²blica con la llegada de unas elecciones clave

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?A qui¨¦n votar¨ªa Per¨®n? La campa?a argentina regresa al pasado

El poder econ¨®mico argentino se entrega a Macri y da por hecha su victoria en las elecciones

Una gr¨²a levanta la base de un nuevo puente; el asfalto humante cubre lo que antes era un camino de tierra; obreros de cascos amarillos perforan una nueva cloaca. Al final, un sobreimpreso dice ¡°Haciendo lo que hay que hacer¡±. Es el ¨²nico texto de los spots de campa?a que el gobierno de Mauricio Macri difunde en la televisi¨®n para atraer votos en las elecciones de medio t¨¦rmino del 22 de octubre. La obra p¨²blica es la gran apuesta del macrismo para reactivar la econom¨ªa y el empleo. El presupuesto de este a?o destin¨® a infraestructura 10.900 millones de d¨®lares, una cifra que equivale al 2,21% del PIB y supera en 32,1% a la de 2016. La mayor parte del dinero fue a parar a obras viales, tanto que el consumo de asfalto ha sido r¨¦cord: durante los primeros cinco meses del a?o, el Estado compr¨® 224.000 toneladas y mayo fue el de mayor consumo de la historia, con 49.000 toneladas.

No es la primera vez que un Gobierno apuesta a la obra p¨²blica para impulsar la econom¨ªa. El kirchnerismo hizo de sus inversiones una bandera y en 2003 cre¨® un ministerio de Infraestructura. Los Kirchner pusieron al frente a Julio De Vido, y lo dejaron all¨ª durante 12 a?os en los que fue intocable. Esta semana, un juez pidi¨® al Congreso que le retire los fueros?que tiene como diputado porque quiere que declare como imputado en una causa por malversaci¨®n. La foto de su segundo en el ministerio, Jos¨¦ L¨®pez, arrojando bolsos llenos de d¨®lares hacia un convento es hoy la foto de la corrupci¨®n kirchnerista. Y buena parte de las causas que enfrenta Cristina Kirchner est¨¢n relacionadas a los presuntos favores que recibieron de empresarios que se beneficiaron con contratos millonarios del Estado.

La desconfianza macrista a todo lo heredado del kirchnerismo pas¨® factura durante el primer semestre de 2016, cuando la obra p¨²blica casi se paraliz¨®. ¡°Se cortaron muchas cosas y por eso la ejecuci¨®n fue muy baja¡±, dice el presidente de la Asociaci¨®n Argentina de Presupuesto y Administraci¨®n Financiera P¨²blica (ASAP). ¡°Pero a mediados del a?o pasado, el Gobierno se dio cuenta de que necesitaba ponerle un poco de gas a la econom¨ªa. Cambi¨® el esquema inicial y hoy ten¨¦s una ejecuci¨®n muy fuerte¡±, explica. 2017 es a?o electoral, y los buenos datos de la econom¨ªa son tan importantes como una buena campa?a. El grueso de las inversiones fue a parar a infraestructura vial, donde el Gobierno ve un d¨¦ficit que, seg¨²n su lectura, lastra la movilidad de los productos de exportaci¨®n. En 2018, el 60% de los proyectos depender¨¢n del ministerio de Transporte.

El motor de la obra p¨²blica tiene un efecto multiplicador del que nadie duda. Crea empleo, moviliza materia prima y hasta el 40% de la inversi¨®n vuelve al Estado a trav¨¦s de impuestos. Mientras tanto exhibe un Estado en movimiento, y todo ello se traduce en votos. El Gobierno, sin embargo, est¨¢ en guerra contra el d¨¦ficit fiscal y ya anticip¨® que el a?o que viene, sin desaf¨ªos electorales en el corto plazo, el dinero que aportar¨¢ a infraestructura ser¨¢ el mismo que en 2017, pese a que la inflaci¨®n anual rondar¨¢ el 22%. Para compensar la ca¨ªda apelar¨¢ al dinero de los privados. La idea es llevar a la inversi¨®n al 3,5% del PIB gracias a la promoci¨®n de los llamados Participaci¨®n P¨²blico Privada (PPP).

Los PPP son las estrellas de las obras p¨²blicas. ¡°El privado hace la inversi¨®n y el Estado le reconoce un derecho a futuro¡±, dice Flores. El presupuesto de 2018 destina a obras unos 12.000 millones de d¨®lares de las arcas p¨²blicas, pero el Gobierno espera sumar otros 14.000 millones de d¨®lares aportados por los privados. ¡°La apuesta es que la inversi¨®n no la haga tanto el Estado, para que no haya d¨¦ficit¡±, dice Flores. En los planes oficiales est¨¢ la construcci¨®n de una nueva central nuclear, tres autopistas y proyectos en energ¨ªas renovables. La inversi¨®n de 2018 podr¨¢ duplicar a la de 2017, pero el ¨¦xito de la estrategia depender¨¢ de la confianza de los inversores.