El a?o estrat¨¦gico de Macri
Cambiemos ya no puede ser considerado un actor ef¨ªmero, producto del azar
Mauricio Macri propuso hace pocas horas un gran acuerdo nacional para abordar uno de los problemas principales de la Argentina: la falta de competitividad de la econom¨ªa. Desde que lleg¨® al poder, el 10 de diciembre de 2015, su Gobierno se concentr¨® en normalizar el sistema de precios. Entre otras distorsiones, el kirchnerismo hab¨ªa dejado una inflaci¨®n elevad¨ªsima, el mercado de cambios intervenido, un gigantesco atraso en las tarifas de los servicios p¨²blicos, e impuestos especiales a las principales exportaciones. La correcci¨®n de esas desviaciones todav¨ªa es incompleta. Pero tambi¨¦n insuficiente. Para llevar adelante una estrategia que se propone alcanzar el crecimiento a trav¨¦s de la inversi¨®n, adem¨¢s de normalizar los precios, hace falta reducir los costos. Sobre todo, dos: el del Estado y el de un sistema laboral muy r¨ªgido. El desaf¨ªo no es t¨¦cnico. Es pol¨ªtico. La disminuci¨®n del gasto p¨²blico debe ser coordinada con las provincias. Son 23, de las cuales 15 est¨¢n bajo administraciones peronistas. La flexibilizaci¨®n del r¨¦gimen de empleo requiere una negociaci¨®n con los sindicatos, tambi¨¦n alineados con el peronismo. Como el oficialismo est¨¢ en minor¨ªa en el Congreso, depende de un entendimiento con esa fuerza opositora. Si no, sus reformas no ir¨¢n m¨¢s all¨¢ de la cosm¨¦tica.
Hace dos domingos, Cambiemos, la coalici¨®n que lidera Macri, obtuvo un triunfo en las elecciones legislativas que puede ampliar mucho su margen de maniobra. Aun cuando la aritm¨¦tica parlamentaria no se modifique demasiado.
El peronismo agigantar¨¢ su divisi¨®n entre kirchneristas y no kirchneristas
El Gobierno obtuvo tres grandes ventajas. La primera es que venci¨® a Cristina Kirchner, que compet¨ªa como candidata a senadora en la decisiva provincia de Buenos Aires. Esa derrota, sin embargo, no fue humillante para ella. Consigui¨® el 37% de los votos, contra el 41% del candidato oficialista. Por lo tanto, la expresidenta seguir¨¢ siendo una figura gravitante entre los peronistas. Pero, envuelta en innumerables esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, no podr¨¢ ofrecerle un liderazgo que lo lleve a la victoria. Para Macri es el resultado ideal. La se?ora de Kirchner perdi¨®, pero conserva todav¨ªa la capacidad de bloquear cualquier proceso de renovaci¨®n del peronismo. Dicho al rev¨¦s, el peronismo sigue en dificultades para liberarse de ese activo t¨®xico.
El segundo beneficio electoral para Cambiemos es que se impuso en muchos distritos inesperados. Gan¨® en la Capital Federal y en 12 provincias. Entre ellas, las mayores: Buenos Aires, Santa Fe y C¨®rdoba.
El peronismo camina hacia las elecciones presidenciales de octubre de 2019 con una enorme incertidumbre
Tercera raz¨®n para celebrar: los tres dirigentes m¨¢s atractivos del peronismo fueron vencidos. Sergio Massa, que lidera una fracci¨®n disidente, qued¨® en tercer lugar como candidato bonaerense, detr¨¢s de Cristina Kirchner. Juan Schiaretti, gobernador de C¨®rdoba, vio caer a sus candidatos. Igual que Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta. Los peronistas que consiguieron sustraerse de la ola de Cambiemos carecen de proyecci¨®n m¨¢s all¨¢ de sus provincias.
De este mapa se infiere que el peronismo camina hacia las elecciones presidenciales de octubre de 2019 con una enorme incertidumbre. Todo indica que Macri completar¨¢ su per¨ªodo. Y quiz¨¢ consiga la reelecci¨®n. Para la tradici¨®n local no es una obviedad. El ¨²ltimo pol¨ªtico ajeno al peronismo que no pudo terminar su mandato fue Marcelo T. de Alvear en 1928.
El peronismo agigantar¨¢ su divisi¨®n entre kirchneristas y no kirchneristas. En el Congreso habr¨¢ un bloque de diputados y otro de senadores subordinados al liderazgo de la se?ora de Kirchner. Ser¨¢n opositores sistem¨¢ticos. Y otros dos bloques, de diputados y de senadores, dispuestos a negociar con Macri. Estos legisladores ser¨¢n controlados por los gobernadores, que no pueden negarse a conversar con un presidente muy fortalecido.
La necesidad de acordar con los peronistas impone un ritmo a la acci¨®n del Gobierno. Hacia octubre del a?o pr¨®ximo crecer¨¢ la tensi¨®n por una nueva campa?a para las elecciones de 2019. Quiere decir que Macri tiene frente a s¨ª 12 meses cruciales. Lo que la historia recordar¨¢ de su paso por el poder, al menos en esta etapa, sea lo que consiga realizar en ese a?o estrat¨¦gico.
Observadas en la perspectiva de una m¨¢s larga duraci¨®n, las recientes elecciones enriquecen su significado. La pol¨ªtica argentina est¨¢ dejando atr¨¢s una de las secuelas de la gran crisis del a?o 2001. Sometidos al ajuste de una larga recesi¨®n, los sectores medios se indignaron con la fuerza que les hab¨ªa servido para intervenir en la vida p¨²blica por m¨¢s de cien a?os: el radicalismo. El colapso de ese partido dej¨® un vac¨ªo de representaci¨®n sin el cual no se explica la hegemon¨ªa kirchnerista. La manifestaci¨®n m¨¢s aguda de esa falta de equilibrio se registr¨® en el a?o 2011: el 46% del electorado vot¨® para que Cristina Kirchner dejara el poder. Pero la fragmentaci¨®n opositora hizo que la m¨¢s exitosa sacara s¨®lo el 17%. En 2015 se produjo un fen¨®meno misterioso. Miles de personas repudiaron al candidato kirchnerista de la provincia de Buenos Aires y convirtieron en gobernadora a Mar¨ªa Eugenia Vidal, de Cambiemos. El clima pol¨ªtico tuvo un vuelco y Macri conquist¨® la presidencia. El giro fue tan sorpresivo que abri¨® un interrogante sobre su consistencia. Ahora las legislativas despejaron esa inc¨®gnita. Cambiemos ya no puede ser considerado un actor ef¨ªmero, producto del azar. Es un nuevo actor pol¨ªtico, a trav¨¦s del cual las clases medias recuperan su influencia relativa en la determinaci¨®n del rumbo del pa¨ªs.
Cancelado aquel enigma, se abre otro. ?Qu¨¦ profundidad tiene la crisis del peronismo? ?Es un problema de liderazgo o est¨¢ perdiendo base sociol¨®gica? La tormenta de 2001 produjo un incremento alarmante de la desocupaci¨®n y el empleo no registrado. Muchos observadores se preguntan si ese cambio en el perfil sociolaboral no est¨¢ hiriendo de gravedad al partido del trabajo formal, de los sindicatos, de Per¨®n. Ser¨ªa muy audaz aventurar la muerte del peronismo. Y ser¨ªa necio no imaginar su mutaci¨®n.
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