El reto de la educaci¨®n para los ni?os migrantes

Mais se acuerda con nostalgia de su familia, de su casa. Tambi¨¦n recuerda con claridad el ruido de los bombardeos y de los cristales rotos. ¡°Me gustaba mucho ir al colegio¡±, asegura esta chica de 17 a?os que abandon¨® hace una d¨¦cada su Palestina natal para mudarse con su familia a Espa?a, donde su padre hab¨ªa estudiado la carrera a?os antes. ¡°Al principio fui a un colegio ¨¢rabe¡±, cuenta: ¡°Cuando me pasaron a uno espa?ol, los profesores recomendaron a mis padres que me bajaran un curso¡±. No quiso. Se puso las pilas y aprob¨®. Ahora, ya en bachillerato, piensa en ir a la Universidad. Todo un ¨¦xito para un pa¨ªs donde la tasa de abandono educativo temprano rebasa el 30% en el caso de alumnos extranjeros, el porcentaje m¨¢s alto de toda la Uni¨®n Europea.

Sara Collantes, especialista en Pol¨ªticas de Infancia del Comit¨¦ Espa?ol de Unicef, confirma estas cifras y asegura que este resultado no es fruto de la casualidad. Adem¨¢s de las obvias dificultades debidas al choque cultural y ling¨¹¨ªstico, los alumnos migrantes suelen proceder de entornos desfavorecidos. Seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), el porcentaje de extranjeros no comunitarios que vive por debajo del umbral de riesgo de pobreza?supera el 52%, frente al 18,8% de los espa?oles. Los obst¨¢culos se redoblan cuando se trata de refugiados, menores en situaci¨®n irregular, o ni?os que llegan a Espa?a sin estar acompa?ados por adultos.

A medida que aumentan los potenciales factores de exclusi¨®n social, m¨¢s complicado se hace seguir con el ciclo educativo. Porque entrar en un centro y aprender el idioma no garantiza el ¨¦xito escolar. ¡°Muchos?alumnos extranjeros suelen llegar con ciclos educativos sin completar o de baja calidad¡±, subraya Collantes. ¡°Esto?dificulta que puedan estar con ni?os de su edad y el desajuste de itinerario [educativo] provoca una barrera cultural¡±.

El choque emocional es otro factor importante a tener en cuenta. Despertarse en otro pa¨ªs, totalmente desconocido, sin entender el idioma ni las costumbres, dificulta la integraci¨®n de los chavales. A veces, los ni?os ni siquiera reconocen a sus padres. ¡°Sufren mucho los menores que son tra¨ªdos por reagrupaci¨®n familiar por progenitores a los que vieron por ¨²ltima vez hace muchos a?os¡±, explican expertos de la ONG Entreculturas.

En Espa?a, el 8,5% del alumnado matriculado en el curso 2016-2017 era extranjero, seg¨²n las estad¨ªsticas del Ministerio de Educaci¨®n, la mayor¨ªa de ellos (30,5%) procedente de ?frica. Las medidas dirigidas a este colectivo son escasas y dependen de cada Comunidad Aut¨®noma. El principal programa son las aulas de enlace, un sistema pensado para favorecer la integraci¨®n gradual del menor migrante.

Montserrat Mart¨ªnez lleva seis a?os trabajando vis a vis con alumnos extranjeros. Cada d¨ªa se enfrenta a 21 chavales de entre 12 y 18 a?os y los acompa?a en su camino de integraci¨®n y aprendizaje del espa?ol. ¡°Aqu¨ª no se puede dar nada por supuesto¡±, explica la docente, quien asegura haberse encontrado con adolescentes que nunca hab¨ªan ido al colegio o con ni?os que no sab¨ªan sumar. ¡°Aunque procedan del mismo pa¨ªs [en los ¨²ltimos tiempos, asegura, ha habido una oleada de filipinos] no se puede generalizar: hay que tener la mente muy abierta¡±, insiste.

Mart¨ªnez trabaja en el aula de enlace del?Padre Piquer, un colegio concertado?de propiedad de la Fundaci¨®n Montemadrid pero cuya direcci¨®n acad¨¦mica recae en la Compa?¨ªa de Jes¨²s. Con m¨¢s de 1.000 alumnos, la estructura ubicada en el barrio popular de la Ventilla, al norte de Madrid, y conocida por impartir educaci¨®n alternativa, empez¨® a experimentar con este sistema dirigido a los ni?os extranjeros hace unos 15 a?os?con el apoyo de la Comunidad de Madrid.

La crisis, sin embargo, se llev¨® las buenas intenciones.?¡°En los ¨²ltimos a?os estas aulas han sido las primeras en sufrir recortes presupuestarios. Como consecuencia, algunos alumnos adolescentes han dejado los centros educativos antes de tiempo, otros han visto c¨®mo sus posibilidades de ¨¦xito acad¨¦mico disminu¨ªan¡±, aseguran desde Entreculturas. ¡°Es dur¨ªsimo¡±, lamenta Mart¨ªnez, quien ha tenido que dividir a sus alumnos en seis grupos distintos para poder dar una atenci¨®n lo m¨¢s personalizada que pueda.?

Gregorio Casado, coordinador de innovaci¨®n, orientaci¨®n y formaci¨®n en el Padre Piquer,?explica que al principio el colegio contaba con un ¡°presupuesto extraordinario¡±. Ahora la m¨²sica ha cambiado, pero los problemas de integraci¨®n de los ni?os migrantes contin¨²an.?¡°No es muy diferente que sean hijos de inmigrantes instalados en Espa?a o nacidos en el extranjero. Los rasgos comunes que los distinguen son un contexto social desfavorecido y unas expectativas sobre su futuro inferior en comparaci¨®n a los dem¨¢s¡±, contextualiza.?

Mais est¨¢ cursando el bachillerato en el Padre Piquer, donde tambi¨¦n estudian?Mustaf¨¢, un ni?o iran¨ª de 13 a?os, y?Luc¨ªa, una joven china que lleg¨® a Espa?a hace dos a?os sin hablar una palabra de castellano. Despu¨¦s de pasar por el aula de enlace, est¨¢ chica de 17 a?os est¨¢ integrada en la ense?anza normal a pleno rendimiento. Todav¨ªa no sabe si de mayor quiere ser doctora o cocinera. El plato que mejor le sale es la tortilla de patatas, confiesa en un espa?ol inseguro.?

¡°Realmente pocos de los que estudian aqu¨ª se van a apuntar a la universidad. No m¨¢s de un 10% o un 15% de los chavales¡±, asegura?Casado.?¡°No es por ellos. Ser inmigrantes supone llevar una carga a su vida escolar¡±.

El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.