El limbo legal de los migrantes del clima

El de los migrantes clim¨¢ticos es un problema tan complejo que ni siquiera tiene nombre y apellido. A Fernando L¨®pez Ram¨®n, catedr¨¢tico de la Universidad de Zaragoza especialista en derecho medioambiental, le salen hasta nueve combinaciones para definir este fen¨®meno. El nombre podr¨ªa ser refugiado, desplazado o emigrante. Y se le podr¨ªa poner el apellido ambiental, ecol¨®gico o clim¨¢tico. La elecci¨®n no es balad¨ª.

Por ejemplo, si se usa el t¨¦rmino refugiado, se equipara el fen¨®meno con "los refugiados pol¨ªticos objeto de la Convenci¨®n de Ginebra", se?ala L¨®pez en un art¨ªculo en la revista de la Fundaci¨®n Manuel Gim¨¦nez Abad. Y si se usa el apellido clim¨¢tico, implica relacionar el problema con el calentamiento global inducido por el hombre y, por lo tanto, que sea objeto de las negociaciones internacionales como las que arrancan este lunes en la cumbre del clima de la ONU, que este a?o se celebra en Bonn (Alemania).

El Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico pasa de puntillas por este problema. Solo insta a los firmantes a "respetar, promover y tener en cuenta sus respectivas obligaciones" relativas a "los derechos humanos, el derecho a la salud, los derechos de los pueblos ind¨ªgenas, las comunidades locales, los migrantes..."

"No existe una definici¨®n de refugiado clim¨¢tico y me sorprender¨ªa mucho que el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas la aceptara", explica por correo electr¨®nico Anja Mihr, investigadora alemana experta en derechos humanos. Para esta especialista, el t¨¦rmino "migrantes inducidos por el cambio clim¨¢tico probablemente describe mejor la situaci¨®n que refugiados". Porque la gran diferencia con los refugiados es que los migrantes clim¨¢ticos no tendr¨¢n la posibilidad de regresar a unos hogares que ya no existen o no son habitables. a?ade.

Proyecciones

Al margen de su definici¨®n, ?cu¨¢ntas personas son? The Lancet, la prestigiosa revista m¨¦dica brit¨¢nica, public¨® la semana pasada su informe anual sobre los impactos del calentamiento global. Se?alaba que al menos "4.400 personas se han visto obligadas a migrar debido solo al cambio clim¨¢tico". Se trata de las familias que se han tenido que marchar de sus hogares debido a la erosi¨®n de la costa y el aumento del nivel del mar. Este aumento, vinculado al deshielo por el calentamiento, es un efecto directo y f¨¢cil de cuantificar. Pero el informe de The Lancet reconoc¨ªa que la cifra de 4.400 personas est¨¢ subestimada, "ya que excluye casos donde hay m¨¢s de un factor que puede estar contribuyendo a la decisi¨®n de migrar".

El estudio hace una proyecci¨®n de los efectos del deshielo, tomando como base los datos de las personas que viv¨ªan en 2000 en zonas costeras por debajo de 10 metros sobre el nivel del mar. Y concluye que a partir de 2100 habr¨¢ entre 830 millones y 1.184 millones de personas que se pueden ver obligadas a migrar "debido a la subida del nivel del mar" causada por el deshielo. Pero advierte de que esa migraci¨®n se dar¨ªa en el caso de que no se hiciera nada en su mitigaci¨®n ¡ªes decir, que no se reduzcan los gases de efecto invernadero para frenar el impacto del calentamiento¡ª y de adaptaci¨®n ¡ªque los Estados no tomen medidas para minimizar los efectos del cambio global¡ª.

Pese a la indefinici¨®n, algunos Estados est¨¢n intentando tomar medidas. Fernando L¨®pez Ram¨®n pone el ejemplo de Nueva Zelanda. Su nuevo Gobierno, donde est¨¢n presentes Los Verdes, est¨¢ plante¨¢ndose crear una categor¨ªa experimental de visado para los pueblos del Pac¨ªfico desplazados por el incremento del nivel del mar. Sin embargo, los tribunales de ese pa¨ªs ya han rechazado varios casos en los que se conced¨ªa asilo por razones relacionadas con el cambio clim¨¢tico.

"Creo que es un enfoque interesante y una manera de avanzar", se?ala Mihr sobre esos visados neozelandeses. "Necesitamos un nuevo acuerdo mundial que proteja a estas personas de convertirse en ap¨¢tridas. Los pa¨ªses tienen que reaccionar r¨¢pidamente y no tienen tiempo para esperar hasta que la ONU encuentre una soluci¨®n", alerta esta investigadora.

El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.