Hijos de represores argentinos piden testificar contra sus padres
Familiares de acusados por cr¨ªmenes de lesa humanidad quieren cambiar la ley que les impide declarar contra sus progenitores
Meses atr¨¢s, hijos de represores argentinos se rebelaron contra sus padres y se unieron para exigir que no salgan de la c¨¢rcel. Ahora piden al Congreso cambiar la legislaci¨®n que les impide declarar contra ellos en juicios por cr¨ªmenes de lesa humanidad. Los familiares agrupados en el colectivo "Historias desobedientes" denuncian que una vez decididos a romper el pacto de silencio familiar ahora son las leyes argentinas las que les impiden testificar sobre las atrocidades cometidas durante la ¨²ltima dictadura (1976-1983).
Es el caso de Pablo Verna, dispuesto a declarar contra su padre, el excapit¨¢n Julio Alejandro Verna, m¨¦dico militar. Frente al Congreso, Verna, impulsor de la ley, recuerda que comenz¨® a sospechar cuando ten¨ªa 11 o 12 a?os, a¨²n sin un punto de vista cr¨ªtico. Fue "un camino muy largo" llegar a escuchar la verdad, cuenta a EL PA?S. "Le pregunt¨¦ muchas veces y ¨¦l siempre me neg¨® su participaci¨®n", dice. Tuvo que esperar hasta 2013. "Yo ten¨ªa conocimiento de los hechos por mi madre y ¨¦l lo admiti¨®. Admiti¨® que particip¨® en los vuelos de la muerte, inyectando a personas que viajaban en los vuelos con anestesia que los dejaba pr¨¢cticamente inm¨®viles", asegura. Desde ese d¨¬a no ha vuelto a tener contacto con ¨¦l. Detalla que su padre est¨¢ acusado por la querella, pero no ha sido imputado por el fiscal.
El C¨®digo Procesal Penal argentino prohibe que una persona denuncie o declare contra un familiar directo a menos que ¨¦ste sea la v¨ªctima directa del delito. El colectivo quiere modificar los art¨ªculos 178 y 242 que lo impiden. "Esta reforma es para que estas prohibiciones sean removidas cuando se trate de delitos de lesa humanidad, habilitando a las hijas, hijos o familiares de genocidas, que en forma voluntaria quieran dar su testimonio, y de esa manera puedan aportar a la causa", sostiene el proyecto legislativo publicado en la p¨¢gina web de Historias Desobedientes.
"Nosotros sufrimos un mandato de silencio familiar, para que lo que se hablaba no saliera de la puerta de casa. Pero la ley es tambi¨¦n una mordaza que nos impide hablar", asegura Laura Delgadillo, cuyo padre, comisario de polic¨ªa, muri¨® sin condena. "Quiz¨¢s (poder declarar) no sea de gran ayuda en los juicios, pero queremos colaborar en la reconstrucci¨®n de la memoria colectiva", agrega Delgadillo.
Argentina tiene abiertos en la actualidad 16 juicios por cr¨ªmenes cometidos durante la ¨²ltima dictadura. Seg¨²n datos de la Procuradur¨ªa de Cr¨ªmenes contra la Humanidad, han sido condenadas 818 personas en 193 sentencias desde la anulaci¨®n en 2003 de las leyes de amnist¨ªa.
El colectivo naci¨® poco despu¨¦s de la gran movilizaci¨®n social contra una sentencia que permit¨ªa reducir el tiempo de condena de los represores, el pasado mayo. En esa marcha particip¨® Mariana, la hija de Miguel Etchecolatz, uno de los peores torturadores de la dictadura. En una entrevista posterior, defini¨® como "un monstruo" a su padre y mostr¨® su inquietud por que fuese excarcelado.
Pocos d¨ªas despu¨¦s, comenzaron a levantarse voces similares, como la de Anal¨ªa Kalinec, hija de Eduardo Kalinec, alias doctor K, un conocido represor que cumple cadena perpetua. O la de Erika Lederer, hija de Ricardo Lederer, el obstetra que ayud¨® a parir a varios hijos de desaparecidas y se suicid¨® en 2012 al ver que le iban a condenar. Algunos decidieron unirse. De la media docena inicial, con el paso de los meses cerca de 50 se han acercado a preguntar y a hablar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.