Un esc¨¢ndalo sexual con una menor golpea a un candidato ultraconservador al Senado de EE UU

Es un caso antiguo pero de aspecto mort¨ªfero. El candidato republicano al Senado por Alabama, Roy Moore, ha sido acusado de haber mantenido en 1979 relaciones sexuales con una chica de 14 a?os cuando ¨¦l ten¨ªa 32. El esc¨¢ndalo, destapado por The Washington Post, contiene p¨®lvora suficiente para acabar con la carrera del ultraconservador Moore y debilitar a¨²n m¨¢s la inestable mayor¨ªa republicana en el Senado. Dada la diferencia de edad, bajo la legislaci¨®n de Alabama se tratar¨ªa de un caso de abuso sexual en segundo grado, castigado con m¨¢s de 12 meses de prisi¨®n y que, con agravantes, puede acarrear una condena de 10 a?os.

M¨¢s conocido como La Roca, este antiguo juez logr¨® ganar en septiembre las primarias republicanas al fiscal Luther Strange, el favorito del presidente Donald Trump. Su victoria, conseguida con el apoyo de extremistas como Steve Bannon y Sarah Palin, fue una sorpresa nacional y mostr¨® el poder que han adquirido los sectores m¨¢s ultramontanos de la derecha norteamericana, entre los que Moore es un icono.

El candidato, de 70 a?os, siempre ha puesto a Dios por delante del Gobierno y ha llegado a defender que el 11-S fue un castigo a Estados Unidos por haberse alejado de la palabra del Se?or. Tambi¨¦n rechaza la teor¨ªa de la evoluci¨®n y est¨¢ convencido de que hay que perseguir la homosexualidad.

Como juez, su fundamentalismo le ha llevado m¨¢s de una vez a tocar la campana del esc¨¢ndalo. Uno de los m¨¢s sonados ocurri¨® en 2000 cuando los tribunales federales ordenaron que retirase un monumento dedicado a los Diez Mandamientos que ¨¦l mismo, como presidente de la Corte Suprema de Alabama, manten¨ªa en su sala de vistas. Antes que reconocer la separaci¨®n Iglesia-Estado y mover ese bloque de granito de 2.400 kilos, prefiri¨® abandonar el puesto. Desde entonces se le conoci¨® como La Roca. Otra prueba de su obcecamiento la dio en 2016, cuando ya reincorporado al cargo, el Tribunal Supremo le acab¨® expulsando por haber exigido a los jueces bajo su mando que no permitieran el matrimonio gay.

Moralista, belicoso y siempre dispuesto al cuerpo a cuerpo, Moore se enfrenta ahora a un ob¨²s que puede dar al traste con sus aspiraciones. El relato de Leigh Corfman, de 53 a?os, ha sido corroborado por amigas suyas y su propia madre. La Roca era en 1979 asistente del fiscal del distrito. A las puertas de los juzgados del condado de Etowah (Alabama) se encontr¨® a la ni?a y a su madre, citada por un proceso de divorcio. Entabl¨® conversaci¨®n con ellas y, cuando la progenitora iba a entrar a declarar, se ofreci¨® a cuidar de la chica. La madre acept¨®. Moore se qued¨® con la adolescente, obtuvo su tel¨¦fono y d¨ªas m¨¢s tarde tuvieron el primer encuentro. Se vieron dos veces, una de ellas en casa de ¨¦l, lo que constituye un agravante en Alabama. Hubo tocamientos y besos. Despu¨¦s, la menor no quiso volver a verle. Ni Corfman ni su madre presentaron nunca denuncia.

The Washington Post ha insistido en que la historia, basada en 30 entrevistas, no procede de Corfman, sino que es el fruto de una investigaci¨®n tomada a iniciativa propia y que todas las implicadas se negaron en principio a hablar.

Moore, que acostumbra a sacar un rev¨®lver en sus m¨ªtines, ha negado las acusaciones y su equipo de campa?a las ha calificado de basura y fake news (noticia falsa). ¡°Son imputaciones absolutamente mentirosas y responden un desesperado ataque pol¨ªtico del Partido Dem¨®crata y The Washington Post¡±, ha declarado el candidato republicano. Algunos de sus aliados tradicionales, como el auditor estatal de Alabama, Jim Zeigler, incluso han ido m¨¢s lejos en su defensa: "Mar¨ªa era una adolescente y Jos¨¦ un carpitero adulto, y fueron padres de Jes¨²s", ha dicho Zeigler.

Lejos de estas componendas, el establishment republicano en Washington ha hecho p¨²blica su preocupaci¨®n y el propio l¨ªder conservador en el Senado, Mitch McConnell, ha pedido que Moore renuncie si se demuestran las acusaciones.

La plaza en liza es clave. El esca?o pertenec¨ªa al actual fiscal general, Jeff Sessions, y su p¨¦rdida puede alterar la exigua mayor¨ªa republicana en el Senado (52 frente a 48). Las elecciones son en diciembre y si Moore no se apea, los republicanos temen que el rival dem¨®crata pueda sacar provecho del caso y ganar en un estado de absoluta fidelidad republicana. Una victoria progresista aumentar¨ªa las dificultades de Trump para aprobar sus proyectos, como ya se demostr¨® en su fracasada tramitaci¨®n de la reforma sanitaria, donde ni siquiera logr¨® el apoyo de la mayor¨ªa de su partido.