Por fin logra huir la ¨²ltima familia espa?ola que quedaba en Raqa
La familia formada por la madrile?a Ana Lobato y su marido sirio volver¨¢ a reunirse tras la salida de Siria este mi¨¦rcoles de los ¨²ltimos parientes. Dejan atr¨¢s el ISIS y la guerra
Hoy Yunes cumple cuatro meses. El tiempo que lleva su familia, los ¨²ltimos espa?oles en abandonar Raqa, atrapada en la frontera norte de Siria con Turqu¨ªa. Finalmente, los esfuerzos de la diplomacia espa?ola en Ankara (Turqu¨ªa) han logrado solventar las reticencias turcas para que en la ma?ana de este lunes, los 13 miembros de la familia Lobato (11 espa?oles, nueve de ellos menores) logren cruzar la frontera hacia territorio turco. Atr¨¢s dejan cerca de cuatro a?os de calvario bajo el yugo del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) para poder reunirse pronto con los suyos en Madrid. ¡°Ser¨¢n repatriados a Espa?a el jueves, tras pasar un par de d¨ªas bajo custodia turca¡±, dice desde Madrid y en una conversaci¨®n telef¨®nica Ana Lobato, abuela de Yunes.
Oriunda de El Pozo del T¨ªo Raimundo (Madrid), el mismo barrio que dej¨® cuatro d¨¦cadas atr¨¢s y adonde ha regresado hace a?o y medio, Ana Lobato lleg¨® a Raqa en 1975 con ¡°19 a?itos¡±. Conoci¨® a su marido Abdeladin en Madrid mientras ¨¦ste cursaba los estudios de Farmacia. ¡°Era el inicio de la transici¨®n del franquismo y el coste de vida era muy elevado as¨ª que decidimos mudarnos a Siria¡±. Esta entonces joven ama de casa no imaginaba que se convertir¨ªa en testigo privilegiado de una convulsa historia, abandonando una dictadura en Espa?a para trasladarse a la Siria de Hafez el Asad, heredada hace 17 a?os por su hijo Bachar el Asad. All¨ª construy¨® su hogar durante cuatro d¨¦cadas hasta que en enero de 2014, el ISIS invadiera ¡°su ciudad¡±.
Ha sido la noche m¨¢s larga de los 62 a?os de vida de esta abuela. M¨¢s larga ha sido para Soraya, de 42 a?os, e Ismael, de 39, los mayores de sus cuatro hijos y los ¨²nicos que no hab¨ªan abandonado aun Siria. Junto a sus c¨®nyuges y nueve peque?os en total han pasado una noche de insomnio en la norte?a localidad siria de Azaz, fronteriza con Turqu¨ªa. ¡°Estoy contenta, pero exhausta. Son solo dos kil¨®metros de trayecto en coche, pero tenemos que cruzar seis controles del Ej¨¦rcito Libre Sirio entre Azaz y Kilis [localidad turca fronteriza con Siria] donde nos espera el c¨®nsul espa?ol. Cualquier cosa puede salir mal¡±, fue la ¨²ltima reflexi¨®n que hizo al tel¨¦fono Soraya anoche desde Azaz. Pero todo sali¨® bien.
El peque?o Yunes naci¨® a las 12.31 del jueves, 13 de julio de 2017. Lo hizo en Raqa, capital siria del ISIS, hoy arrinconado en el sureste del pa¨ªs. Lleg¨® al mundo de manos de una doctora tunecina, af¨ªn a los yihadistas, asistida por su marido anestesista y bajo el son del estruendo de los bombardeos de la aviaci¨®n de la coalici¨®n internacional liderada por EE UU. Su certificado de nacimiento lleva el sello del ISIS. Se trata del ¨²ltimo espa?ol nacido en tierras del hoy desintegrado califato. A las pocas horas de vida se convirti¨® en uno m¨¢s de los 12 millones de desplazados (el 50% de la poblaci¨®n siria) y acompa?¨® a su familia a una peligrosa huida para sortear los controles del grupo yihadista.
¡°Tuvimos que cruzar el ?ufrates en barcazas. De all¨ª continuar en coches y luego caminar tres kil¨®metros sobre campos minados con nueve menores a rastras hasta llegar al campo de desplazados de Ein Issa [localidad bajo control de las Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias, lideradas por las milicias kurdas y aliadas de Washington]¡±, relataba al tel¨¦fono Soraya ese mismo d¨ªa desde Ein Issa. Sus vecinos, rezagados a la cola del convoy de civiles que integraban, no lo lograron. Pisaron una mina. Hiba, la madre de Yunes hizo el camino bajo el dolor de las hemorragias que le provocaron una mala sutura de ces¨¢rea.
Tras lograr deshacerse del yugo del ISIS, Soraya, Ismael y sus familias han malvivido cuatro meses como desplazados sin recursos. ¡°Nos gastamos todos los ahorros, unos 1.250 euros, en pagar a los traficantes para escapar de Raqa¡±, contaba Soraya. En Azaz tampoco estaban a salvo. ¡°Los turcos bombardeaban muy cerca sobre posiciones kurdas y los secuestros expr¨¦s est¨¢n a la orden del d¨ªa. Tem¨ªa que se llevaran a alguna de mis hijas, as¨ª que no las dej¨¦ salir de casa¡±, relata. Su marido fue herido de levedad en un atentado yihadista en la localidad siria.
Son ya m¨¢s de dos a?os los que lleva Ana Lobato, musulmana desde hace d¨¦cadas, sin pegar ojo. Da gracias a Dios cada d¨ªa porque los suyos aun sigan milagrosamente con vida, tras sobrevivir a los secuaces de Al Qaeda, al infame califato del ISIS, los bombardeos de las aviaciones siria, rusa y de la coalici¨®n internacional, las minas, el hambre, y hoy a la rampante criminalidad que acecha al norte del pa¨ªs donde se refugiaban sus hijos.
Raqa ha dejado de ser territorio del ISIS hace tres semanas. Al menos 1.873 civiles han muerto durante la operaci¨®n iniciada el 6 de junio para liberar lo que fuera el basti¨®n sirio del ISIS. Los Lobato forman parte de los 200.000 desplazados de una ciudad hoy fantasma y cuyas infraestructuras han sido arrasadas. ¡°De las casas de mis hijos no queda ni el marco de las puertas. La m¨ªa ha tenido mejor suerte, solo han bombardeado la parte oriental. Pero en cuanto podamos, regresaremos¡±, dice Ana Lobato desde Madrid.
Soraya es la mayor de los cuatro hijos que tuvo Ana Lobato y la ¨²nica nacida en Espa?a. En Raqa, pari¨® a los otros tres: Ismael; Cauzar, de 37, y Abdelsalam, de 31 ¡ªeste ¨²ltimo asentado en Grecia desde hace m¨¢s de una d¨¦cada¡ª. Y en Siria nacieron tambi¨¦n sus 18 nietos, todos espa?oles tal y como lo ser¨¢ Yunes. ¡°Viv¨ªamos bien y ¨¦ramos felices. Vimos el pueblo que fue Raqa convertirse en ciudad y pasar de los 30.000 al cuarto de mill¨®n de habitantes¡±, rememora.
Menuda, metro y medio de estatura, pelo rizado bajo el velo y voz ronca, Ana Lobato ha removido cielo y tierra hasta que su familia se encontrara a salvo. ¡°Si el Gobierno espa?ol nos hubiera ayudado en 2013, no estar¨ªamos hoy en esta situaci¨®n¡±, contaba a esta periodista el pasado mes de septiembre en el sal¨®n de su casa de la barriada madrile?a de El Pozo del T¨ªo Raimundo. ¡°Estoy muy agradecida por el apoyo del c¨®nsul espa?ol en Ankara, y del encargado de negocios en Siria, que me ha prestado mucha ayuda, sobre todo psicol¨®gica. Aunque el apoyo del Gobierno espa?ol haya llegado con retraso¡±, matiza hoy aliviada.
Seis meses fueron los que vivi¨® bajo la dictadura del ISIS antes de huir. ¡°Al principio nos impusieron el velo. Luego el niqab (velo facial con una ranura para los ojos) y la abaya¡±. La farmacia de su yerno se convirti¨® en un taller informal donde las vecinas cristianas aprendieron a ponerse el niqab y as¨ª poder traspasar los controles callejeros de la hisba, polic¨ªa religiosa del ISIS.
Antes, la guerra ya hab¨ªa convertido en insostenible la vida en la ciudad. Hab¨ªa que salir de all¨ª. En mayo de 2013, los Lobato pusieron rumbo a Turqu¨ªa. "Estuvimos tres meses arreglando papeles con la Embajada espa?ola en Ankara pero mi pa¨ªs no quiso saber nada de m¨ª ni de mi familia. No ten¨ªamos con qu¨¦ pagar los 23 billetes de avi¨®n a Espa?a". No les qued¨® m¨¢s opci¨®n que volver a Raqa, donde a los aviones del Ej¨¦rcito sirio se sumaron en septiembre de 2014 los de la coalici¨®n internacional liderada por EE UU. ¡°?C¨®mo es posible que la coalici¨®n use bombas de f¨®sforo despu¨¦s de que el r¨¦gimen usara qu¨ªmicos?¡±, se indigna esta espa?ola, que lleg¨® a fisurarse varias costillas en un ataque. La ONG Human Rights Watch denunci¨® en junio el uso de f¨®sforo blanco en las ofensivas de la coalici¨®n. Este agente no es ilegal en el campo de batalla, pero si se usa contra la poblaci¨®n puede ocasionar quemaduras. La coalici¨®n ha se?alado que no se pronuncia sobre el uso de municiones espec¨ªficas.
Regresando de Turqu¨ªa, miembros del ISIS les dieron el alto en un ret¨¦n. El pasaporte espa?ol de Ana Lobato levant¨® las sospechas y deriv¨® en una campa?a de acoso hacia ella y su marido. ¡°Merodeaban por mi casa, nos hac¨ªan marcas en las puertas¡±. A las dos semanas, Ana Lobato y su esposo decidieron huir definitivamente para no poner en riesgo al resto de la familia. Esta vez, a trav¨¦s de L¨ªbano. De all¨ª volaron a Noruega y, tras nueve meses como refugiados, fueron trasladados a Madrid.
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