Los Gobiernos dejan para 2018 la negociaci¨®n m¨¢s dura del Acuerdo de Par¨ªs

Los negociadores que se han reunido en la llamada COP23 de Bonn han esbozado los esqueletos de esos reglamentos de desarrollo del Acuerdo de Par¨ªs, pero los temas m¨¢s pol¨¦micos sobre transparencia o contabilidad de las emisiones de cada pa¨ªs siguen abiertos y tendr¨¢n que cerrarse en Katowice, la ciudad polaca que acoger¨¢ a finales de 2018 la pr¨®xima cumbre. "Hubiera sido mejor avanzar m¨¢s", reconoce Teresa Ribera, directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales y experta en negociaciones clim¨¢ticas. Pero lo m¨¢s dif¨ªcil se ha dejado para la siguiente cumbre, que se llevar¨¢ a cabo en el basti¨®n europeo del carb¨®n, el combustible f¨®sil que m¨¢s gases de efecto invernadero emite.

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Todo parec¨ªa indicar que esta cita de Bonn ¡ªque desde un principio se concibi¨® como t¨¦cnica¡ª pod¨ªa cerrarse, por primera vez en mucho tiempo, este viernes seg¨²n el programa previsto. Pero las discusiones sobre la financiaci¨®n han paralizado las negociaciones y mantuvieron abierta la cumbre durante buena parte de la noche. Finalmente, sobre las seis de la ma?ana, tras una larga noche de negociaciones, se desbloque¨® la situaci¨®n y se consigui¨® cerrar la cumbre.

La principal discusi¨®n se centr¨® en los intentos de los pa¨ªses en desarrollo para conseguir asegurarse que los Gobiernos de los Estados m¨¢s ricos y su sector privado pongan sobre la mesa los 100.000 millones de d¨®lares anuales para financiaci¨®n clim¨¢tica comprometidos con el Acuerdo de Par¨ªs a partir de 2020. Ese montante est¨¢ pensado para que los pa¨ªses con menos recursos puedan poner en marcha estrategias de mitigaci¨®n (recortes de emisiones de gases de efecto invernadero) y adaptaci¨®n a los efectos negativos del calentamiento.

Los Estados m¨¢s pobres presionaron para que los desarrollados se comprometan a comunicar cu¨¢nto dinero pondr¨¢n sobre la mesa cada a?o con antelaci¨®n. Y los desarrollados argumentaban que no pueden comprometerse a eso ya que sus aportaciones depender¨¢n de su disponibilidad presupuestaria. Este asunto contin¨²a abierto tambi¨¦n tras la cumbre del Bonn. "La financiaci¨®n es el ¨²ltimo tema que siempre se cierra en las cumbres", explica Laura Juliana Arciniegas, jefa de la delegaci¨®n de Colombia. "Y lo ser¨¢ en las siguientes".

Salida de EE UU

La salida anunciada por Donald Trump del Acuerdo de Par¨ªs ¡ªque no se podr¨¢ materializar hasta 2020 porque as¨ª lo establece el pacto¡ª supuso un golpe moral a esta alianza contra el cambio clim¨¢tico, que por primera vez tras dos d¨¦cadas de negociaciones logr¨® cerrar en Par¨ªs en 2015 un acuerdo que compromet¨ªa a todos a recortar sus emisiones. Pero Trump no ha provocado un efecto contagio. Al contrario, Nicaragua y Siria, que se resist¨ªan a firmar el pacto, han anunciado que lo har¨¢n y EE UU se ha quedado aislado. Pero m¨¢s all¨¢ de los recortes de los gases que no acometer¨¢ EE UU, Trump ha dejado claro que no tiene ninguna intenci¨®n en cumplir los compromisos de financiaci¨®n, con lo que se reducir¨ªa el n¨²mero de Estados desarrollados que deben aportar esos 100.000 millones. Y esto inquieta a los pa¨ªses en desarrollo.

El Acuerdo de Par¨ªs ten¨ªa una brecha bien identificada que se debe cubrir desde que se firm¨® hace dos a?os en la capital francesa. Los recortes de gases de efecto invernadero comprometidos por todos los pa¨ªses firmantes del pacto no son suficientes para lograr el objetivo: que el aumento de la temperatura media del planeta no supere los dos grados a final de siglo respecto a los niveles preindustriales, e intentar que se quede en los 1,5. Pero el Acuerdo de Par¨ªs contiene mecanismos para superar ese problema: peri¨®dicamente se har¨¢n revisiones y los Estados presentar¨¢n nuevos compromisos, siempre al alza, de sus planes de recortes de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, la salida de EE UU ha abierto otra brecha inesperada: la financiaci¨®n. "Ahora existe una brecha de 2.300 millones de d¨®lares en el Fondo Verde que EE UU ha dicho que no va a poner", se?ala el comisario europeo de Acci¨®n por el Clima y Energ¨ªa, Miguel Arias Ca?ete. ?Y qui¨¦n va a cubrirla? Arias Ca?ete augura que el tema de la financiaci¨®n volver¨¢ a centrar una parte importante de las negociaciones en Polonia. Las dudas sobre qui¨¦n asumir¨¢ los esfuerzos financieros de EE UU es una de las razones que han empujado a los pa¨ªses en desarrollo a pedir que los Estados ricos anticipen cu¨¢nto dinero aportar¨¢n.

El otro punto sobre financiaci¨®n que ha bloqueado las negociaciones ha sido el Fondo de Adaptaci¨®n, que los pa¨ªses en desarrollo no quieren que se elimine cuando se aplique, a partir de 2021, el Acuerdo de Par¨ªs. Este fondo se cre¨® con el Protocolo de Kioto, que estar¨¢ en vigor hasta 2020, cuando el pacto de Par¨ªs tomar¨¢ el relevo.

En el Acuerdo de Par¨ªs se abri¨® la posibilidad de que continuara el Fondo de Adaptaci¨®n. En la Cumbre del Clima de Marrakech, de 2016, se reforz¨® esa idea. Y en la de Bonn los pa¨ªses en desarrollo quer¨ªan atar definitivamente esta continuidad, lo que esta noche han logrado.

1,5 grados

En octubre de este a?o est¨¢ previsto que el IPCC, el panel de expertos internacionales que bajo el paraguas de la ONU radiograf¨ªan los efectos del cambio clim¨¢tico, difunda un informe sobre las posibilidades de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados y las medidas que se deber¨ªan tomar para lograrlo. El reto es complicado, el calentamiento est¨¢ ya en un grado respecto al nivel preindustrial.

La asunci¨®n de esa meta del grado y medio tambi¨¦n ha centrado parte de las discusiones finales de esta cumbre de Bonn. Varios Estados, fundamentalmente los m¨¢s petroleros (como Arabia Saud¨ª o Ir¨¢n) pidieron que se retirara toda referencia a esos 1,5 grados en uno de los documentos que est¨¢ previsto que se aprueben, se?alan fuentes de la negociaci¨®n. Pero esa referencia ya est¨¢ en el Acuerdo de Par¨ªs, con lo que no se puede dar marcha atr¨¢s. ?