Cuatro escenarios para la crisis pol¨ªtica alemana
Nuevas elecciones, un Gobierno en minor¨ªa o una improbable gran coalici¨®n son las opciones para formar Gobierno en Alemania
El colapso de las negociaciones para formar una coalici¨®n en Alemania abre paso a una etapa de inestabilidad pol¨ªtica, en la que el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, desempe?ar¨¢ un papel protagonista.
Los resultados de las elecciones del pasado septiembre dejan escaso margen de maniobra. La canciller alemana, Angela Merkel, gan¨® las elecciones pero sin mayor¨ªa suficiente para gobernar. La llamada coalici¨®n Jamaica ¡ªconservadores, liberales y Verdes¡ª que acaba de colapsar era casi la ¨²nica combinaci¨®n viable para formar un Gobierno en Berl¨ªn a la luz del resultado de las elecciones del pasado septiembre. Estas son las opciones que se abren a partir de ahora:
-Nuevas elecciones. Convocar nuevas elecciones supondr¨ªa adentrarse en un terreno hist¨®ricamente inexplorado en Alemania. Es la opci¨®n que a estas alturas se perfila tal vez como la m¨¢s probable tras la ruptura de las negociaciones. Al ser una jefa de Gobierno en funciones, la canciller no puede plantear un voto de confianza ni disolver el Parlamento. Es decir, no puede perder la confianza porque no es a¨²n canciller de pleno derecho. El art¨ªculo 63 de la Constituci¨®n alemana regula el procedimiento que establece que el presidente federal es el encargado de convocar nuevas elecciones.
Steinmeier deber¨ªa proponer al Parlamento la votaci¨®n de un candidato a canciller. Si este no obtiene la mayor¨ªa absoluta del Parlamento, el Parlamento puede votar de nuevo pasados como m¨¢ximo 14 d¨ªas. Si sigue sin lograrse la mayor¨ªa necesaria, se vota una tercera vez y es elegido el candidato que obtiene m¨¢s votos. Si solo logra una mayor¨ªa simple, el presidente tendr¨¢ entonces siete d¨ªas para nombrarlo o para optar por disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones en un plazo de 60 d¨ªas (art.39). Cunde el temor entre los partidos alemanes de que la extrema derecha acabe siendo la gran beneficiada en caso de una nueva convocatoria electoral.
-Gobierno en minor¨ªa.
Si la canciller obtiene el apoyo de una mayor¨ªa simple de diputados en una ¨²ltima votaci¨®n del Parlamento, el presidente Steimeier podr¨ªa nombrar a Merkel como canciller de un Gobierno de minor¨ªa donde gobernar¨ªa con el ala b¨¢vara de su partido (CDU/CSU) o con Los Verdes o los liberales y que obligar¨ªa al canciller a lograr continuamente mayor¨ªas. Esta opci¨®n se percibe en Alemania como una fuente de inestabilidad y resultar¨ªa en principio poco probable.
-Convencer a los socialdem¨®cratas. La opci¨®n obvia para poner en pie un Gobierno en Berl¨ªn pasar¨ªa por convencer al segundo partido m¨¢s votado, los socialdem¨®cratas (SPD), de que vuelvan a formar con Merkel la llamada gran coalici¨®n. El problema es que el SPD ha negado categ¨®ricamente hasta ahora esa posibilidad, despu¨¦s de cosechar un fracaso hist¨®rico en las elecciones. El SPD cree que haber cohabitado con Merkel en la gran coalici¨®n ha permitido a la canciller apuntarse sus logros y contribuido a desdibujar la identidad pol¨ªtica socialdem¨®crata. Una tercera v¨ªa sobre la que hace tiempo que se especula consistir¨ªa en formar una gran coalici¨®n pero prescindiendo de Merkel.
-Que los liberales vuelvan. La espantada liberal, que a medianoche decidi¨® abandonar la mesa de negociaci¨®n prev¨¦ una avalancha de cr¨ªticas contra el partido al que tanto Verdes como conservadores acusan de dinamitar la estabilidad pol¨ªtica del pa¨ªs. Existir¨ªa en teor¨ªa la muy remota posibilidad de que los liberales entren en raz¨®n y vuelvan a la mesa de negociaci¨®n.
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