La Universidad de Harvard, bajo la lupa de la Justicia tras una denuncia racial

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigaci¨®n sobre el proceso de selecci¨®n de alumnos de la prestigiosa Universidad de Harvard a ra¨ªz de una denuncia que decenas de agrupaciones de asi¨¢tico-americanos impulsaron en 2014 alegando que se sienten discriminados frente a blancos, negros y latinos. El caso, recogido por la prensa estadounidense, abre el debate sobre los criterios de ingreso de los campus comprometidos con la diversidad y sus sistemas de discriminaci¨®n positiva hacia minor¨ªas, que algunos blancos han criticado porque consideran que les perjudica.

En Estados Unidos, este tipo de pol¨ªticas arrancan en los a?os 60 y est¨¢n plenamente vinculadas a las luchas por los derechos civiles. Se considera el primer ejemplo oficial una orden ejecutiva de John F. Kennedy de 1961, que instaba a la Administraci¨®n a evitar discriminaci¨®n en el acceso a sus empleos, o de los empleos de sus empresas contratistas, a cualquier persona por motivos de raza, credo u origen ¨¦tnico. Es significativo que en ingl¨¦s, el concepto de discriminaci¨®n positiva no lleva consigo dicha palabra, sino que se traduce literalmente como ¡°acci¨®n afirmativa¡±.

Un estudio de 2014, recoge que en las pruebas de acceso a la universidad los asi¨¢tico-americanos registran el menor ratio de aceptaci¨®n con relaci¨®n a su puntuaci¨®n

En Harvard, el primer plan oficial que buscaba de forma deliberada la diversidad ¨¦tnica de su alumnado, y que por tanto supon¨ªa favorecer la incorporaci¨®n de negros y latinos, data de 1971. Los pleitos se han sucedido desde entonces tanto en Harvard como en otros campus, que siguieron los pasos de la prestigiosa universidad de Massachusetts. Y la justicia, aunque proh¨ªbe la aplicaci¨®n de cuotas s¨ª ha bendecido las medidas de discriminaci¨®n positiva. As¨ª lo decidi¨® el Supremo en junio de 2016, al fallar en contra de una joven blanca que hab¨ªa demandado a la Universidad de Texas por haber sido rechazada pese a que, seg¨²n argumentaba, ten¨ªa mejores calificaciones que algunos alumnos de otras razas que s¨ª fueron aceptados.

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Pero ahora no son estadounidenses blancos, sino otro grupo, el asi¨¢tico, el que denuncia que, para poder tener las mismas probabilidades de ingreso en Harvard necesita unas calificaciones muy superiores a la media. Seg¨²n un estudio citado en su queja de 2014, en las pruebas de acceso a la universidad los asi¨¢tico-americanos registran el menor ratio de aceptaci¨®n con relaci¨®n a su puntuaci¨®n. En concreto, necesitan marcar 140 puntos m¨¢s que un blanco, 270 m¨¢s que un hispano y 450 que un negro. Su porcentaje en el total del alumnado ha menguado desde 1993, afirman, cuando super¨® el 20%, pese a que la poblaci¨®n asi¨¢tica en EE UU ha crecido.

Harvard asegura que no discrimina a los asi¨¢ticos y recalca que no selecciona a sus estudiantes en funci¨®n de su raza u origen, sino que se realiza un an¨¢lisis hol¨ªstico de cada candidato en el que, su aporte a la diversidad, suma. Es muy dif¨ªcil entrar en esa universidad o cualquier otra de la denominada liga de hiedra (Ivy League): el ratio de rechazo ronda el 90% de los solicitantes. Un estudio recogido este verano en The New Times revelaba qui¨¦nes m¨¢s probabilidades de entrar y eso es algo que no tiene mucho que ver con la raza: hay muchos m¨¢s alumnos -casi los duplican en n¨²mero- correspondientes al grupo social del 1% de los mayores ingresos que del 60% de menor riqueza. Como dicen muchas veces en Estados Unidos, el color dominante, en realidad, es el verde, verde d¨®lar.