Theresa May lucha en casa para salvar el acuerdo del Brexit

Fracasado a ¨²ltima hora el acuerdo en Bruselas sobre los t¨¦rminos del divorcio, la primera ministra brit¨¢nica ya est¨¢ en casa, donde su labor diplom¨¢tica, lejos de concluida, se intensifica en una jornada clave para la evoluci¨®n de las negociaciones de Brexit. Primero, una reuni¨®n con los miembros de su Gobierno que servir¨¢ para medir apoyos y suspicacias. A continuaci¨®n, rondas de conversaciones con los unionistas norirlandeses del DUP, cuyos diez esca?os otorgan a May su exigua mayor¨ªa parlamentaria, para tratar de resucitar el acuerdo que necesitan para convencer a Dubl¨ªn ¨Cy, con ello, al resto de la UE- de que se ha alcanzado el suficiente progreso en los t¨¦rminos de divorcio que permita pasar a la segunda fase de las negociaciones y empezar a hablar de la relaci¨®n futura entre el pa¨ªs y el bloque.

Londres, Dubl¨ªn y la Comisi¨®n Europea hab¨ªan alcanzado ayer un acuerdo que garantizaba al Gobierno de Leo Varadkar que el Brexit no traer¨ªa a Irlanda una frontera f¨ªsica, que nadie quiere para la isla. La ¨²nica manera de evitar la necesidad de una frontera, defiende Dubl¨ªn, es garantizar un alineamiento regulatorio entre Irlanda del Norte y la Rep¨²blica. Es decir, que Irlanda del Norte contin¨²e, de facto, en el mercado ¨²nico y la uni¨®n aduanera.

Pero a ¨²ltima hora, Arlene Foster, l¨ªder del DUP, advirti¨® de que su partido, sin cuyo apoyo caer¨ªa el Gobierno de May, no tolerar¨¢ un alineamiento regulatorio si este implica un conjunto de normas diferentes para Irlanda del Norte que para el resto del pa¨ªs. May no pudo convencer a Foster y el acuerdo se esfum¨®.

¡°No podemos ignorar la aritm¨¦tica parlamentaria y el DUP es lo que mantiene al Gobierno en el poder¡±, explicaba esta ma?ana David Jones, ex secretario de Estado del ministerio del Brexit. ¡°No podemos obviar que est¨¢n en una posici¨®n pol¨ªtica muy fuerte y que deben ser tomados en serio¡±.

May no tendr¨¢ f¨¢cil convencer a Foster, porque la jugada es conceptualmente complicada. Garantizar el alineamiento regulatorio de Irlanda del Norte y la Rep¨²blica de Irlanda, sin ofrecer un trato especial a la regi¨®n, implicar¨ªa necesariamente un alineamiento regulatorio del conjunto de Reino Unido con Irlanda o, lo que es lo mismo, con la Uni¨®n Europea. Es decir, una ruptura solo a medias con la UE que no satisfar¨ªa a los m¨¢s defensores del Brexit y podr¨ªa provocar una rebeli¨®n en el Partido Conservador y en el propio Gobierno.

De esto ¨²ltimo da fe el hecho de que, ya el lunes por la noche, ciertos diputados conservadores se alinearon con el DUP y se?alaron que cualquier divergencia regulatoria entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido ser¨ªa una concesi¨®n inaceptable. Y, para acabar de complicarlo todo, otras figuras del partido han aprovechado para defender lo contrario. Es el caso de Ruth Davidson. La poderosa l¨ªder conservadora escocesa, que ha convertido a los tories en la principal fuerza opositora en la regi¨®n, ha se?alado que el alineamiento regulatorio deber¨ªa aplicarse a todo el pa¨ªs. ¡°Si el alineamiento regulatorio en un n¨²mero de ¨¢reas espec¨ªficas es el requisito para la ausencia de una frontera, entonces la primera ministra debe concluir que esto debe aplicarse al conjunto del pa¨ªs¡±, ha declarado.

Todo ello no ha hecho sino empujar a Theresa May, incapaz de realizar una concesi¨®n sin que su poder se tambalee, al l¨ªmite de lo sostenible pol¨ªticamente. ¡°Estamos acostumbrados a ver a los primeros ministros acudir a Bruselas, tener una pelea con la UE y regresar sin un acuerdo, pero ir con un acuerdo con la UE y despu¨¦s tener una pelea en tu propio lado es poco conveniente¡±, conclu¨ªa Peter Rickets, exalto cargo del Foreign Office.