La pugna por Jerusal¨¦n: una gu¨ªa para principiantes
Vadem¨¦cum hist¨®rico y legal sobre disputa por la Ciudad Santa, enconada tras la declaraci¨®n de Trump
¡°Jerusal¨¦n de oro, de bronce, y de luz¡±, reza el estribillo del considerado como himno de la Ciudad Santa; un homenaje al singular reflejo de los atardeceres sobre sus fachadas de piedra caliza. Es tambi¨¦n un tributo no declarado a la dorada c¨²pula del Domo de la Roca, el santuario isl¨¢mico donde el juda¨ªsmo ubica el sanctasanct¨®rum de su desaparecido templo. Yerushalayim, en hebreo; Al Quds, para los ¨¢rabes, este caravasar escasamente estrat¨¦gico de las colinas de Judea siempre ha estado en disputa como emblema religioso. La tradici¨®n cristiana tambi¨¦n observa con atenci¨®n el escenario de la crucifixi¨®n, muerte y resurrecci¨®n de Jesucristo. As¨ª que m¨¢s de 3.000 millones de fieles de las tres religiones monote¨ªstas est¨¢n pendientes de sus vicisitudes.
La declaraci¨®n del presidente Donald Trump, que ha reconocido esta semana a Jerusal¨¦n como capital de Israel, ha enconado la controversia sobre su statu quo ¡ªdejado a prop¨®sito en el limbo durante siete d¨¦cadas por la comunidad internacional¡ª y ha desatado la ira de los palestinos, que reclaman la parte oriental de la urbe como capital de su futuro Estado. He aqu¨ª un vadem¨¦cum de las razones del litigio.
Repaso a la historia
El Gobierno israel¨ª afirma que Jerusal¨¦n es la capital del pueblo jud¨ªo desde hace 3.000 a?os y la del Estado hebreo desde hace siete d¨¦cadas. El Imperio Romano destruy¨® su emblem¨¢tico templo en el a?o 70 de nuestra era y forz¨® la di¨¢spora jud¨ªa. A partir del siglo VII, la ciudad qued¨® bajo dominaci¨®n isl¨¢mica ¡ªcon la excepci¨®n de 200 a?os de dominaci¨®n cruzada¡ª hasta que las tropas brit¨¢nicas desalojaron a la guarnici¨®n otomana hace un siglo.
Derecho Internacional
El Imperio Brit¨¢nico recibi¨® en 1922 un mandato de la Sociedad de Naciones, precursora de la ONU, para administrar el territorio de Palestina. La Asamblea General de Naciones Unidas aprob¨® en 1947 un plan de partici¨®n recogido despu¨¦s en la resoluci¨®n 181 del Consejo de Seguridad para crear un Estado jud¨ªo, que fue proclamado al a?o siguiente bajo el nombre de Israel, y otro ¨¢rabe, que no lleg¨® a constituirse. Seg¨²n este plan, la regi¨®n de Jerusal¨¦n ¡ªque inclu¨ªa la ciudad y varias poblaciones pr¨®ximas, como Bel¨¦n¡ª deb¨ªa permanecer bajo control internacional como corpus separatum.
La guerra que estall¨® entre fuerzas jud¨ªas y fuerzas de los pa¨ªses ¨¢rabes dio al traste con las previsiones de la ONU. El nuevo Estado de Israel se apoder¨® de la parte occidental de la urbe, y la parte oriental, que inclu¨ªa el recinto hist¨®rico amurallado, qued¨® en manos de Jordania. El armisticio firmado en 1949 estableci¨® una L¨ªnea Verde divisoria sembrada de alambradas y barricadas. Israel declar¨® el oeste de la urbe como su capital, a la que traslad¨® la sede de la mayor parte de sus instituciones. La comunidad internacional no acept¨® esta decisi¨®n unilateral y sigui¨® considerando que la Ciudad Santa se hallaba bajo un r¨¦gimen especial internacional.
Situaci¨®n de hecho
La Guerra de los Seis D¨ªas que libr¨® el Ej¨¦rcito hebreo hace 50 a?os contra una coalici¨®n de Estados ¨¢rabes, se sald¨® con la ocupaci¨®n por parte de Israel de Jerusal¨¦n Este, incluyendo los santos lugares de la Ciudad Vieja: la bas¨ªlica del Santo Sepulcro cristiano, el Muro de las Lamentaciones jud¨ªo y la Explanada de las Mezquitas isl¨¢mica. En 1980, la Knesset (Parlamento) aprob¨® la incorporaci¨®n del sector oriental y de poblaciones anejas de Cisjordania en un solo municipio, al que declar¨® capital ¡°eterna, unida y permanente de Israel¡±. La resoluci¨®n 478 del Consejo de Seguridad conden¨® la medida por considerarla contraria a la ley internacional.
Un total de 16 pa¨ªses, entre ellos 13 latinoamericanos, llegaron a contar con una embajada en la parte occidental de la Ciudad Santa, pero todos acabaron trasladando las legaciones a Tel Aviv despu¨¦s de la anexi¨®n de la parte oriental. Hasta el pronunciamiento del presidente de Estados Unidos del pasado mi¨¦rcoles, ning¨²n pa¨ªs hab¨ªa expresado su reconocimiento a la capitalidad israel¨ª sobre Jerusal¨¦n.
Consecuencias de la decisi¨®n
Los analistas del International Crisis Group Ofer Zalzberg y Nathan Tharll sostienen que la declaraci¨®n del presidente republicano, que justific¨® como ¡°un reconocimiento de la realidad¡±, resulta ambigua y no aclara sus objetivos. Ambos expertos precisan que los responsables diplom¨¢ticos norteamericanos subrayan que en ning¨²n punto del texto del mandatario se definen las fronteras de Jerusal¨¦n. El Departamento de Estado ya ha anticipado que el traslado de la Embajada desde Tel Aviv tardar¨¢ al menos dos a?os en hacerse realidad. Finalmente, destacan en su informe que la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad 2334, aprobada hace menos de un a?o, obliga a todos los Estados a ¡°distinguir en todos los asuntos relevantes entre el territorio del Estado de Israel y los territorios ocupados a partir de 1967¡±.
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