La Justicia obliga a Trump a aceptar a los transg¨¦nero en el Ej¨¦rcito

La Justicia dio este lunes un sonoro rev¨¦s al veto de Donald Trump que imped¨ªa la entrada de transg¨¦neros en el Ej¨¦rcito. Un juez federal de Washington orden¨® a las Fuerzas Armadas a aceptar, a partir del 1 de enero, solicitudes de ingreso de personas transg¨¦nero. En paralelo, el Pent¨¢gono anunci¨® que cumplir¨¢ ese calendario y que los solicitantes deber¨¢n superar un exhaustivo n¨²mero de requisitos, muy similares a los fijados por el anterior Gobierno de Barack Obama.

El republicano Trump acab¨® el pasado julio con la directiva del dem¨®crata Obama de permitir a ese colectivo servir abiertamente en el Ej¨¦rcito. En un mensaje en Twitter, anunci¨® que el Gobierno federal ¡°no aceptar¨¢ o permitir¨¢¡± a personas transg¨¦nero servir ¡°en cualquier capacidad¡± en el Ej¨¦rcito. Un mes despu¨¦s, lo cristaliz¨® en un decreto y dio seis meses al Pent¨¢gono para decidir sobre los transg¨¦nero que ya sirven en las Fuerzas Armadas.

Organizaciones sociales demandaron r¨¢pidamente en los tribunales la prohibici¨®n del presidente y dos jueces federales de distrito les dieron la raz¨®n.

La juez Colleen Kollar-Kotelly hab¨ªa considerado en octubre, en un fallo preliminar, que la prohibici¨®n probablemente violaba el principio de igualdad bajo la Constituci¨®n y hab¨ªa pedido anularla el pr¨®ximo 1 de enero. La Administraci¨®n de Trump quer¨ªa mantener el veto en vigor mientras recurr¨ªa ese fallo en los tribunales de apelaci¨®n, pero la magistrada deneg¨® este lunes esa posibilidad. En paralelo, un juez federal de Baltimore tambi¨¦n fall¨® en noviembre que, una vez la orden entre en vigor, el Gobierno no puede negar fondos para el tratamiento de reasignaci¨®n de g¨¦nero.

El Pent¨¢gono anunci¨® en junio de 2016 que las personas transg¨¦nero podr¨ªan servir abiertamente en las filas del Ej¨¦rcito y que se crear¨ªa un programa para llevar a cabo y costear la transici¨®n de g¨¦nero para los militares que lo solicitaran. Fue la culminaci¨®n de las medidas de Obama para acabar con las normas que propiciaban que los militares ocultaran su identidad sexual por miedo a ser castigados o vejados. En 2010, la Administraci¨®n dem¨®crata hab¨ªa permitido que los homosexuales sirvieran en el Ej¨¦rcito.

De forma inmediata, los militares ¡°solamente por ser individuos transg¨¦nero¡± ya no pod¨ªan ser ¡°involuntariamente separados, despedidos o que les negara realistamiento o continuaci¨®n de su servicio¡±. A partir del 1 de octubre de 2016, los uniformados que lo desearan empezaron a poder recibir tratamiento m¨¦dico para su reasignaci¨®n de sexo. Y a partir de julio de 2017, se aceptar¨ªan las peticiones de entrada al Ej¨¦rcito de personas transg¨¦neros que llevaran al menos 18 meses ¡°estables¡± con su nuevo g¨¦nero y que deb¨ªan superar los mismos requisitos f¨ªsicos y mentales que el resto de solicitantes.

Sin embargo, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, el pasado enero, el secretario de Defensa, Jim Mattis, decidi¨® posponer seis meses esa ¨²ltima fase. Y en julio, Trump revirti¨® por completo el proceso de acceso a transg¨¦nero y de financiaci¨®n de la transici¨®n de g¨¦nero. ¡°Nuestros militares deben estar centrados en la victoria y no pueden cargar con los tremendos costes m¨¦dicos y la alteraci¨®n que los transg¨¦neros supondr¨¢n en el Ej¨¦rcito¡±, esgrimi¨® entonces.

Se estima que hay hasta 13.000 militares transg¨¦neros en activo, lo que supone menos del 1% del total, seg¨²n varios estudios. Las organizaciones de apoyo a los transg¨¦nero calculan que el coste del tratamiento de reasignaci¨®n de g¨¦nero a militares costar¨ªa entre 2,4 y 8,4 millones de d¨®lares al a?o, comparado con los 41 millones que gast¨® el Departamento de Defensa en 2014 en el f¨¢rmaco para mejorar la actividad sexual.